Prepárate para entrar sin miedo a un escenario
El casi millón de dólares estaba listo para ser pagado..Cada año la Postcode Lottery Green Challenge en Ámsterdam otorga 500,000 Euros a quien tenga la mejor idea para un producto o servicio ecológico. En el 2008, Eben Bayer y Gavin McIntyre presentaron su alternativa de materiales de construcción sintéticos.
“En lo que se refiere a una charla bajo presión, esta fue probablemente la más dura que recuerde”, cuenta Bayer. Practicó en voz alta el discurso frente a su computadora, realizándole cambios a las diapositivas a medida que las repasaba. Al final la conferencia fue un éxito. El equipo de Bayer obtuvo el codiciado cheque.
Desde entonces, Bayer se ha vuelto el CEO de Ecovative Design, una compañía que cofundó que fabrica materiales de empaque ecológicos derivados de los hongos cerca de Troy, New York. Él ha sido invitado a dar numerosos discursos, incluyendo la conferencia anual Pop!Tech en Camden, Maine, y la conferencia Technology, Entertainment, Design (TED) en Oxford, Inglaterra.
Con el éxito de las charlas de presentación en las«TED´´de cada región, más comunidades estarán invitando innovadores locales a presentarse. Exponer en este tipo de eventos es una oportunidad de capturar la energía de un auditorio repleto y traducirla en numerosas de oportunidades de negocios.
Aquellos que se preparan para este tipo de conferencias seguro han escuchado consejos como “practica, practica, practica” o “menos es más”, pero hoy día aún hay oradores que hacen bostezar a la audiencia. Con eso en mente, unos presentadores experimentados les ofrecen estos pasos para que puedan concentrar a la influyente audiencia en torno a la idea central.
1. Recurre a tu yo pasional
Las audiencias son perceptivas. La gente puede darse cuenta de tu nivel de entusiasmo incluso desde el fondo, en la última fila. “Incluso si estás leyendo directamente de la diapositiva pero estás muy entusiasmado, el público lo notará”, dice Bayer.
Nan Crawford es un entrenador ejecutivo ubicado en San Francisco Bay Area, quien trabaja fundamentalmente con líderes femeninas en sus destrezas para presentar. Crawford entrenó a Elayne Doughty, una psicoterapeuta que se encontraba juntando dinero para ir al Congo y participar en el movimiento internacional V-Day que propone acabar con la violencia contra las mujeres y niñas. Doughty pensaba que necesitaría realizar varios eventos para recaudar fondos para realizar el viaje, según Crafwford.
“Asesoré a Elayne en sus ensayos”, cuenta. Crawford profundizó en qué fue lo que atrajo a Doughty acerca de la causa, preguntándole cuándo y cómo había capturado su atención. También consideró a la recaudación de fondos como una oportunidad para dejar atrás los miedos e invitar a otros a invertir en una solución.
“Ella dio una presentación increíblemente pasional”, relata Crawford. Al final del primer evento, Doughty había conseguido los fondos esperados, con un 25 por ciento por arriba de lo calculado.
2. Cuenta una historia útil
A quien da un discurso normalmente se le aconseja conocer a su público. Tomando la iniciativa, Crawford sugiere que los oradores se aseguren de que entienden no solamente a la audiencia, sino también los desafíos que a ésta se le presentan. Por ende, la charla debe referirse a esos desafíos mediante una poderosa historia personal que resuene.
Daniel Pink, autor de los libros A Whole New Mind and Drive: The Surprising Truth About What Motivates Us, es un ex redactor de discursos que trabajó para Al Gore. Él dice que ha visto suceder lo opuesto muchas veces. “El error más grande es que la gente piensa que se trata de ellos más que de la audiencia”, opina. “Pasan mucho tiempo pensando en ellos mismos”.
En vez de eso, un presentador efectivo se concentrará en los desafíos sin ofrecer una extenuante lista de logros. La antropóloga, directora de cine y exploradora de la National Geographic Elizabeth Lindsey es frecuentemente invitada a hablar acerca del liderazgo a través de un enfoque antropológico. “Cuando más hablemos de las cosas que nos importan, y menos acerca de nuestros logros, la gente suspirará aliviada”. dice ella. “Todos queremos que nos vaya mejor. La naturaleza humana está constantemente buscando avances”.
3. Reduce la cantidad de palabras que acostumbras usar
Menos cantidad significa mayor cuando se trata de grandes charlas. Pero poner eso en práctica es más fácil decirlo que hacerlo. Dar una conferencia es una oportunidad para expandir tu mensaje de un modo que libros y artículos no pueden hacerlo. Ser otro tipo de catalizador presenta otros requerimientos.
“Si todo lo que tienes es información, invítame a comprar tu libro”, dice Crawford. “Pero cuando nos encontramos frente a una audiencia tenemos una oportunidad para compartir no solamente información sino también nuestra energía”.
Para Bayer, comprobar qué tan lentamente él puede ofrecer charlas le ayuda a comunicar más eficientemente. “Normalmente lo que mejor hace sentir al comunicador es dar la mayor cantidad de información posible”, él dice. “Pero lo que realmente debes hacer es transmitir la idea de un modo simple. Si empiezas a saturarlos con detalles los vas a agobiar y perderán interés».
Pink enfatiza que hablar es una vidriera pequeña, y la audiencia tiene un límite de prestar atención. “Es mucho más fácil tener 7 pequeños argumentos que un gran punto”, dice. “Tienes que pensar para ti mismo, ¿qué es lo que quieres transmitirle a la gente, que quieres que piensen, y qué quieres que hagan?”
4. Busca un lazo con la audiencia rápidamente
No esperes hasta la sesión de preguntas y respuestas del final para hacer participar a la audiencia. Empieza ya mismo, dice Crawford. Has preguntas para que los miembros del público se pongan de pie y participen en vez de simplemente levantar la mano. Invítalos a que se tomen el tiempo para hablar, discutan entre ellos, compartan un pensamiento. Pídele a alguien que comente los suyos.
“Excelente, ¿Quiénes aquí comparten la preocupación del señor?” es lo que Crawford sugiere preguntar. “A veces cuando haces una pregunta todos van a pararse”. Que te respondan ayuda a mantener la conversación fuerte, incluso con una gran audiencia.
Pink describe cuando observó al director sinfónico Benjamín Zander dar una charla hace varios años. “De hecho utilizó su piano e integró a la gente a la charla, les pidió hacer cosas, remarcó algunas muy interesantes sobre liderazgo y humanidad”, dice. “No habría sido lo mismo si simplemente leías un texto sobre el tema«.
5. Has del escenario tu casa
Sube al escenario donde la charla tendrá lugar y practica allí cuanto antes, dice Crawford. Muévete por la tarima y ve a sentarte a la última fila para irte familiarizando con el ambiente.
Los organizadores seguramente querrán que hagas una prueba de sonido, pero consúltales a ver si puedes hacerla mucho antes del evento, digamos unas horas. “Incluso si tienes la posibilidad de convencer al staff del hotel para que te dejen pasar la noche anterior, la experiencia de estar presente en el espacio físico es muy importante”, dice Crawford. Entra como si estuvieras entrando a tu living y reclinándote en el sofá. Ganar ese nivel de comodidad te ayudará a calmar los nervios.
6. No se trata de memorizar exclusivamente
“Muchas veces la gente ve esto y piensa que se trata de una tarea sagrada que incluye magia”, dice Pink. “Pero es como tocar el piano, o apilar ladrillos, o meter un buen saque en tenis. Se trata de saber lo que estás haciendo, hacerlo por un buen motivo, y práctica, práctica, práctica”.
Bayer practicó qué era lo que iba a decir en Amsterdam hasta que pudiera decirlo con fluidez, aunque la cautela de saberte cada línea de memoria es menos importante que asegurarte que el mensaje sea claro y firme.
“Desarrolla las ideas desde un comienzo´´ él dice. “Ni siquiera necesitas utilizar diapositivas de PowerPoint, pero piensa desde antes qué es importante que comuniques. Tienes que ser capaz de resumirlo en unas pocas palabras”.
7. Utiliza los nervios a tu favor
Cuando Crawford entrena oradores que tienen retorcijones al hablar, les alienta a pensar en sus temores de otro modo. “Hay una sensación física en tu cuerpo que está asociada al nerviosismo. El peligro es cuando pensamos, “Oh ´Dios, ¡Estoy nervioso!”, dice.
Tratemos de transformar el sentimiento, ella dice. Crawford aconseja a sus clientes pensar, “ese es el fuego en mi barriga. Cuando termine mi presentación, todos en la audiencia van a tener un fuego en sus barrigas y eso hará la diferencia”.
Elizabeth Lindsey puede tornar nervios en bienestar. “Cuando hablamos sobre ellos y los admitimos, nos sentimos mejor”, dice. Cada vez que su corazón le late fuerte, Lindsey piensa en sus mayores de su nativa Hawai que la criaron sin tener los elementos que ella ha adquirido respecto al tema.
“Incluso si estoy asustada o pienso que es más fácil estar entre el público que en el escenario, sé que el trabajo que estoy haciendo no es mío. Es el trabajo que me fue asignado”, dice.
8. Mira con intención
Crawford utiliza su experiencia como actriz para ayudar a los clientes a que mejoren su presencia escénica. Además de moverse por el espacio y utilizar todo el cuerpo para transmitir el mensaje, ella sugiere que los presentadores presten particular atención a lo que hacen con los ojos. En vez de “plantar semillas” vagando rápidamente con los ojos de un punto a otro, ella recomienda directamente que “las plantas estén maduras”.
“Quiero que esta idea florezca en la mente de esta persona particular”, dice. “Mantén contacto visual durante una idea completa—puede durar una frase de una o dos oraciones”. Ese contacto visual también puede ser muy efectivo hacia una cámara si se da el caso de que el discurso está siendo grabado.
Durante el contacto visual mantenido con miembros específicos del público, Crawford pide a sus clientes que presten especial atención a cómo se ve la persona, qué ropa usan. Hace un momento estaban nerviosos, pero tan pronto como empiezan el cabello o el color de una remera, los niveles de ansiedad bajan, dice ella.
9. Conoce a tus colegas
Mira el programa y no te pierdas de ver a los presentadores que más te interesa oír, dice Crawford. “Tienes una oportunidad de construir esa relación mucho más rápido de lo que la gente imagina”.
Todos han sido invitados a hablar por una razón, y eso puede abrir nuevas puertas. Pide a los organizadores información del contacto si no la tienes, dice Crawford. Planea encontrarte con oradores interesantes para verles cara a cara durante la conferencia, ya sea en una cena o una conversación rápida.
“Si estás compartiendo el escenario, ten al menos eso en común si no surge otra cosa”, dice Crawford.
Y, quién sabe, quizás saber quién te acompaña hará que te sientas más cómodo y disponible.
10. Eligw tú momento para inspirar
A veces uno tiene que decir que no. La idea de presentar debe ser energizante y motivadora, no desgastante. Los oradores que dicen que sí cuando tendrían que haberse negado pueden causarse a sí mismos y a los organizadores un stress innecesario,
Cuando la razón es que el momento no es oportuno, ofrece por adelantado presentar en la próxima charla. A veces el público no es el que estabas buscando. Si dices que no, hazlo cálidamente, avisa Crawford.
“Tenemos la oportunidad de echar chispas de esta idea”, dice.“Estamos encendiendo fogatas en las mentes de otros”.
La recompensa por una charla exitosa puede ser inmensa, y no solo en lo monetario. Luego de haber dado una presentación una vez, Lindsey nos cuenta de una mujer que se le aproximó. “Ella dijo, soy abuela y nunca tendré la oportunidad de visitar las partes del mundo que tu verás, pero quiero que sepas que estoy contigo donde quiera que vayas”.
Por Alyssa Danigelis
Excelente consejo y muy motivante para poder mejorar respecto al hablar frente a un público ya que aparentemente es fácil hablar pero aún el orador o presentador tiene que prepararse y vencer el temor y adquirir mucha confianza, para tener una intervención muy relajada