La historia de la startup peruana Crehana que ofrece oportunidades de educación a millones de personas en Latinoamérica y España.
En 2013, cuando Rodolfo y yo apenas salíamos de la universidad nos dimos cuenta del limitado acceso que tenían las personas a la educación en todo Latinoamérica. También nos percatamos de la elevada aceptación digital que llegaría en un futuro cercano, por lo que desde ese momento tuvimos claro que una plataforma como la que es hoy Crehana podría impactar positivamente la vida de miles de personas.
En 2015 nació oficialmente Crehana — su nombre es una mezcla de las palabras crear y ohana, que significa familia en hawaiano—, y desde entonces no hemos parado porque creemos que el e-learning puede mejorar las condiciones de vida de la gente.
Tecnología para empoderar
Usamos la tecnología para empoderar a las personas y permitir que accedan a educación de calidad. Así podrán crecer sin importar geografías, posición económica, género o raza. Al trabajar cerca de la gente nos dimos cuenta de que somos más que solo una plataforma de cursos: somos una herramienta de cambio. Entonces podemos decir que Crehana se ha convertido en un lugar de oportunidades donde cada uno las aprovecha como quiere, en el momento que puede.
En este momento, Crehana tiene presencia en toda Latinoamérica y España y hemos creado un nuevo canal de distribución que ha logrado mejorar la vida de millones de personas, principalmente en nuestro continente pero su naturaleza nos ha llevado a otros rincones del mundo.
De Perú al mundo
Desde muy temprano descubrimos cuál era el valor que una startup peruana puede aportar al ecosistema de emprendimiento global y en específico a aquellos ecosistemas que son bastante más maduros que el latinoamericano y qué es lo que estos valoran de nosotros. Crehana es una startup que busca tener un impacto real en cada persona latinoamericana que quiera mejorar su vida a través del e-learning y soluciona un problema muy grande que hasta hace poco mantenía rezagada a gran parte de la población, la falta de educación.
Entre los planes que tenemos a futuro está la apertura de oficinas en Colombia, abarcar el mercado existente en Brasil y abrir nuevas categorías de cursos.
Quizá el más grande de nuestro aciertos ha sido enfocarnos en medir todo, nuestros alcances, la satisfacción de nuestros usuarios y por supuesto, entender las métricas que condicionan el éxito. A los emprendedores les aconsejo que usen las métricas para enfrentar la digitalización que viene tan fuerte, pues si aprenden a medir podrán tomar decisiones rápidas y certeras.