Hacer un vino propio es un placer al que muchos están accediendo a través de la compra de pequeñas parcelas en Fincas, pero mi esposa Patricia Sdrubolini y yo quisimos hacerlo a nuestro modo, con finca propia y mucho trabajo sobre nuestros hombros.
Para eso, y enamorados del lugar tras un viaje, adquirimos una finca de 10 has en la calle Los Coroneles, Cuadro Benegas de San Rafael, Mendoza; con la idea primordial de elaborar nuestro propio vino. La llamamos Finca Patricia Inés, y la inversión inicial fue de 40000 pesos por las tierras, y los recursos fueron propios.
Pero no todo fue color de rosas: tuvimos que enfrentar varios desafíos como productores: las barreras climáticas, la distancia y la falta de conocimiento.
Las barreras climáticas estaban conformadas por dos amenazas naturales ocurren en la región, las heladas tardías y el granizo. De hecho, ese año, 2004, había caído en enero de tamaños considerables que dañaron las 3 has. de viñedos plantados en 1954. La solución fue instalar una malla protectora para defendernos del granizo y reconstruir las viñas.
Por otro lado la distancia nos jugaba en contra. Nosotros estamos radicados en Capital Federal a mil kilómetros de la finca. A esto se agregaba la falta de conocimiento: sabíamos que el resultado final era un vino, pero desconocíamos de labores de la finca, del tratamiento al viñedo y los procesos de vinificación. Para ambos problemas la solución fue conformar una red humana. Lo fundamental fue crear en el lugar un grupo confiable de personas (amigos, enólogo, constructor, vecinos, encargado de la finca, proveedores, funcionarios) que produzca un efecto cooperativo, solidario y sinérgico.
En el año 2008 nos anotamos en el INV con elaboradores de vino casero (hasta 4000 litros) y logramos dar a luz nuestra primera botella de vino con el nombre de Horas Extras, en el año 2010 incorporamos la marca Belottini.
La infraestructura también fue creciendo, ya que construimos un galpón donde funciona la bodega y otro adicional para la futura elaboración de espumante. Con una máquina despalilladora, prensa manual, bomba filtradora, tanques de 1100, 2500 para la fermentación y acopio del vino y 10 barricas de roble francés, podemos decir que la elaboración, el fraccionamiento, el vestido de la botella se realizan en la finca y conservan la tradición del vino artesanal.
Sabemos que por tecnología, cantidad y costos no podemos competir con las grandes bodegas, por lo que decimos que nuestro vino se debía diferenciar por su manera de elaborarlo y sus logros en los certámenes internacionales.
Las variedades de uvas que estamos produciendo son Bonarda, Syrah, Malbec, Cabernet Sauvingnon, Pinto Noir, Moscatel y Chenin.
Comenzamos a tratar al viñedo desde la poda, reemplazando viñas secas o faltantes y con la premisa de no agregar productos químicos para su desarrollo o para combatir la maleza.
A fines de marzo, principios de abril procedemos a hacer la vendimia con vecinos del lugar y elaboramos por varietales, hasta ahora: Bonarda, Syrah y Moscatel, a partir de este año Malbec y Cabernet Sauvingnon.
El varietal Bonarda sobre todo nos ha dado grandes satisfacciones ya que el Belottini Bonarda 2011 fue medalla de Plata en Vinus 2012 y en La Mujer Elige 2012 y el Belottini Bonarda 2012 ganó medalla de oro en Vinus 2013 y medalla de plata en Terravino 2013 (Jerusalén). El Belottini Syrah 2011 obtuvo medalla de plata en Centroamérica y Caribe 2013 (Puerto Rico) y en Internacional Wine of the Wold (USA) 2013.
Con el objetivo del vino cumplido, hemos plantamos además 1600 ciruelos y 250 durazneros. Nuestra idea rectora es agregarle valor al producto, por eso la vinificación de las uvas, secado de ciruelas, elaboración de duraznos en almíbar y tomates enteros o en salsa.
El trabajo y el vino han llevado a nuestro emprendimiento a un valor estimado actual de 300.000 dólares y en el futuro esperamos seguir creciendo, pasando de elaborador de vino casero a elaborador artesanal (12000 litros). También queremos realizar un espumante e incorporar otros varietales como el Malbec y el Cabernet Sauvingnon.
El sueño se agranda pero la idea es la misma, seguir creciendo a nuestro modo, con pasión y trabajo.
Heraldo Belottini de Finca Patricia Inés