Maximiliano Tolva, fundador de Lavapp nos cuenta la historia de la startup que en plena pandemia, no deja de crecer
La idea de crear una aplicación para realizar un pedido de servicio de lavandería o tintorería con delivery incluido surgió a inicios de 2019; en el medio hicimos una prueba piloto de 6 meses con un sitio de e-commerce personalizado, y luego de otros tantos meses, con obstáculos y pandemia en el medio, lanzamos LAVAPP en 5 países de Latinoamérica.
Hoy en día LAVAPP tiene más de 100 alianzas con tiendas de lavandería y tintorería de la región, conectando a miles de usuarios con las tiendas de su barrio, permitiéndoles a los mismos cargar el pedido eligiendo el día y horario para el retiro y entrega, eligiendo distintos medios de pago y teniendo un tracking del estado actualizado del pedido en la aplicación con notificaciones push en cada cambio de estado.
Mes a mes notamos un incremento exponencial en el número de transacciones, teniendo en julio pasado un incremento del 700% frente al mes anterior en el volumen de transacciones.
Barreras de entrada
En marzo cuando estábamos a punto de iniciar nuestro plan de lanzamiento en la Argentina, el aumento de los casos de coronavirus y el inicio del confinamiento obligatorio nos hizo creer que nuestros planes se demorarían hasta el final de la misma, y para sorpresa nuestra resultó ser todo lo contrario, el coronavirus aceleró nuestros planes de expansión en la región, ya que varios países nos contactaron para conocer acerca de nuestra solución, siendo que en la situación que enfrentaban por el COVID-19, LAVAPP les permitía a muchas tiendas continuar operando. Esto último nos llevó a repensar en nuestra estrategia de lanzamiento y nuestro plan de comunicación.
Si bien lo anterior fue positivo, tuvimos el desafío de contactar a cientos de tiendas de lavado y tintorería en los 5 países de la región para contarles de un nuevo modelo de negocio, una herramienta nueva que si bien les permitiría llegar a nuevos clientes y a los existentes brindarles una alternativa innovadora, no dejaba de ser difícil llamar a la tienda y lograr hablar con el encargado o el dueño, y que ese contacto a través de una llamada o en el mejor de los casos a través de Zoom tenía que ser lo suficientemente efectivo para que confíen y se sumen a LAVAPP como proveedor de lavado.
Por suerte luego de las primeras 15 o 20 llamadas ya éramos casi expertos en telemarketing y logramos sumar a muchas tiendas, al punto que luego otras muchas nos contactaban por la referencia de sus pares.
Los planes a futuro
Si bien estamos en pleno proceso de introducir una nueva forma de realizar un pedido de lavandería a través de una plataforma, estamos también en pleno proceso de expansión y desarrollo de mercado en la Argentina y en el resto de los países de habla hispana de la región.
Nuestros próximos pasos son consolidar la marca en el país cubriendo el 80% de la zona del AMBA y sumar cobertura en las principales plazas del país; seguido a lo anterior lanzar en Chile, México y Uruguay (donde ya estamos en conversaciones y con nivel de avance).
Por otro lado está en nuestros planes realizar inversión en marketing y acciones publicitarias para posicionar la marca en el resto de los países de Latinoamérica donde hoy en día el crecimiento es totalmente orgánico sin inversión considerable (Ecuador, Perú, Paraguay y Panamá).
Lección aprendida
En todo emprendimiento donde el core es tecnológico como es el caso de LAVAPP, es fundamental y crítico el rol del socio tecnológico, no se puede pagar un sueldo por el desarrollo de la aplicación, primero porque la persona es un externo al proyecto y no comparte la pasión de los dueños del emprendimiento, y por otro lado porque en una aplicación sea cual fuese el estadío de la misma, es común pero por sobre todo necesario, el ajuste fino para lograr que el producto final se adapte a las necesidades de los clientes, y cada día se aprende algo nuevo de escuchar las experiencias de uso de los mismos.
En nuestro caso luego de muchos dolores de cabeza con el desarrollador freelance, se sumó Franco como socio bajo el rol de CTO de LAVAPP, quien compró el proyecto, lo hizo propio y luego de 3 meses nos permitió lanzar al mercado LAVAPP.