Está más que demostrado que el nombre influye positiva o negativamente en las ventas de cualquier negocio. De hecho, es uno de los aspectos que más se cuidan en cualquier plan de marketing que se precie.
En este sentido, puede servir como elemento diferenciador respecto a la competencia y una forma de posicionarse en el mercado transmitiendo la personalidad e identidad que caracteriza a la marca.
Las marcas más importantes del mundo han conseguido que sus nombres sean recordados por sus clientes y por todo tipo de personas en general más allá del producto o servicio que venden. Esto se debe, principalmente, a que establecen vínculos emocionales con ellos. Piensa, a este respecto, que hasta los actores y cantantes cambian sus nombres para conectar y causar mayor impacto en su audiencia.
Entonces, ¿qué debes tener en cuenta a la hora de elegir el nombre de tu empresa? Aquí van las respuestas:
1. Tiene que ser único
Asegúrate de que no hay otro negocio que se llame igual o parecido al tuyo ya que, de ser así, es probable que el público se confunda.
2. Corto y simple
Cuantas menos letras posea el nombre de tu empresa, mejor. De hecho, está demostrado que, de esta forma, el público te recordará más fácilmente. Además, ha de pronunciarse tal y como esté escrito, nada de anglicismos ni cosas similares salvo raras excepciones.
3. Imagen positiva
También es importante que el nombre de tu marca denote los valores que la caracterizan. Es cierto que no ha de contar literalmente lo que haces, pero sí está bien que dé algunas pistas acerca de ello. Si quieres, puedes ver estas ideas de éxito que seguro te ayudarán a hacerte una idea más aproximada.
4. Perdurable
El nombre es para toda la vida. Evidentemente, tu marca y tu empresa evolucionarán, pero mantener la denominación en el tiempo evidenciará estabilidad, confianza y seguridad.
5. Adaptable
Esta cuestión es especialmente importante si vas a operar en Internet. Y es que contar con un nombre que te permita logra un buen dominio en la red es imprescindible.
Es posible que, aunque sepas lo que debe tener una denominación de empresa para triunfar, no se te venga ninguna idea a la cabeza. Si es así, tranquilo. Empieza por preguntarte qué es aquello que de verdad impulsa tu negocio y qué es lo que te hará diferenciarte de tu competencia. Después, toma un lápiz y un papel y haz un brainstorming (tormenta de ideas). Tarde o temprano, puedes estar seguro de que darás con la palabra clave.
En definitiva, el nombre es un elemento vital en el éxito o el fracaso de cualquier marca. Por ello, has de elegirlo cuidadosamente y tratar de que transmita los valores que realmente deseas. Si lo haces, habrás dado el primer paso para crear un vínculo con tus clientes y, posteriormente, alcanzar el éxito.
Javier Gázquez . Responsable en España de la compañía global experta en marketing de contenidos Textbroker.es. Enamorado del Networking y la comunicación social da rienda suelta a su personalidad extrovertida en su bitácora www.Blogtimista.es