Una reflexión sobre la «Generación PDC» y el futuro de los negocios.
Yo tengo 36 años y tengo 3 hermanos, todos más jóvenes. El más joven de ellos tiene 14 años y es mi mejor ejemplo de cómo las generaciones han cambiado radicalmente en los últimos 20 años. Este chico tiene iPhone desde los 10 años, pero nunca lo utiliza para llamar, él lo usa para jugar y para las conversaciones por WhatsApp, Messenger, etc. y por supuesto utiliza para cazar Pokémones. En una de esas conversaciones, lo llamé para almorzar y la respuesta simple y directa fue en 3 letras, él mandó un simple «pdc». Confieso que tuve un retraso de 10 segundos para procesar el hecho de lo que él dijo «puede ser» y eso era el equivalente a «¡Qué gran idea, claro, vamos almorzar!».
El «pdc» es sólo un ejemplo de que esta generación nacida después del boom del milenio trae consigo un nuevo código de comportamiento y también de lenguaje o comunicación. En breve tendremos una versión de diccionarios que tratarán de los términos utilizados por los nativos digitales, y esos términos serán lo normal. La generación «pdc» ya viene, y trae consigo un color de objetividad que bordea la frialdad, sólo se interesa y se aferra a lo que le concierne inmediato, se cuestiona todo y claro es digital only. El término off-line, ya en desuso hoy, pronto será encarado como una anomalía que será tratada con extrañeza e incluso miedo, al final el ethos que esa generación trae es indisociable del concepto de conectado. Esta generación va a ser su empleador, su proveedor y su cliente en pocos años. ¿Qué cree que va a suceder cuando descubra que en su empresa existen sistemas que giran paralelos y legados que no hablan entre sí? ¿Qué hará su área de Recursos Humanos con profesionales de una generación que no marcará la tarjeta de llegada y salida simplemente porque eso le parece una pérdida de tiempo?, ¿cómo cree que su departamento financiero les va a pagar?, ya que la cuenta bancaria que tendrán será a través de una aplicación en un banco que no es el suyo, ¿cómo su cliente encarará a un vendedor que no puede dar un descuento del 11% porque el sistema sólo permite el 10%? ¿Y cuándo su proveedor le diga que su ciclo de producto no tiene un mapeo en tiempo real y que por eso su tasa de rotura del almacén consume el 20% de sus ventas al mes? Eso en el momento en el que ese proveedor estará implementando un sistema predictivo de entrega por drones y trabajando con tasas cercanas a 0 en pérdidas o retrasos. Estamos encima de un puente cuya travesía es inevitable, ya sea su negocio una panadería, una empresa de minera o un banco. El sol de la digitalización ilumina y quema a todos, sin distinción de tamaño de empresa ni sector. Piense cuánto tiempo tardaron 99 Taxis y Uber para aniquilar el negocio de los permisos municipales de taxis en San Pablo, Brasil, y no llevó ni 10 ni 5 años, ese movimiento tardó 18 meses como máximo. TI bimodal es el nombre de ese puente y la fórmula de la travesía es una sola, cambiar – y cambiar rápidamente -, los activos con los que su empresa va a promover ese cambio incluyen la adopción de metodologías ágiles, la implementación de conceptos como Lean Startup, Canvas y Design Thinking para todo el proceso interno y / o la creación de productos y, por supuesto, su empresa debe soportar todo esto en una plataforma.
No hay recetas mágicas o balas de plata salvadoras, lo que se propone a los negocios es que sean digitales, lo que se ofrece es un nuevo modelo mental y de desarrollo de soluciones de tecnología. Las premisas son bastante conocidas, pero poco practicadas – procesos inteligentes e integrados con los sensores y máquinas que existen en la jornada de relaciones y entrega de sus productos y servicios, diseño de servicios aplicado a las áreas y todo ello soportado por una plataforma, la era de las API´s como servicios disponibles a escala global y contratados por uso en la modalidad SaaS o PaaS es el vector de lo que llamamos Transformación Digital. Las ventajas competitivas de 30 años atrás ya no son válidas y prepararse para la generación «pdc» es menos una elección y más consecuencia, el riesgo de no hacerlo es que alguien lo hará por usted. Cada vez que tenga dudas sobre ello, recuerde el ritual de ir al local de vídeos el domingo por la noche y tenga en cuenta que usted y su empresa no quieren ser netflixados!