Lograr que los consumidores sean fanáticos de tus productos o servicios es un proceso que requiere tiempo, paciencia y constancia
Desarrollar la pasión por una marca se trata de crear un viaje de engagement con tu cliente. Es una relación construida a través del tiempo, en la que los pensamientos y sentimientos de un consumidor acerca de una marca se refuerzan positivamente.
Como marketers, promovemos la pasión por la marca y hacemos todo lo posible para contagiarla entre el público. Pero a veces el mejor consejo (no importa qué tan doloroso sea) es practicar la paciencia y la honestidad.
Las personas necesitan desarrollar su propia relación uno a uno con la marca para que esa pasión empiece a surgir. Personalmente, soy un gran fanático de los automóviles y he tenido camionetas Ford toda mi vida. Mi engagement con Ford se construyó a partir de la experiencia con sus camionetas. Primero, manejando unas en mis empleos de verano y después transportando a mi familia. Siempre han sido confiables y resistentes, llevándome a los lugares que quiero en el clima que sea, cargando todas mis cosas, y siendo una parte importante de múltiples experiencias positivas. Estas experiencias son las que han creado y reforzado mis sentimientos hacia la marca. En realidad se trata de una conexión emocional. Pero la pasión no se creó de un día al otro; sino que tomó bastante tiempo.
He trabajado con numerosas marcas en el pasado como para entender cómo llegar a sus consumidores y establecer y mantener esa pasión. Un ejemplo de una marca que genera pasiones es Coca-Cola; no sólo por sus anuncios, sino porque llega a su audiencia meta de manera que refuerza esa pasión.
La refresquera está teniendo mucho éxito en Estados Unidos con un producto que llaman Mexican Coke, o MexiCoke (elaborada e importada de México). Además de la campaña publicitaria, su popularidad se debe al deseo de muchos consumidores de tomar algo que piensan que sabe mejor y es menos artificial que la Coca-Cola normal (principalmente por su envase de vidrio y porque está hecha de caña de azúcar natural). Pero, sobre todo, MexiCoke genera una importante conexión emocional para muchos consumidores. Y eso es algo que no se puede forzar ni obligar.
Desafortunadamente, es en ese mismo punto es donde muchas marcas se equivocan: tratan de producir esa pasión de manera inorgánica. Pero la realidad es que ésta es natural y no se puede insertar forzadamente, ni siquiera con excelentes campañas de publicidad.
No puedes lanzarte al mercado con la idea de que podrás producir pasión, ya que el mercado notará cualquier cosa que no sea natural. Una empresa de tecnología con la que trabajé por varios años no lograba entender esto. En lugar de adoptar y promover los atributos que la gente amaba de ellos, intentaban copiar los atributos y diseños que los consumidores amaban de los productos de la competencia. Esos atributos generaban pasión por la marca de la competencia, pero no podía transferirse a la suya. Aunque tenían una fundación sólida sobre sus productos, constantemente trataban ser algo que no era auténtico, así que nunca consiguieron el levante en las métricas de marca que esperaban.
Para conseguir la pasión sobre una marca tienes que ser consistente en satisfacer las necesidades del cliente. Y también tienes que comprender qué es lo que ve el mercado de valor en tu marca. Si no lo haces, entonces serás artificial y sí, la gente lo notará. El reconocimiento es importante, y esa base de innovadores e influenciadores es lo que buscan todas las marcas. Sólo debes dejar que esta relación se desarrolle orgánicamente; únicamente así podrás cultivar la pasión por tu marca.
Por Richard Pasewark
Fuente: Soy Entrepreneur