Muchos habrán escuchado que el tipo de liderazgo en gran medida depende del sexo del jefe. Las decisiones de las mujeres serían afectadas por los cambios hormonales, mientras que los hombres siempre se alejan de lo emocional y se centran en los números. Pero ¿realmente existen diferencias entre un jefe y una jefa?
Los expertos aseguran que las fluctuaciones hormonales de las mujeres podrían afectar al desempeño, el estado de ánimo y las decisiones de sus finanzas. Pero también destacan que, cuando se encuentran en cargos directivos, son más democráticas y establecen cauces de comunicación más interpersonales, según un estudio de la Universidad Carlos III, Madrid.
Las principales diferencias del liderazgo femenino con el masculino, es que el primero se caracteriza por ser altruistas, orientadas a personas, cooperadoras, y con habilidades sociales, mientras que el masculino posee un mayor control de las emociones y son por lo general, serios, autónomos, exigentes, orientados a los objetivos y más ambiciosos.
A escala mundial tan solo el 24% de los puestos directivos está ocupado por mujeres, y aunque el perfil masculino aún predomina en el mercado laboral. El liderazgo femenino está siendo cada vez más requerido por las compañías, y está dejando ver sus diferencias. Pero ¿cuáles son las reales diferencias entre ambos estilos?
Liderazgo masculino
Sus puntos fuertes son su capacidad para innovar y autocontrol.
Sus puntos débiles se centran en la capacidad de organización y empatía.
El liderazgo masculino se basa en la seriedad, la autonomía y la exigencia.
Liderazgo femenino
Sus puntos fuertes se centran, sobre todo, en su gran capacidad de trabajo en equipo y para interactuar.
Su punto débil se encuentra en la capacidad para gestionar el estrés y las emociones en general.
El liderazgo femenino destaca por ser más sociable, expresivo y cercano.
«Un tipo de liderazgo femenino va más allá del sexo de la persona, tiene que ver con la forma de ejercerlo, como, por ejemplo, privilegiando los valores y las relaciones interpersonales por sobre lo económico», precisa el country manager de Trabajando.com Perú, Ernesto Velarde.
Agrega que «las empresas se están feminizando; es decir, comienza a existir un equilibrio entre los resultados y la satisfacción de las necesidades de los colaboradores, siendo las personas como el principal recurso de la organización».
fuente: El Peruano