Cuando comencé mi carrera de orador, creía que motivar a las personas era la clave para ayudarles a tener éxito. Si consigo que avancen en la dirección correcta, pensaba, tendrán éxito. Hacía todo lo que podía para dar a las personas razones por las que trabajar duro. Intentaba hacerles reír, intentaba tocar su corazón.
Mi meta era inspirar tanto a las personas que estuvieran listas para dispararle al infierno con una pistola de agua. Cuando terminaba, me iba pensando que había realizado un buen trabajo; pero a menudo parecía que por mucha motivación que las personas recibieran, nunca parecía durar lo suficiente.
Aún sigo creyendo firmemente en la motivación. Todos quieren que les animen, a todo el mundo le gusta que le inspiren; pero esto es lo que ocurre con respecto al crecimiento personal: la motivación le pone en marcha, pero la disciplina le hace seguir creciendo. Esa es la Ley de la persistencia. No importa cuánto talento tenga. No importa cuántas oportunidades reciba. Si quiere crecer, la clave es la persistencia.
Si quiere ser más disciplinado y persistente en sus actividades, tiene que ser más disciplinado y persistente en su crecimiento.
¿Cómo lo puede hacer? Sabiendo el qué, cómo, por qué y cuándo de la mejora personal. Aparte un tiempo para meditar en lo siguiente acerca de su crecimiento:
El periodista y escritor George Lorimer destacó: “Tiene que levantarse cada día con decisión si quiere irse a la cama con satisfacción”. Eso es cierto, pero es importante saber hacia dónde dirigir esa decisión. Debe trabajar en usted para tener éxito. Todo el tiempo veo a personas con propósito que no son persistentes en su progreso. Tienen la ambición de tener éxito y muestran aptitud para su trabajo, y a la vez no avanzan. ¿Por qué? Porque creen que pueden dominar su trabajo y que no necesitan dominarse a sí mismos. Qué error. Su futuro depende de su crecimiento personal. Mejorarse cada día le garantiza un futuro lleno de posibilidades. Cuando se expande a sí mismo, expande sus horizontes, sus opciones, sus oportunidades, su potencial.
Desde el comienzo de mi carrera en 1969, si hubiera empleado todo mi tiempo perfeccionando mi habilidad para hacer mi trabajo, nunca habría crecido, pero como me enfoqué en mejorarme a mí mismo, pasé de cuidar a las personas a liderarlas. Pasé de hablar delante de audiencias a escribir libros. Me expandí de influenciar sólo a pequeñas organizaciones religiosas a muchos tipos diferentes de organizaciones. Mejoré mi enfoque de lo institucional a lo empresarial. Mi influencia pasó de local a nacional y después a internacional. Pasé de mantener organizaciones a fundarlas y hacerlas crecer. ¿Por qué me ha ocurrido esto? Porque lo que hice fue intentar mejorarme a mí mismo, y no tan solo mi trabajo o mi posición. Esto destapó mi futuro, y me ha permitido lograr mucho más de lo que nunca pensé que fuera capaz de hacer.
E. M. Gray dijo: “La persona de éxito tiene el hábito de hacer las cosas que a quienes fracasan no les gusta hacer. A la persona de éxito tampoco le gusta hacerlas, pero su desagrado está subordinado a la fortaleza de su propósito”. Cuanto más sintonizado está con su propósito, y más dedicado está en cuanto a crecer hacia él, mejores serán sus oportunidades de alcanzar su potencial, expandir sus posibilidades y hacer algo significativo.
La pregunta de cómo mejorar es una de las razones principales por las que empecé a trabajar mucho para pasar de ser un orador motivacional a convertirme en un maestro motivacional. No quería que las personas salieran de una de mis enseñanzas muy inspiradas, pero sin saber cómo proceder. Para crecer, la mayoría de las personas necesitan conocimiento, experiencia y entrenamiento. ¿Tiene alguna idea de cómo mejorar? Yo tengo cuatro sugerencias muy simples que pueden ayudarle a comenzar:
Empareje su motivación con su tipo de personalidad. No todo el mundo se motiva de la misma forma o haciendo lo mismo. Para darse a usted mismo la oportunidad de ser persistente en su crecimiento, comience dando un empuje a su tipo de personalidad para comenzar.
Comience por lo sencillo. ¿Cuál es el error número uno de los jardineros inexpertos? El mismo que el de muchas personas que se acercan al crecimiento personal por primera vez: intentar abarcar demasiado. ¿Cuál es el resultado? Desánimo. Cuando quiere abarcar demasiado en poco tiempo, tiene casi garantizado el no alcanzar los resultados que desea. Eso desmotiva. El secreto para conseguir el auge motivacional es comenzar con poco con las cosas sencillas.
Sea paciente. El poeta persa Saadi enseñó: “Tenga paciencia. Todo es difícil antes de volverse fácil”. Es un sabio consejo. La mayoría de las personas nunca se dan cuenta de lo cerca que están de lograr cosas significativas, porque abandonan demasiado pronto. Todo lo que merece la pena en la vida conlleva dedicación y tiempo. Las personas que crecen y logran más son las que aprovechan el poder de la paciencia y la persistencia.
Valore el proceso. Una de las mejores cosas que puede hacer por usted mismo como estudiante es cultivar la habilidad para valorar y disfrutar el proceso del aprendizaje. Le llevará mucho tiempo, así que bien podría disfrutar del viaje.
Nunca lo olvide: la motivación le pone en marcha, pero la disciplina le hace seguir creciendo. Esa es la Ley de la persistencia.
Fuente; Verdad y Vida
Qué Grande!!
john maxwell es siempre practico con su mirada se refleja en sus libros.
me encantaria presenciar alguna conferencia,gracias por el contacto
muy buenos puntos que siempre se tiene q tener en cuenta