Giuliani pasará a la historia por su papel como alcalde de Nueva York el día de los ataques terroristas –11 de septiembre del 2001. Su serenidad, su solidaridad con las víctimas y los habitantes de la ciudad y su liderazgo en la recuperación de la “Gran Manzana” lo han convertido en una figura de talla mundial.
Giuliani recopiló su experiencia en su libro, “Liderazgo” (Ed. Plaza & Janes), del cual compartimos algunos de sus consejos:
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No hay nada mejor para la efectividad del trabajo en equipo que una reunión matutina con los colaboradores más cercanos.
- Primero lo importante, luego lo urgente.
- Se debe conseguir la mayor cantidad y mejor posible de información, ésta debe ser una obsesión.
- Nunca se deben descuidar los pequeños detalles.
- Hay que prepararse en profundidad, estudiar permanentemente, no depender tanto del conocimiento de los demás, analizar uno mismo los problemas.
- Visualizar la meta y el proceso es un ejercicio útil.
- Organiza todo en torno a un propósito.
- Siempre hay que usar indicadores para medir el progreso. Todo puede ser contabilizado.
- Hay que asumir la responsabilidad plena por todas las tareas del oficio.
- Un buen líder informa con frecuencia y extensamente a sus seguidores acerca de cómo va la gestión.
- Se le debe dar clara línea y objetivos específicos a cada uno de los subalternos que reportan directamente.
- La clave del éxito consiste en rodearse de excelente gente.
- Ser consciente de los puntos débiles propios es indispensable para proceder a subsanarlos.
- Al escoger a los miembros del equipo no hay que dejarse impresionar por sus estudios, sino por los logros concretos que haya obtenido a lo largo de su vida.
- Es necesario estar constantemente “avivando el fuego” (motivando el grupo)
Antes de tomar una decisión crucial se le debe dedicar todo el tiempo posible a tomar en consideración el mayor número de perspectivas posibles. Pero una vez tomada la decisión, sólo hay que concentrar las energías en esa alternativa. - Las discusiones son útiles, no hay que evitarlas, generan “tensión creativa”.
Algunas decisiones se basan en estadísticas, otras en pura intuición. Las más complicadas requieran las dos. - No se deben hacer promesas que no se puedan cumplir, hay que prometer menos de lo que se puede dar.
- Hay que desarrollar y comunicar convicciones firmes. Son los principios, los valores y las grandes ideas lo que hace efectivo a un líder. Sé tu propio hombre, dirige tu vida y escribe tu guión.
- La principal virtud: Lealtad.
- “La noción de que cambiar de parecer acerca de una cuestión equivale a mostrar debilidad es ridícula. Las personas deberían estar dispuestas a admitir cuándo hay una evidencia que les obliga a cambiar de parecer. Eso es una señal de honradez, no una falta de agallas”.
- Se debe comunicar en el lenguaje más claro y sencillo posible, de la manera más directa, sin intermediarios. Hay que ser uno mismo –hablar desde el fondo del corazón.
- No se debe dejar que las críticas definan la agenda.
- Los miembros del equipo no son fusibles que se cambian a la primera crisis. Hay que defenderlos todo lo posible.
- Hay que estar presente, físicamente, en el lugar apropiado, en los momentos difíciles. Las bodas son elegibles, los funerales obligados.
- Enfréntate a los matones y sé duro con los duros.
- Se tienen que controlar al máximo las emociones, pero si no puede no hay problema en mostrar el rostro humano.
* Rudolph Giuliani. Ex alcalde de Nueva York. Famoso por su política de "tolerancia cero" que reduja la criminalidad en la ciudad. Su actuación durante la crisis del 11-S le valió el reconocimiento global a su capacidad de liderazgo. Actualmente es una de las personas más populares de Estados Unidos