Discusión con telarañas si las hay; discusión que se renueva ante cada nueva idea. ¿ Es que una idea tiene un valor independiente de su consecución práctica o está ligada a su indisoluble concreción? ¿ Es que una idea no vale nada si no se lleva a la práctica?
Las últimas corrientes, sobre todo empresariales, suelen adherirse a los fatídicos conceptos de Peter Drucker ( gurú si los hay) acerca que una idea no tiene valor en sí misma. Hay miles de ideas y son baratas.
Claro que, a mi juicio, y en discrepancia con Drucker ( a quién admiro) no es tan fácil desde la argumentación sostener, por las variables que redundan, semejante afirmación.
Veamos, el comportamiento que puede tener una idea depende de algunas variables: calidad conceptual, calidad de ejecución, perseverancia del ejecutor, entorno socioeconómico, adecuación temporal, entramado burocrático y cientos más.
La idea para que triunfe necesita del sostén de numerosas variables como las mencionadas y cientos más ( ¿suerte también? ).
Es que con el “diario del lunes” cualquiera puede atribuirse el papel de juez de una idea. Triunfo o fracaso.
No pocas veces ideas que nacen “muertas” y que son catalogadas de fracasos reviven en circunstancias socio históricas diferentes. También ideas brillantes a las cuales se les auguran (en la teoría y en la práctica) gloriosos desempeños terminan en el arcón de los recuerdos. Ejemplo: el Concorde estaba destinado a revolucionar los viajes de negocios (lo estuvo, cruzaba el Atlántico en sólo tres horas). Sin embargo, el tiempo lo desestimó y concluyó como una experiencia interesante pero no sustentable en el tiempo (fueron muchos años los que el Concorde voló “ a pérdida” aunque terminó de dar el golpe final el accidente aéreo del año 2000. Recuerden que comenzó a operar en rutas aéreas en 1976 para Air France y British Airways. Una verdadera innovación ¿ verdad? ).
Otra perspectiva por donde enfocar la cuestión sería distinguir ¿ Queremos evaluar la idea o los resultados que nos provea la idea?
Casi volvemos a caer en la misma trampa de la no separación de perspectivas. Sigamos con el ejemplo del Concorde.
¿ Fue una mala idea proveer a los viajeros de negocios de viajes ultrarrápidos? Seguramente no.
¿ Los aviones fueron diseñados de manera equivocada? De ninguna manera, volaron más rápidos que ninguno.
¿ Evaluar una idea es una tarea sencilla? ¿ Evaluar esta idea con más de 15 años de estudio y desarrollo conjunto entre Francia e Inglaterra es tarea sencilla?
A la luz del resultado final podemos decir que resultó una mala idea.¿ En el esplendor de sus vuelos en los años 80 hubiésemos diagnosticado de la misma manera?
Para lograr una conclusión definitiva en este tema tengo la impresión que quien lo logre esta manipulando de una manera sutil las variables de esta polémica; con lo cual extirpando algunas y sobreestimando otras es relativamente fácil acceder a una u otra conclusión.
El verdadero dilema radica cuando ponemos en discusión y sopesamos todas las variables asignando la importancia que corresponde a cada una.
En ese caso, abdico. De encontrar una respuesta unívoca.
De ninguna manera de seguir produciendo ideas.
* Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
Para diseño creativo de productos o servicios, acciones de marketing, publicidad, disertaciones, talleres o desarrollo del potencial de creatividad individualizada: [email protected]