Grace Choi, estudiante de Harvard, desarrolló Mink, una impresora 3D que permite imprimir maquillaje en cualquier parte. La máquina puede fabricar sombra de ojos, rubor o lápiz labial con la misma tinta que usan las empresas de cosméticos. Incluso se pueden tomar los códigos de colores exactos, tomando una foto de la suñas de una amiga o de una imagen de una revista.
La joven emprendedora planea que su producto salga al mercado con un costo de 300 dólares y pueda ser conectado a cualquier computadora como si fuera una impresora normal.
Durante su demostración en la ‘TechCrunch Disrupt’ en Nueva York, Choi afirmó que la industria del maquillaje gana más de 55 mil millones de dólares con sus productos, pero además usan la misma tinta para dar color a sus cosméticos, justo como su impresora.
Fuente: TechCrunch via TN