Una ingeniera de Materiales y estudiante de Maestría en Ingeniería Mecánica de la Universidad Simón Bolívar (Venezuela) llamada Mariangel Berroterán Estrada ha desarrollado implantes por impresión 3D contra la microtía, una enfermedad congénita que tiene una incidencia de uno por cada nueve mil nacimientos y que se muestra por una de estas cuatro formas: oreja u orejas ligeramente pequeña (s), oreja parcial, sólo vestigio de la oreja o ausencia total de este apéndice.
Según una nota del centro universitario venezolano, Berroterán ha señalado que “el objetivo del proyecto es trabajar en prototipos para la reconstrucción del oído (implantes), que se puedan utilizar para la ingeniería de tejidos y proponer una alternativa para la reconstrucción de la oreja mediante la aplicación de la tecnología de impresión 3D y materiales biocompatibles”.
Para este trabajo, la ingeniera debía utilizar un equipo de impresión 3D para materiales biocompatibles del que no disponía la Universidad Simón Bolívar, por lo que tuvo que viajar a España, donde le facilitaron una máquina de alta tecnología.
Durante su estancia de cinco meses en España, en la que contó con la colaboración del Departamento de Ciencia de Materiales e Ingeniería Metalúrgica de la Universidad Politécnica de Cataluña, así como de Joaquim Minguella, RDI director de la Fundación CIM de Barcelona- España y de Miguel Sánchez Soto, del Centro Catalán del Plástico (Barcelona), Berroterán realizó, a partir de modelos computacionales de la imagen elaborados en la USB, muestras de las piezas con diferentes parámetros de resistencia mecánica y porosidad, entre otros, utilizando como material poliácido láctico (PLA), un polímero biocompatible.
“Se necesita un material que tenga propiedades de biocompatibilidad con el tejido humano para que, cuando se realice el implante y posteriormente se forme el tejido, ese material sintético se degrade sin causar efectos secundarios”, ha declarado.
Comentó que en la Fundación CIM imprimió prototipos de andamio para el cultivo celular (para una aplicación futura), y una oreja sólida. “Esto será utilizado -aclaró- para la fabricación de un molde de silicona”.
Esta iniciativa surgió del Grupo de Biomecánica de la USB como uno de los objetivo de un proyecto macro en apoyo a la Fundación Operación Sonrisa Venezuela, que junto a su voluntariado se dedica a la atención médica especializada en malformaciones craneofaciales, principalmente hendiduras de labio y paladar. Sin embargo, han recibido pacientes con diferentes patologías como la microtia.
Para el proceso de reconstrucción de la oreja, explicó Berroterán, “la propuesta tradicional es la de utilizar cartílagos del propio paciente, en este caso del sitio del cartílago costal que está entre la sexta y octava costilla, pero estas nuevas tecnologías pueden sustituir ese material biológico por material totalmente biocompatible, que permite ser menos invasivos o reducir el número de intervenciones quirúrgicas y buscar alternativas que además faciliten el trabajo al especialista, reduzca el tiempo de operación y se obtengan modelos con mejores acabados”.
Comentó Berroterán que la utilización de esta técnica en otros países es reciente y los cirujanos y médicos han comenzado a darse cuenta de algunos de los grandes beneficios que esta tecnología de impresión les ofrece. Sin embargo, en Venezuela esta herramienta es poco conocida.
El trabajo de Berroterán ha sido supervisado por los profesores María Virginia Candal y Orlando Pelliccioni
fuente: Imprimalia