Fue presentado el programa “Competitividad y Desarrollo Regional”, una iniciativa del Banco RIO que cuenta con el apoyo del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y de la Universidad de San Andrés (UdeSA), con el que se busca identificar las principales cadenas de valor regionales e impulsar la competitividad, para generar un desarrollo sostenible del país.
El encuentro contó con las exposiciones del presidente del Banco RIO, Enrique Cristofani, del vicerrector del ITBA José Luís Roces y del profesor de Estrategia y Competitividad de la UdeSA, Jorge Forteza, quienes destacaron la favorable coyuntura internacional y se refirieron a la oportunidad única que tiene la Argentina para venderle al mundo productos y servicios caros y deseables.
Cristofani fue el encargado de dar inicio a la actividad. En su discurso, señaló que distintas regiones del país están creciendo en forma importante y uniforme y que por esa razón se trata del tiempo adecuado para hablar de competitividad. Además, subrayó la necesidad de fortalecer la capacidad asociativa entre las empresas y la comunidad. Para ser competitivos se requiere trabajo en equipo y visión de largo plazo. Somos concientes de que sólo nos puede ir bien si al país le va bien, afirmó.
Por otro lado, consideró que trabajar en el tema de la competitividad y las cadenas de valor permitirá desarrollar productos con un mayor valor agregado que en la actualidad y, también, reducir los índices de pobreza e indigencia que, en su opinión, representan el mayor riesgo para el país.
A su turno, Jorge Forteza elogió la visión estratégica y capacidad de liderazgo del Banco RIO y su decisión de invertir tiempo, recursos y capacidad asociativa en el programa. Luego, enumeró las fortalezas que tiene el país para hacer frente a la creciente demanda internacional. Estas son: recursos naturales, competitividad, precio, imágenes fuertes (tango, polo, fútbol), recursos humanos calificados y cultura de la creatividad. Para Forteza, la Argentina, además de duplicar su participación en el comercio mundial –actualmente es del 0,3 por ciento-, debería también afianzarse como proveedor de servicios (software, educación, turismo cultural y prestaciones de alta calidad). El representante de UdeSA, consideró que en el mundo empieza a haber ganadores y perdedores y que hay 20 o 30 países que se disputan con el nuestro la posibilidad de alcanzar un desarrollo sustentable. Por último, sintetizó el espíritu de la alianza: Se trata de alcanzar el desarrollo local de la mano de la educación, la tecnología y la innovación social. Hoy existe una oportunidad única de lograrlo.
Por su parte, el vicerrector del ITBA opinó que el camino para alcanzar la competitividad y el éxito es la educación. En los 80 y 90 perdimos las claves que hicieron rico al sistema educativo, se aumentó la base de inclusión pero se dejo de lado la calidad. Tenemos que trabajar para reinventar la educación. En ese sentido, consideró clave el compromiso del sector empresario para apostar a la innovación y resolver la situación. Y agregó: Hay que lograr un nivel alto de asociatividad. Nadie se salva solo. Además, expresó que hay que derribar el falso dilema de que la universidad se concentra en el saber y la empresa en el hacer. Como ejemplo de la sinergia que se puede alcanzar, nombró al MIT (Massachusetts Institute of Technology) estadounidense, que en el último tiempo ayudó a generar 4000 empresas y 2 millones de empleos.
La jornada concluyó con una invitación a los próximos encuentros y seminarios que se establecieron en el marco del programa. Según el cronograma, Córdoba será la próxima sede el 4 de mayo, Rosario el 1° de junio, Mendoza el 24 de agosto y Buenos Aires el 19 de octubre próximo. Las conclusiones del programa, en tanto, se presentaran el 14 de noviembre de 2006.