La consultora Ernst & Young presentó, en conjunto con el Instituto Argentino de Finanzas (IAEF), los resultados de la séptima edición de la encuesta sobre las fuentes de financiamiento y las perspectivas de inversión de las empresas, con la participación de compañías que representan a los principales sectores de la economía argentina y cuyo agregado de facturación alcanza los 200.000 millones de pesos.
En relación con las ventas, el 67% de los consultados sostuvo que crecieron más del 20% y que mejoraron su rentabilidad. “Notamos una visión positiva de corto plazo y más moderada en el mediano plazo. Este resultado tiene una segunda lectura menos halagüeña ya que un tercio de las empresas creció por debajo de la evolución general de los precios. La proyección de los encuestados respecto del 2012 es muy parecida a la observada en el año precedente (64% aumentará su rentabilidad hasta un 20%)”, señalo Ernesto San Gil, Managing Partner de Ernst & Young en Argentina.
Con respecto a cómo financiaron las compañías sus proyectos, Fernando Coccaro, socio de Ernst & Young, indicó que “la mayor parte de la inversión continúa siendo por quienes más conocen el negocio (33% autofinanciación con reinversión de utilidades y 7% fondeo recibido de las casas matrices). Los bancos aportaron el 39% del total de las inversiones (78% entidades financieras locales y 22% del exterior”.
Por su parte, San Gil expresó que “este año los encuestados indicaron haber recurrido al mercado de capitales en Argentina exclusivamente para emitir deuda corporativa. El 62% lo hizo a través de Obligaciones Negociables, el 20% por fideicomisos de diferentes características y otras modalidades el porcentaje restante. La contracara de esta afirmación es que no utilizaron el mercado de capitales argentino como fuente para captar capital. Esta circunstancia no implica que no estén evaluándose varios IPOs –emisiones iniciales de acciones- pero en todos los casos relevados estos fondos serían colocados en mercados del exterior”.
En relación a los obstáculos que se le presentan a las empresas en el sistema financiero local para financiar sus proyectos, el 33% de los ejecutivos destacaron, entre otros motivos, el descalce en los plazos ofrecidos en comparación a los necesarios para el negocio y el 24% la ausencia de volumen prestable.
En referencia a los motivos para invertir, el 72% de los ejecutivos afirmaron que lo hicieron para atender el aumento de la demanda local y el 21% para aumentar el volumen de las exportaciones.
Los proyectos de inversión previstos para el año 2012, de acuerdo con lo expresado por los encuestados, son principalmente medianos y pequeños (63%) y muestran períodos de repago razonablemente cortos (78% a menos de 6 años).
Para el año próximo, el 67% de las empresas invertirá en activos fijos, el 22% en aumento de capital de trabajo, el 7% en adquisiciones y el 4% en reestructuraciones.
Con respecto a las acciones gubernamentales de corto plazo que pueden favorecer un aumento de las inversiones, el 44% de las empresas reclama un mejor clima de negocios, 31% incentivos fiscales y un 15% incentivo al consumo. A nivel estructural, el 53% de las firmas indicaron que una mayor seguridad jurídica redundaría en un mayor volumen de inversión. Otras acciones del gobierno que contribuirían a este propósito fueron: 21% la conformación de acuerdos comerciales y 13% la consolidación del sistema educativo.
A su vez, los ejecutivos consultados destacaron que la incertidumbre sobre la política macroeconómica y sus perspectivas son los principales aspectos que podrían ser limitantes para nuevas inversiones.