La expansión de países en desarrollo duplicará la de naciones desarrolladas, dijo el Banco Mundial; Robert Zoellick, titular del organismo, señaló que los países en desarrollo crecerán 6.6% este año
En el caso de la economía mundial, Zoellick indicó que la proyección es que el Producto Interno Bruto (PIB) global será de 3.5% en 2010, desacelerándose a 3.3% en 2011 y repuntando un poco en 2012.
«Lo que se ve con la magnitud de estos números es que, cuando existe una caída tan aguda, en el pasado el mercado habría tenido una tasa de crecimiento más rápida y eso hubiera bajado el desempleo. No estamos viendo eso ahora, particularmente en los países desarrollados», dijo.
Estados Unidos tienen una tasa de desempleo de 9.6%, equivalente a 14.9 millones de personas sin trabajo.
Zoellick sostuvo que la diferencia clave en la actual recuperación en relación con las anteriores es que los países en desarrollo están llenando el hueco del crecimiento, pues representan casi la mitad del crecimiento global, cuando hace 10 años apenas eran apenas un 25 o 30%.
No obstante anticipó que los países en desarrollo van a empezar a atemperar su crecimiento, como está ocurriendo con China o India.
Zoellick indicó que se trata de un aspecto clave para el BM porque muchos de esos países en desarrollo usan el financiamiento de la institución para darse apoyo presupuestal, toda vez que en algunas de las economías más débiles no existe acceso al mercado de bonos.
«Hay que asegurarse de que algunos de los países más débiles no sean empujados aún más a la periferia mientras ocurre la recuperación», señaló.
El Banco Mundial ha ejercido por ello alrededor de 138,000 millones de dólares en ese tipo de programas, señaló Zoellick, quien declinó hablar de su futuro personal en la institución. «Lo que pase conmigo, eso lo deciden otras personas», señaló.
La cita de otoño del FMI y del Banco Mundial incluye este martes evaluar los cambios en los sistemas financieros desde la crisis de 2009 y, el miércoles, la divulgación del Panorama Económico Mundial (WEO) del FMI.
Zoellick señaló que las proyecciones de crecimiento económico del FMI serán diferentes a las del BM porque usan otros referentes de poder de compra.
Pide aminorar tensión
Robert Zoellick llamó a adoptar medidas políticas concretas para sofocar las crecientes tensiones cambiarias y apuntalar la confianza en la aún titubeante recuperación económica global.
Zoellick dijo que las autoridades económicas necesitan estar en máxima alerta ante los nuevos riesgos que emanen del flojo crecimiento de las economías avanzadas, que buscan elevar las exportaciones, y de la expansión de los mercados emergentes, que luchan contra la apreciación de las monedas.
El mes pasado, Japón intervino para depreciar el valor del yen y varios mercados emergentes han seguido la misma senda, llevando a Brasil a advertir la semana pasada sobre la existencia de una guerra cambiaria.
«No estimo que nos estemos moviendo hacia una era de guerras cambiarias globales, pero claramente van a haber tensiones», afirmó Zoellick a la prensa.
«El dinero está persiguiendo el rendimiento. No se pueden encontrar esos rendimientos en las economías desarrolladas y esto no está sólo impulsando los valores de las monedas en los países en desarrollo (…) (sino) también está elevando los precios de los activos con riesgo de burbujas como propiedades y algunas materias primas», agregó.
Zoellick dijo que el ritmo de la recuperación económica global se ha desacelerado desde mayo y no será suficientemente rápido como para reducir las tasas de desempleo, mientras que el repunte en el comercio global está probablemente llegando a su fin.
«Necesitamos políticas pro-crecimiento. Este ambiente desafiante clama por respuestas adicionales de políticas concretas», expresó.
fuente: CNN Expansión
Pese a los signos técnicos de recuperación de la economía mundial, esta continúa frágil, inestable y diferenciada por zonas económicas (Europa, Japón y EE.UU), con señales negativas que se multiplican al interior de una coyuntura crítica cuyos componentes ocasionarán o la recesión o la desaceleración en el ritmo de recuperación de la economía mundial en 2011, en especial en la de Estados Unidos y en la de la Unión Europea (UE). La reactivación y las perspectivas de crecimiento sostenido siguen siendo frágiles dado que los planes de rescate no han tenido como objetivo atacar realmente la desregulación financiera, origen de la crisis que de financiera paso a ser económica y sin precedentes, truncando la fase de crecimiento económico en la que vive Occidente; y las regulaciones financieras internacionales poco severas hasta ahora impuestas para evitar se restringa el flujo global de capitales, contribuyen a desacelerar la recuperación mundial; a que buena parte del mundo Occidental se encuentra sumergido en un proceso deflacionista; a que aún no se ha encontrado un nuevo punto de equilibrio en la recomposición del sistema económico; a que no se ha propuesto ninguna gran reforma estructural de la economía mundial; a que el margen de maniobra fiscal de EE.UU., la primera economía mundial, está reducido al incremento espectacular de su deuda pública experimentando una lenta recuperación económica superable solo a mediano plazo. Situación agravada por el incremento de la pobreza y el desempleo del 9.6%, el nivel más elevado de los últimos 27 años, continúa siendo el principal reto al que se enfrenta la economía mundial; a que las amenazas estan todavía presentes en una coyuntura en la que se presenta una verdadera guerra monetaria dentro del triángulo Estados Unidos, Europa, China con un yuan o renmimbi que se va posicionando cada vez mejor en el mundo;
a que la insertidumbre de que Irlanda y Portugal puedan soportar la carga de su deuda
embarga a los mercados financieros; a que la crisis de la deuda soberana y bancaria mutuamente se refuerzan en vez de resolverse y en medio de la descapitalizacion comienza a desvanecerse los planes de estímulo adoptados por los gobiernos para fortalecer además las finanzas públicas repletas de deudas (las medidas de austeridad implementadas por Grecia afectan la recaudación y la recuperación impidiéndole alcanzar la reducción de déficit); Y a que al tiempo en las potencias se presenta desconfianza en los inversores en la salud del sistema financiero y frente a los escasos niveles de consumo.