Organizaciones más felices y más productivas, son algunos de los resultados que se obtienen tras la aplicación de esta disciplina.
El espacio pesa. No da lo mismo donde se siente, los aparatos electrónicos que lo rodeen y el color de las paredes. Al parecer, todo influye en los trabajadores. Es por ello que el Feng Shui se está conviertiendo en la disciplina milenaria que encauza al bienestar en la cultura organizacional.
Los entendidos explican que se trata del arte para armonizar al ser humano con el entorno que le envuelve. Se basa en la teoría de que todo a nuestro alrededor es energía que se expresa de distintas maneras: en edificios, formas, materiales, colores y símbolos, entre otros.
Por una empresas menos estresada
Más contentos, alertas, concentrados y menos estresados. Así definenen los expertos a los miembros de una compañía que aplica esta disciplina.
“Es mirado como un valor agregado, un impulso que empuja de otras formas el buen funcionamiento de la organizacion. Se logra trabajadores más alertas y con confianza en sí mismos y del grupo”, explica Sylvia Galleguillos, presidenta de la Escuela chilena de Feng Shui.
“En toda organización, su empleo favorecerá el rendimiento y la comunicación, pues permitirá a las personas sentirse más cómodas, tranquilas y concentradas en sus espacios”, dice Gustavo Ravashio, presidente de la Asociación Argentina de Feng Shui.
En busca del equilibrio
Son justamente estos favores los que buscan las empresas y por los cuales recurren a los expertos en el tema. Y si bien, se cree que es una práctica que sólo compete a compañías europeas o estadounidenses, lo cierto es que en Latinoamérica las demandas por esta disciplina están aumentado.
No se trata de una moda sino que es mucho más profundo, aclara Ravashio, quien asesoró a la multinacional Hitachi y la empresa argentina Haus Brot.
Según él, los empresarios latinos se fijan en esta técnica cuando se verifica que aquellos que la usaron experimentaron mejoras sustanciales en el funcionamiento empresarial.
Al menos en Colombia, Ecuador y Perú, las compañías más nuevas están consultando. Así lo explica Galleguillos, quien asegura que “ellos mismos han expresado lo bien que les está yendo. Empezamos desde buscar el sitio la construccion y la materialidad, hasta la ubicacion de los gerentes managers y las autoridades, quienes tienen que tomar deciciones que pueden ser de gran responsabilidad aun teniendo su know how”.
Su experiencia también es extensa y dentro de las varias empresas que le han consultado se encuentran Titanium, Viña Montes y Antofagasta Minerals, por nombrar algunas.
Vicente San Juan, presidente de la Asociación española de Feng Shui, comenta que ha asesorado a alrededor de 150 firmas. Las consultas tienen relación con la búsqueda de la posición del sol para la construcción en la planta de producción, aspectos de remodelacion interior del espacio, «feng shui personal» y análisis de la dirección y administración de la empresa.
En este último, el Feng Shui se ocupa de examinar algo físico, que puede ser una edificación, o algo virtual, una idea comercial. Así, se descubren qué puntos en una organización hace falta reforzar o donde está el punto débil de una empresa, ya sea en el área administrativa, ejecutiva o de producción. Luego se entrega una pauta de acción.
¿Qué se puede hacer en la oficina?
Pese a que la aplicación de la disciplina depende basante de cada caso, en general, hay que tomar en cuenta el orden dentro del espacio. San Juan y Ravashio, entregan algunos consejos:
Incorporar matices que tengan que ver con la naturaleza: imágenes, plantas y ventanas, por ejemplo, lo que puede acrecentar mucho la calidad del trabajo y salud de los empleados.
Minimizar la contaminación electromagnética: puede ocasionar estrés, cansancio, dolores de cabeza y falta de concentración.
Sentarse de espaldas a una pared sólida: nos sentiremos protegidos y tranquilos, sin que movimientos o ruidos en el lugar nos sobresalten o desconcentren.
Evitar estar debajo de una viga expuesta: para nuestro subconciente es una situación agresiva, por ser virtualmente peligrosa.
Transmitir lo que somos: ojalá que todo en la oficina nos identifique como personas y a nivel profesional, es decir, diplomas, fotografías, objetos, etc. Resultan ser tipos de carta de presentación que los demás interpretan inconcientemente.
Evitar en lo posible toda forma agresiva: con puntas expuestas, vértices o aristas que resulten «peligrosas» así como lo anteriormente expresado de imágenes que no condigan con el destino del local o del rol de las personas.
Mejor espacio, mayor rendimiento
Pero los entendidos en Feng Shui no son los únicos que creen que el espacio físico influye en el rendimiento laboral.
La consultora DEGW, en España, asesora a una serie de compañías que buscan, sobretodo, un mayor rendimiento de las personas gracias a un ambiente de trabajo mejor pensado. A esto se suma que mientras más satisfechos se encuentren los trabajadores habrá mayor productividad, asegura Elvira Muñoz, directora de estrategia y diseño de DEGW.
Muñoz, explica que una fase importante en el trabajo es realizar un change management, donde se les acompaña a los empleados para que se adapten a los cambios que se ejecutan en su entorno.
Pese al interés y esfuerzo de algunas firmas, otras no se dan cuenta de lo errores que cometen: no hacer participar a los empleados y tener poca conociencia de lo crucial que son los espacios de trabajo como herramienta generadota de cambios deseados.
Ésto último, “porque ciertos diseños pueden favorecer la cohesión grupal al existir un espacio adecuado para la interacción grupal; en el caso de ambientes muy sectorizados y sin un espacio común, el nivel de confianza entre los trabajadores es menor”, dice Arturo Solf, psicólogo y profesor de la Universidad de Lima, en Perú.
Fuente: Daniela Arce América Economía