Un estudio demuestra que los millenials ponen el foco en aprovechar la vida, impulsando el crecimiento de la economía del consumo de vivencias o experiencias.
Una investigación de Eventbrite sobre la generación del milenio (definida como los nacidos entre 1980 y 1996, y que ahora tienen entre 18 y 34 años) revela que este público gasta cada vez más dinero en salidas. Para ellos, la felicidad no se concentra en acumular bienes: ellos buscan crear, compartir y capturar momentos “memorables”.
El alto foco que esta generación pone en aprovechar la vida garantiza el crecimiento de una economía impulsada por el consumo de vivencias o experiencias. La combinación entre el interés por los eventos y su creciente capacidad de gasto está impulsando este tipo de consumos.
Principales conclusiones y percepciones
– Cuando se trata de dinero, las “vivencias” vencen a las “cosas”: 3 de cada 4 millennials (78%) eligen gastar dinero en una experiencia en lugar de comprar algo físico, y el 55% afirmó estar gastando más que nunca en eventos, sobre todo en vivo.
– La generación del milenio anhela más y mejores experiencias: 8 de cada 10 personas (82%) participaron en varios eventos en vivo el año pasado: para su tiempo libre eligen fiestas, conciertos, festivales, espectáculos, artes escénicas, running y deportes temáticos.
– El 72% manifiesta que le gustaría aumentar su gasto en experiencias el próximo año, afirmando un alejamiento del materialismo.
– Las experiencias ayudan a moldear la identidad y crean memorias a largo plazo: casi 8 de cada 10 (77%) millennials dicen que sus mejores recuerdos provienen de un evento en vivo al que asistieron o del que participaron.
– El miedo a quedarse afuera (Fear of Missing Out o FOMO, por sus siglas en inglés) impulsa su apetito por estos eventos: casi 7 de cada 10 (69%) de los nacidos en la generación del milenio tienen FOMO. En un mundo donde las experiencias de vida se transmiten a través de los medios sociales, el miedo a perder alguna oportunidad lleva a la generación del milenio a mostrarse, compartir e involucrarse.
– Desde 1987, la proporción de los gastos de los consumidores en las experiencias de vida ha aumentado en un 70%. La gente quiere experimentar más, lo que lleva a las empresas a evolucionar para satisfacer esta demanda.
Una economía en crecimiento basada en experiencias
La naturaleza experimental de la generación del milenio presenta una oportunidad de crecimiento para las empresas, quienes observan este cambio fundamental en la mentalidad del consumidor. En este marco, las empresas de experiencias tienen mayor valor para conquistar los corazones de los consumidores.
Para las generaciones anteriores, poseer el primer auto era un rito. Comprar la primera casa señalaba la realización del sueño americano. Estos marcos de vida han sido factores importantes para la creación de la identidad. Pero la generación del milenio no está interesada en tener una casa o comprar un auto, no tanto como sus antecesores. Ahora el valor real está en la experiencia, no en la propiedad.
Experimentar la vida moldea la identidad de la generación del milenio
Hoy la felicidad no se mide en posesiones. Llevar una vida épica y significativa se relaciona con la creación y la captura de memorias. Las experiencias, para la generación del milenio, moldean la creación de su identidad.
Los jóvenes de la generación del milenio valoran el tiempo dedicado a estar con personas queridas: el 69% siente que el tiempo gastado con amigos y familiares es el más valioso.
Los eventos son experiencias que permiten establecer lazos con los demás: el 79% siente que ir a eventos en vivo con familiares y amigos les ayuda a profundizar sus relaciones. De hecho, el 30% dice haber conocido a alguien en un festival que se convirtió en un buen amigo.
Los jóvenes de la generación del milenio ganan un sentido de comunidad a través de compartir eventos: el 69% se sientan más conectados con otras personas, con la comunidad y con el mundo en este contexto.
Casi 7 de cada 10 (69%) tienen FOMO. En un mundo donde los feeds de noticias y medios sociales transmiten lo que los amigos están experimentando, el miedo a perder impulsa a los jóvenes de la generación del milenio a mostrarse, compartir y involucrarse: la fuerza motriz detrás de la economía de la experiencia.