Para el economista Leonardo Rocco, las alternativas más utilizadas son los bonos, tanto públicos como privados, el mercado inmobiliario y, en menor medida, las acciones (pensadas para el largo plazo).
La receta del BCRA para el primer semestre fue la devaluación acelerada, la esterilización vía LEBACs, la contracción de la base monetaria, la suba de tasas de interés, entre otros. Si bien dio resultado sobre la protección de las reservas, se vio reflejado negativamente en la caída del salario real y fundamentalmente en la caída de la actividad económica, lo que llamamos recesión. ¿Qué se espera para el segundo semestre de este año, entonces? “Continuará con los ya conocidos síntomas de la economía argentina: inflación y devaluación (con un dólar oficial proyectado a diciembre de $ 9.50). Y según lo que suceda con los Holdouts tendríamos dos escenarios posibles: si hay acuerdo en la negociación, “Se salta la trampa de la RUFO, se sale del default, y volvemos a ser rubios y de ojos celestes para los inversores externos (recordemos que el Gobierno, impensadamente, hizo todo lo que debía hacer para estos fines: sincerar las estadísticas, acuerdos con Repsol, CIADI, Club de Paris, etc.) En cambio, si el escenario de “default que no es default” continúa, nos aislaremos definitivamente del mundo inversor. Se acrecentará la recesión y se verá más complicada la cadena de pagos. Habrá más inflación, más devaluación”,
Para aprovechar el contexto para invertir, el especialista asegura que la clave es dolarizarnos: “Una buena opción es vía bonos, tanto públicos como privados; un alternativa son los famosísimos Boden 2015 y Bonar X, a los que le sumaría el bono Provincia de Buenos Aires 2017 en dólares (BDED), que a diferencia de los anteriores amortiza capital semestralmente”.
Pensando en acciones, si la lógica acompaña con final feliz el tema de los fondos buitres, la futura avalancha de capitales beneficiaría a muchos sectores y el rubro energético estaría a la cabeza, por ser el más necesitado: “En este caso, las acciones de YPF y Pampa, se ubican dentro de mis preferidas”, señala y agrega “en épocas devaluatorias, tampoco hay que olvidar el respaldo de exportadoras, tales como Tenaris o Siderar”. En cuanto al sistema financiero argentino, este está realmente sólido, pero aun así los bancos valen poco. ¿Por qué? “El riesgo país, estar fuera de los mercados internacionales, la intervención del Estado y la incertidumbre son algunos de los factores”, explica Rocco, quien apuesta en este caso Macro, Francés y Galicia, como opciones interesantes de inversión en acciones.
Rocco agrega que “jamás hay que dejar de pensar en el mercado inmobiliario como refugio”. Según él, conviene aprovechar la brecha y comprar en cuotas a tipo de cambio oficial. “Me gusta el concepto de atomizar y maximizar el metro cuadrado –subraya–, por eso son una gran opción las camas náuticas y las cocheras de autos, que a diferencia del tradicional departamento, permiten ingresar a un menor valor, con una mayor rentabilidad, sin riesgos de ocupación o gastos de mantenimiento y con la posibilidad de incorporarse a un pool de renta y olvidarnos de la administración. La clave en estos casos es contar con título de propiedad, ya que proyectos que entregan acciones pueden perjudicar seriamente nuestro precio de salida”.
“Siempre tuve la fantasía de utilizar el DeLorean, aquel automóvil de la zaga cinematográfica Volver al futuro, para viajar a 1975 y comprar acciones de APPLE y de pasada en 1986 algunas de Microsoft”, imagina Rocco. Lamentablemente es imposible. Por eso hoy, pensando en el largo plazo, “me jugaría unas fichas, tratando de replicar estas historias, a Boeing Company (NYSE: BA); empresa líder en el desarrollo de tecnología drone”.