por Francisco Santolo*
En un mundo en constante cambio, las organizaciones, diseñadas originalmente para la eficiencia, repetición y escala y no para la flexibilidad, enfrentan desafíos sin precedentes y deben recurrir a la innovación, al intrapreneurship y a una comprensión renovada de cómo formular la estrategia.
A medida que nos adentramos en esta nueva era de poderosos individuos y comunidades multiplicadoras, es crucial que los líderes corporativos abracen la transformación, comprendan sus implicancias y flexibilicen sus compañías para adaptarse a las dinámicas cambiantes del mercado, reduciendo riesgos y capitalizando oportunidades.
La capacidad de análisis, generación, creación y reformulación de los modelos de negocio es increíblemente poderosa y aún poco comprendida. Nos permite diferenciarnos, perseguir innovaciones disruptivas, reducir riesgos, maximizar las oportunidades frente a shocks y protegernos de competidores horizontales que se multiplican. No se trata simplemente de idear nuevos productos o servicios, sino de revisar de forma holística y dinámica la creación, entrega y captura de valor, siempre con los actores del negocio en el centro, brindándonos insights e información. Los líderes que buscan impulsar la innovación de esta manera deben ser conscientes de que los modelos de negocio se asemejan a rompecabezas cuya solución óptima a menudo proviene de la combinación de perspectivas y experiencias diversas. El conocimiento de las piezas posibles está en los otros.
Esta búsqueda de la innovación nos lleva a explorar el concepto de intrapreneurship, es decir, la capacidad del equipo interno para emprender desde dentro de una organización. Es fundamental empoderar a los colaboradores para que se conviertan en agentes de cambio dentro de la empresa, pero existe gran confusión en la práctica sobre cómo hacerlo y dónde innovar.
Mi consejo: evitar cambiar lo que funciona.
El intrapreneurship, en última instancia, puede ser la clave para la supervivencia y el éxito de una organización en esta era de disrupción, pero esta exploración debe coexistir con la explotación de los negocios existentes y Clayton M. Christensen ya ha dejado clara la complejidad de este problema en su libro El Dilema del Innovador.
La estrategia en esta nueva era de emprendedores y agentes de cambio debe ser flexible, adaptativa y basada en la colaboración. Las corporaciones ya no pueden depender únicamente de la inercia y las prácticas establecidas para mantenerse en la cima de su industria. En su lugar, deben adoptar un enfoque innovador que incluya la exploración de oportunidades fuera de su sector, el aprendizaje constante y la construcción de relaciones sólidas con otros actores del ecosistema empresarial. El futuro del trabajo es incierto y lleno de desafíos, pero también ofrece oportunidades únicas para aquellos líderes que estén dispuestos a adaptarse y evolucionar. La innovación, el intrapreneurship y una estrategia flexible son componentes clave para navegar con éxito en este nuevo panorama corporativo.
Si somos capaces de abrazar estos conceptos y adoptar un enfoque más humano y colaborativo en nuestras empresas, estaremos en una posición privilegiada para liderar la transformación y asegurar un futuro próspero tanto para nuestras organizaciones como para las comunidades en las que operamos.
A medida que avanzamos en este camino, recordemos que la diversidad, la tolerancia y el respeto son fundamentales para mantener el optimismo y construir un mundo mejor para las generaciones venideras. Juntos, podemos desafiar lo establecido, enfrentar nuestros miedos y dar vida a nuestros sueños y visiones más audaces.
Con respecto a estos temas, te recomendamos nuestros MicroMasters de Emprendimiento y de Innovación y Estrategia.
