Atención emprendedores. The Founder es una película que tienen que ver si o sí. La historia de Ray Kroc es fascinante, y el combo se agranda con las enseñanzas que deja la vida del fundador de McDonald’s
A todos nos atrapan las historias sobre el éxito de las corporaciones. Los detalles sobre cómo surgieron, cómo superaron los escollos y las barreras de entrada, sus peldaños hacia la cima y toda la mística que encierra su éxito son inspiradoras.
Detrás de cada corporación exitosa hay grandes grandes ideas, talentos y decisiones, por eso los emprendedores encontramos muchas enseñanzas en ellas.
La historia de McDonald’s es una de las más atrapantes y la película The Founder lo demuestra. La biopic, con un magistral Michael Keaton en rol de Ray Kroc, muestra como se apropió y expandió una de las franquicias más grandes de todos los tiempos.
Los emprendedores tenemos mucho que aprender viendo The Founder para que nuestros negocios tengan buen destino:
Innovar y probar, luego implementar
Los hermanos McDonald tomaron el modelo de producción en cadena de Henry Ford y lo implementaron en su restaurante, logrando innovar el mercado gastronómico. Pero antes, hicieron prueba, error y ajustes antes de oficializar el modelo.
Soluciones real para problemas reales de clientes reales
Los hermanos McDonald estudiaron a sus clientes y analizaron a la competencia. Como resultado, lograron entender al tipo de consumidores que querían atraer. Su gran logro fue construir un modelo de restaurante basado en las necesidades reales del cliente.
La creatividad no lo es todo. Talento sin visión ni perseverancia no sirve de mucho
Los hermanos McDonalds eran muy creativos, pero su visión era de corto alcance y el riesgo los asustaba. Intentaron tímidamente expandir su negocio pero cada adversidad los hacía retroceder. Rápidamente Kroc se dio cuenta que la osadía de los Mcdonald para crear un nuevo modelo restaurantero se diluía al momento de expandirlo. Ray Kroc no era tan creativo pero sí era muy persistente y visionario, vislumbró el potencial del negocio, tomó el modelo y comenzó a expandirlo. Y mientras los hermanos seguían temerosos y renuentes a invertir tiempo y dinero en multiplicar la cadena, Kroc apostó fuerte y terminó acaparando el negocio.
Asociarse con los complementarios y promover a los empleados capaces
Ray Kroc tenía un ojo afinado para identificar el talento. A los empleados capaces los ascendía; ofreció franquicias a parejas jóvenes, unidas y con hambre de éxito. A pesar de su ego y soberbia sabía escuchar a quienes tenían consejos inteligentes para ofrecerle. El imperio McDonald’s se construyó a base de mentes hábiles y perseverantes.
No descuidar los aspectos legales
Los emprendedores, y en especial los más creativos suelen descuidar los temas legales. Un buen abogado que nos mantenga alerta sobre términos y condiciones, contratos y otros temas de índole legal es una pieza clave. Los acuerdos de palabra o apretones de manos son un arma de doble filo, como bien descubrieron los hermanos McDonald cuando ya era tarde.
Amor gigante por el proyecto
Ray Kroc se enamoró a primera vista del concepto de negocio de los hermanos McDonald que combina eficiencia con calidad en el servicio. El enamoramiento y la pasión de Kroc por el restaurante se convirtieron en un torrente de convicción arrasador. Tengamos presente que los negocios más lucrativos pueden caer por falta de convicción.
La pareja, factor clave
Dos mujeres hubo la vida de Kroc y ambas representan una enseñanza para los espectadores de The Founder. La primera esposa es timorata, no comparte la visión de su marido y tiene aversión al riesgo. La segunda comparte tanto su pasión y visión que aporta ideas para ahorrar costos y facilitar su crecimiento.
El valor de una marca
Kroc reconoció de inmediato que McDonald’s era un nombre atractivo y convocante; la marca ideal para convertir el concepto de eficiencia y velocidad en algo reconocible por generaciones en cualquier parte.
Tuvo claro también que los pequeños detalles hacen la diferencia y edificó la solidez de la marca con ellos.
Perseverancia
Kroc era un vendedor poco exitoso de batidoras con algunos fracasos previos. Ninguna de las desazones fue tan fuerte como el poder de su perseverancia.
Con una fuerte personalidad resiliente, Kroc hacía de la perseverancia un credo y la siguiente frase de Calvin Coolidge, su mantra:
“Nada en este mundo puede tomar el lugar de la persistencia. El talento no lo hará. Nada es más común que los hombres sin éxito y con talento. Los genios tampoco. Los genios no recompensados es casi un proverbio. La educación tampoco. El mundo está lleno de negligentes educados. La persistencia y determinación son omnipotentes”