Con los millennials como principales promotores de esta modalidad, crece el número de adeptos al trabajo independiente. Sin embargo, si bien quienes eligen la vida freelance tienen libertad y flexibilidad también tienen que sortear algunas preocupaciones.¿Qué pasa ante una enfermedad o accidente? ¿Cómo cubrirse ante ciertos imponderables que nos impiden trabajar y, por ende, facturar?
Las estructuras ponen incómodos a los millennials y la organización laboral más tradicional no es la excepción, lo que genera cierto desencanto en esta generación que busca una dinámica flexible y amigable para desarrollar sus proyectos, por lo que sus integrantes se ven seducidos por las oportunidades de trabajo freelance, que ofrecen comodidades impensadas desde las oficinas tradicionales.
La tendencia del trabajo remoto está recorriendo el mundo, y con los años va ganando cada vez más protagonismo. Empujado por los desarrollos tecnológicos y la movilidad, la “economía freelance” es un hecho, no sólo con emprendimientos o proyectos propios, sino también con nuevos sectores y formatos como Uber o AirbnB. En Estados Unidos, por ejemplo, hay al menos 53 millones de personas que trabajan de manera freelance, según un estudio de la asociación Freelancers Union y la plataforma Elance, y superará el 40% para el 2020. En Argentina es una práctica que está ganando adeptos día a día; así lo demuestra el sitio de mercado online de trabajo independiente Freelancer.com, que en nuestro país cuenta con 300.000 usuarios.
Los motivos por los cuales las nuevas generaciones se están volcando a la modalidad independiente de trabajo son varios. Un reporte de Workana señaló que los freelancers consultados priorizan la flexibilidad y la posibilidad de trabajar desde casa, pero también reconocen las contras: no tener ingresos estables y la falta de prestaciones sociales. “A diferencia de los trabajadores con relación de dependencia laboral, los profesionales independientes pueden enfrentarse a la difícil situación de no poder costear sus gastos corrientes como consecuencia de verse imposibilitados para desempeñar su profesión por algún tiempo a raíz de una enfermedad o accidente”, explica Rafael Acevedo, Presidente de Confiar, primera aseguradora digital especializada en microseguros e inspirada en los millennials.
Es que a diferencia de lo que ocurre en un trabajo con relación de dependencia, en el que ante el suceso de accidente o enfermedad la obra social o ART costean y reparan los daños y el empleado sigue cobrando su sueldo hasta que se termine su licencia médica, los profesionales independientes facturan sólo si son productivos, no tienen un ingreso garantizado y no siempre tienen restos suficientes para tomarse un tiempo sabático, cualquiera sea el motivo. “Contamos con datos que nos demuestran que más del 15% de los profesionales han atravesado una situación de ese tipo por un tiempo superior a los 30 días. Para ayudarlos a afrontar estas situaciones, el Seguro de Ingreso Garantizado permite contar con una renta mensual durante el período en que la persona se encuentra imposibilitado de trabajar por enfermedad o accidente”, explica Acevedo.
La modalidad freelance ya se deja de ver como una transformación de la estructura productiva, así como un fenómeno cultural y social, por lo que el mercado está respondiendo con soluciones para las nuevas demandas. Así como en un principio surgieron los espacios de co-working que buscaron resolver la necesidad de muchos trabajadores independientes limitados por el home-office, que buscaban además un ambiente laboral flexible, ahora se suma la posibilidad de contar con un seguro para freelancers.