No hay una sensación tan desgarradora como la que se produce al darse cuenta de que tu empresa se está quedando sin dinero. Las facturas no se pagan, los empleados empiezan a preguntarse si seguirán teniendo trabajo el mes que viene y tú te preguntas qué harás ahora.
En primer lugar, respira hondo y sigue leyendo. Si te sirve de consuelo, millones de emprendedores han estado (o están) en la misma situación. No importa lo mal que esté tu situación o lo desesperado que te sientas, tu trabajo es explorar y sopesar cuidadosamente tus opciones, y luego sacar a tu empresa del agujero en el que estás. Aquí hay ocho movimientos que deberías considerar hacer hoy:
1. Afrontar los hechos
Cuando te enfrentas a una situación difícil en tu empresa, lo peor que puedes hacer es ignorarla. Si el dinero empieza a escasear en tu negocio, todavía tienes muchas opciones, pero a medida que pasa el tiempo y la situación empeora, algunas de esas opciones desaparecerán.
Para afrontar los hechos, tienes que comprenderlos y saber lo grave que es tu problema actual.
Concéntrate en tu balance y en el estado de flujo de caja, calcula cuáles son tus necesidades a largo y a corto plazo en cuanto a la reducción de los gastos (reducir tu tasa de desgaste) y el aumento del efectivo que entra en el negocio. Puedes utilizar esta información para adoptar un enfoque agresivo para solucionar este problema, de forma permanente.
2. Recortar gastos
Cuando tu empresa se está quedando sin dinero y necesitas detener la hemorragia, recorta los costos. Hay muchas formas de recortarlos, desde cancelar suscripciones hasta considerar la posibilidad de reducir el sueldo.
3. Aumentar los precios
¿Cuándo fue la última vez que analizaste sus precios? Si ha pasado mucho tiempo, sube tus tarifas para reflejar el valor que ofreces a tus clientes. Para limitar el impacto negativo que el aumento de las tarifas puede tener en tus clientes y en tu fidelidad a la empresa, avísales con antelación y ten cuidado de no cobrar de más. Si el cambio es demasiado drástico, los clientes buscarán una opción más barata en la competencia. Los aumentos de precio deben ser graduales en lugar de un salto grande y repentino.
4. Modifica el calendario de pagos
Que tu empresa se quede sin dinero no siempre significa que vayas a la quiebra. En mi experiencia trabajando con empresas del sector sanitario y de la construcción, varias empresas muy sólidas y rentables han estado a punto de fracasar porque el dinero entraba mucho más despacio de lo que salía.
Reevalúa tus calendarios de pago y las condiciones que das a tus clientes y proveedores. En lugar de permitir que las empresas te paguen por sus productos o servicios 90 días después de haberlos proporcionado, considera exigir el pago en 30 o incluso 15 días. Acortar el tiempo que transcurre entre la entrega de los servicios o productos y el momento en que se recibe el pago mejorará drásticamente tu flujo de caja y ayudará a asegurarse de que dispones de efectivo para pagar las facturas y los empleados a tiempo.
5. Centrarse en las ganancias rápidas
Uno de los mayores errores que se pueden cometer cuando se tiene poca liquidez es concentrar todo el tiempo en una venta importante o en una gran entrada de dinero. El problema de esta estrategia es que se trata de hacer o morir. Es como ir sólo a por un sobresaliente en un examen en lugar de trabajar cuidadosamente para subir la nota.
Al mismo tiempo que recortas los costos, busca ventas fáciles y recurrentes para aumentar los ingresos y reducir la tasa de desgaste de tu startup. Hacer cambios inmediatos te ayudará a tener opciones adicionales más adelante. Si lo apuestas todo a una gran venta o a un solo inversor y pierdes esa apuesta, te pones a ti mismo y a tu empresa en una posición terrible.
6. Conseguir financiación
Tener el control y la mayor participación posible en tu empresa es extremadamente importante, pero tener el control total de un negocio cerrado no vale nada. Considera la posibilidad de contratar a un inversor para conseguir que tu empresa tenga liquidez.
Antes de buscar una inversión en una situación de emergencia, ten en cuenta que los inversores quieren hacer apuestas seguras. Los inversores de capital de riesgo y los inversores ángeles que ponen su dinero en empresas que están luchando por mantener un flujo de caja positivo probablemente buscan tanto un potencial significativo a largo plazo como un gran descuento.
7. Aprovechar los fondos personales
¿Qué grado de pasión y confianza tienes en tu negocio? Si esto es lo que quieres hacer con tu vida y todos los indicios apuntan a que tu negocio puede superar esta breve recesión, puedes considerar la posibilidad de poner tu dinero personal en tu negocio.
Advertencia: Nunca pongas en riesgo tu patrimonio personal sin un plan financiero. Ninguna cantidad de dinero puede arreglar un mal modelo de negocio o la falta de planificación financiera. Antes de arriesgar más poniendo tus activos y ahorros personales para salvar tu negocio, planifica cuidadosamente cómo crecerá tu negocio y recuperará esta inversión.
8. Venderlo todo
Vender por desesperación nunca es lo ideal. Sin embargo, te da la oportunidad de empezar de cero. Si no te quedan más opciones, explora la posibilidad de vender tu empresa a un competidor, un inversor o un empresario.
La venta de un negocio es un proceso complicado que llevará tiempo, así que ten en cuenta que es posible que tengas que mantener tu negocio en movimiento durante meses después de conseguir un interés serio en una venta. Aunque sigue siendo un riesgo, si un préstamo personal, asumiendo que un préstamo de la SBA o de la pequeña empresa ya no es una opción, mantendrá las puertas abiertas el tiempo suficiente para vender, es una opción que vale la pena explorar.