El emprendedor multimillonario, Elon Musk, anunció, el pasado jueves 12, que en pos del desarrollo de los vehículos eléctricos, las patentes de su compañía, Tesla Motors, serían, de ahora en adelante, públicas.
En el sistema capitalista, en el que como sociedad estamos inmersos, el objetivo mayor es el rédito económico. Todos los caminos, todas las decisiones están centradas en un fin: incrementar la cantidad de ceros de una cuenta bancaria. Es que los billetes tienen la capacidad de hipnotizar en la búsqueda de un eterno “más”: más dinero, más prestigio, más poder. Y justamente ahí está el centro de la cuestión, ese más se vuelve insaciable.
Sin embargo, eventualmente surgen de las masas, algunas figuras que sobresalen, que se diferencian del resto. Este es el caso del fundador de la compañía Tesla Motors, Elon Musk que, guiado por el objetivo de proteger el medio ambiente, decidió liberar las patentes de su empresa. Según explicó, esta iniciativa facilitará el empleo de su tecnología a personas que actúen “de buen fe”, colaborando para que el uso de autos tradicionales sea reemplazado por aquellos más favorables al ecosistema.
«Tesla Motors fue creada para acelerar la llegada de un transporte sostenible. Si despejamos el camino a la creación de vehículos eléctricos, pero si luego pones minas detrás para inhibir a otros, estaríamos actuando de manera contraria a ese objetivo”, anunció Musk señalando el porqué de la decisión tomada.
«Dado que la producción anual de vehículos nuevos se acerca a los 100 millones por año y la flota mundial es de aproximadamente 2 billones de autos, es imposible para Tesla construir coches eléctricos lo suficientemente rápido como para hacer frente a la crisis de carbono”, declaró Musk explicando la iniciativa tan renovadora dentro del sistema. “Nuestro verdadero competidor no es el pequeño goteo de vehículos eléctricos, externos a Tesla, que se producen; sino más bien la enorme avalancha de autos de gasolina saliendo de las fábricas de todo el mundo, todos los días”, agregó.
El pasado 3 de junio, Elon Musk se había comprometido a incrementar la fabricación de automóviles eléctricos de calidad, y al parecer, ha encontrado el recurso para llevar a cabo dicha tarea. Si bien, esta maniobra puede devenir, y posiblemente lo haga, en una competencia más ardua y reñida para Tesla; esta podrá significar, también, el primer paso hacia la popularización de estos vehículos a nivel mundial.
Pero la iniciativa de Musk fue más allá. El emprendedor inició, además, el desarrollo de “Gigafactory”: la planta especializada en la fabricación de litio más grande del mundo. Se estima que, a partir de la utilización de energía solar y eólica, la fábrica comience a funcionar en el 2017 y, se cree que para el 2020 podrá elevar 50 veces la producción de baterías, en relación con las utilizadas en vehículos de la compañía automotriz, Tesla, durante el 2013.
Según algunas suposiciones basadas en las conversaciones entre Elon Musk y Apple, las baterías producidas por Gigafactory podrían ser incorporadas en los dispositivos creados por la compañía fundada por Steve Jobs y Steve Wozniak.
por Manuela Parajua