Empezar un negocio es uno de los mayores desafíos de la vida, y solo las personas verdaderamente decididas pueden encontrar el camino hacia el éxito. Ya que la pasión es uno de los motivadores efectivos, también es uno de los pronosticadores más fuertes de si una idea conducirá al lanzamiento de un negocio próspero.
Se dice que la pasión es la clave para lanzar un negocio exitoso. Pero, ¿qué pasa si uno tiene una buena idea para un producto o servicio en un campo que no necesariamente le apasiona? ¿Podría crear un negocio con base en una idea reveladora que llene un vacío en un mercado existente? ¿Eso finalmente conduciría al fracaso? Mike Aquan-Assee
Empezar un negocio es uno de los mayores desafíos de la vida, y solo las personas verdaderamente decididas pueden encontrar el camino hacia el éxito.
Ya que la pasión es uno de los motivadores efectivos, también es uno de los pronosticadores más fuertes de si una idea conducirá al lanzamiento de un negocio próspero.
Cuando tengas una idea reveladora, pon atención: Quizá ella te ayudará a identificar un hueco en el mercado, o incluso sacudir a la industria.
Pero lanzar una empresa incipiente simplemente para ganar dinero probablemente resultará en fracaso; si no te importa profundamente tu idea, ¿cómo puedes motivar a otros a trabajar contigo o comprar tu producto o servicio?
Las grandes ideas a menudo son transferibles. Si tienes una idea que pudiera funcionar en un área que no te apasiona, piensa en formas de poder aplicarla a un sector que te entusiasme. Analiza tu idea desde una perspectiva diferente, y podrías sorprenderte por los resultados.
He aquí un ejemplo de lo que quiero decir. Personalmente, nunca he tenido una gran cabeza para las finanzas. En los primeros días de Virgin, teníamos algunas relaciones verdaderamente turbulentas con los bancos.
Algunos de los momentos más difíciles de mi vida los pase sentado descalzo en aburridas salas de consejo (esto fue durante mis días de hippie) discutiendo el futuro de Virgin con gerentes bancarios.
De manera comprensible, sorprendió a las personas cuando decidí entrar en el negocio de las finanzas con el lanzamiento de Virgin Money en 1995, pero nuestro equipo vio una gran oportunidad de reestructurar el servicio al cliente en la banca.
Aunque no me apasionaba la banca, el servicio al cliente es algo que me interesa. De hecho, impulsa a todo el espíritu de Virgin.
Nuestro equipo quería marcar una verdadera diferencia en un campo que estaba maduro para una sacudida, así que nos incorporamos.
Desde entonces, hemos trabajado incesantemente en convertir a la compañía en uno de los principales bancos rivales del Reino Unido, que se esfuerza por hacer mejorar a todos.
Nuestro objetivo nunca fue simplemente producir utilidades: Queríamos inculcar nuestra pasión por el servicio al cliente a una industria que era conocida por la falta de la misma.
También pretendíamos reinventar la banca con nuestro enfoque director y el inimitable toque Virgin.
Una de nuestras innovaciones fue la Sala Virgin Money – basada en el concepto de nuestras Casas Club en los aeropuertos – que fue la primera de su tipo en la industria bancaria.
Tras la crisis financiera de 2008-2009, la gente empezó a pensar que los bancos tenían la responsabilidad de ayudar a sus clientes a prosperar, y de educarlos mejor sobre asuntos financieros.
Esta nueva conciencia cambio a la industria: ahora los bancos necesitan ofrecer resultados financieros y sociales positivos, y apegarse a un conjunto de valores firme.
Esta es la razón fundamental de que entráramos en la banca en primer lugar. Simplemente no teníamos pasión por las finanzas; nos apasionaba hacerla accesible y comprensible.
Nuestros esfuerzos redituaron a fines del año pasado cuando Virgin Money se volvió una compañía cotizada en la bolsa de valores.
La pasión también es importante porque uno necesita inspirar a su personal cuando lanza una compañía, y necesita ayudarles a creer en su visión para el futuro.
En otras palabras, tienes que ser un líder apasionado con un propósito. Esos líderes han sido cruciales para el éxito de Virgin.
Tomemos a Jayne-Anne Gadhia, directora ejecutiva de Virgin Money. Ha estado en Virgin Money desde el principio, permaneciendo fiel a su propio lema: Nunca darse por vencida. Y no lo hace.
Aunque hemos experimentado varios reveses a lo largo del camino, su pasión por el negocio ha mantenido su mente clara y su espíritu elevado.
Aunque no creo que la pasión pueda enseñarse, pienso que es contagiosa; la de Jayne-Anne ciertamente lo es.
Cuando uno cree en algo, la fuerza de sus convicciones encenderá el interés de otras personas y las motivará a ayudarle a uno a alcanzar sus metas. Esto es esencial para tener éxito.
Mike, mi consejo sería que regresaras al momento de la revelación y trates de comprender qué te motivó a pensar en esa dirección en primer lugar; la pasión detrás de tu idea podría llevarte al negocio o la industria que verdaderamente te interese.
Y recuerda, la pasión es más que una actitud. Es un requisito para cualquier emprendedor o líder de negocios.