17.000 propuestas de negocios digitales han pasado por el filtro del equipo de Gonzalo Martín-Villa, CEO de Wayra, la aceleradora de ‘start-up’ de Telefónica con presencia en doce países.
Gonzalo Martín-Villa se incorporó a la multinacional española en 1997, donde empezó trabajando en la asesoría jurídica de Telefónica Internacional. En octubre de 2006, se incorporó a la Secretaría General Técnica de Presidencia de Telefónica Latinoamérica, donde participó en numerosos proyectos hasta su nombramiento a comienzos de 2011 como CEO de Wayra a nivel mundial.
Wayra innova hasta con el nombre, que significa viento en quechua…
Estábamos buscando un nombre diferente y llegó de la gente de I+D del Grupo Telefónica. Salió de un grupo de ingenieros, que fueron lo bastante innovadores y creativos para proponer ese nombre. Igual pasó con la marca. Queríamos lanzarlo rápido y nos gustó la marca, nos pareció bonita y además tenía esa connotación latinoamericana que buscábamos.
¿Por qué este proyecto nació precisamente en Latinoamérica?
En el momento que se lanzó, el impulsor del proyecto era José María Pallete, que era presidente de Telefónica en Lationoamérica. Lo que pasa es que luego tuvimos la fortuna de que todo fue muy bien allí. A él le hicieron presidente de Telefónica en Europa y empezamos el despliegue en este territorio. A día de hoy, Pallete es consejero delegado del Grupo, con lo que esto ya tiene un alcance global porque él nos ha impulsado mucho.
¿Existen diferencias entre las ‘start-up’ con las que trabajás en Latinoamérica y las que trabajás en Europa?
Pues la verdad es que tampoco hay grandísimas diferencias. Tal vez sí que hay alguna en cuanto a las temáticas. En Latinoamérica hay alguna más de componente de innovación social. En cuanto al perfil del emprendedor, es más o menos igual; lo que sí que hay más diferencia es en cuanto al ecosistemas de ‘start-ups’: lo que tiene que ver con la financiación, el apoyo general que se recibe, las políticas reguladoras de los gobiernos… Es muy diferente lo que pasa en unos sitios que en otros; y no solo en Latinoamérica respecto a Europa, sino entre los propios países. Sí que te diría que los ecosistemas de emprendimiento en Latinoamérica están menos desarrollados que los de Europa, pero para eso está Wayra, para hacer que esto crezca.
Han recibido más de 17.000 propuestas y lógicamente no todas las empresas pueden ser aceleradas. ¿Qué tienen que tener esas ‘start-ups’ para ser elegidas?
Primero, tiene que ser un proyecto tecnológico y disruptivo; tiene que generar una solución a una necesidad de un mercado y tiene que ser escalable y global; ahora mismo no tienen cabida proyectos localistas, aquí hay que tener una voluntad de transformar el mundo. Es muy importante que tenga un modelo de negocio detrás y, por último, un equipo equilibrado y potente. Y esto, en el estado inicial en el que nos llegan los proyectos, suele ser uno de los componentes más importantes.
Has planteado la importancia de que las empresas vean la innovación como un negocio; aunque en muchas ocasiones, la inversión se asume como un costo.
Lo que creemos es que esto es un negocio; otra cosa son los tiempos y cuándo esperas los retornos. Muchas de las `start-up’ fracasarán, porque eso es parte del juego y los emprendedores lo saben. Pero las que sobrevivan y tengan éxito, serán éxitos de negocio. Buscamos que sean empresas rentables. Lo que pasa es que los tiempos de retorno son diferentes a lo que estamos acostumbrados. Hay que manejar bien las expectativas, porque esto no es que tú inviertas en una empresa el día uno y el día dos empieces a recibir retorno sobre ella. Los periodos de maduración de este tipo de ‘start-ups’ son largos y hay que invertir mucho tiempo y mucho esfuerzo. Yo estoy seguro de que todo este tiempo, el esfuerzo y el capital que invertimos va a ser rentable. Estamos viendo que muchas de esas ’start-ups’ que están siendo aceleradas en Wayra están recibiendo inversión de terceras partes, de ‘business angels’, y eso es lo que nos hace pensar que estamos en el buen camino.
Wayra empezó hace año y medio. ¿En qué momento de desarrollo se encuentra actualmente el proyecto?
Venimos de una fase de expansión y crecimiento muy intensa, donde hemos puesto en marcha 13 academias en 12 países, hasta ahora nos hemos dedicado a ajustar nuestro modelo de aceleración para proveer el mejor programa y en el desarrollo a las empresas que apoyamos. En el camino hemos cambiado y ajustado muchas cosas, ya que el entorno en el que nos movemos es muy dinámico. Hemos hecho ajustes en nuestro modelo de financiamiento -para hacerlo más atractivo a terceros inversores- y también a nuestras convocatorias o reclutamiento, pasando de búsquedas locales o por país a convocatorias a nivel global. Estamos en constante cambio, aunque hay algo inamovible, nuestros valores y misión que son hacer crecer los ecosistemas locales y apoyar el talento allí donde esté.
¿Qué requisitos son esenciales para que una startup sea acelerada por Wayra?
Técnicamente requisitos hay muy pocos y se limitan a no tener una facturación anual de una empresa ya consolidada -nos enfocamos en startups que estén en la etapa de crecimiento temprano- y que los emprendedores tengan mayoría de edad. Tan simple como eso. No obstante, la selección de una empresa para ser parte de Wayra sí que tiene sus “requisitos” o criterios de evaluación. Desde que pusimos en marcha Wayra hemos acelerado sólo el 1% de las ideas recibidas.
Primordialmente buscamos buenos equipos, equilibrados en sus habilidades, capaces de ejecutar una buena idea, disruptiva e innovadora en el mundo de la tecnología, escalable y con una visión a largo plazo. Aunque parece fácil, los buenos equipos son lo más difícil de encontrar. Hay pocos equipos que logren mostrar esa simbiosis y mirada conjunta a un norte compartido.
En Wayra estamos seguros -y así lo hemos comprobado- que la diferencia la crean las personas. Ideas hay muchas, de las buenas y también de las malas, pero equipos capaces de hacerlas realidad y llevarlas hasta lo más alto, muy pero muy pocos. A ellos es a quienes buscamos.
Muchos se preguntarán qué gana Telefónica apoyando a estas empresas…
No hemos dejado de ganar desde el primer momento, aunque lo que hay que definir en este caso es qué es ganar. Estamos aprendiendo mucho de estas empresas, y eso no tiene precio. Es un valor de transformación interna enorme para Telefónica; de ser valientes y de decir que esto es un tema de innovación abierta, que nosotros hacemos cosas muy buenas dentro pero hay un montón de gente que hace cosas chulísimas ahí fuera y nosotros tenemos que tener la capacidad para ayudarles. También este proyecto ha mejorado mucho la reputación de marca de la empresa. Por otro lado, tenemos muy claro que Wayra tiene que ser un negocio, y eso vendrá, aunque los tiempos son diferentes. Por otro lado, todas las métricas que tenemos para analizar si estas compañías van a convertirse en negocios rentables van muy bien. El nivel de inversión externa está funcionando: El 75% de los proyectos que están en Wayra están en un modo comercial ya. Y luego, el 35% de estos proyectos están trabajando ya con Telefónica.
¿Cuál es el futuro inmediato de Wayra?
El objetivo de Wayra, como el del buen emprendedor, es cambiar el mundo. Y estamos aportando nuestro granito de arena. El futuro es ver éxitos importantes de compañías que están dentro de Wayra, y esto va a ocurrir antes de lo que pensamos.
Como gran aficionado a los maratones, ¿es emprender algo comparable a correr un maratón?
Sí, por supuesto, es cierta esa comparación. Encuentro muchas similitudes y paralelismos a emprender con el atletismo o las maratones.
Primero, ambas actividades se enfocan a largo plazo. El premio es llegar a la meta y ningún otro más. Puedes hacer un buen tramo, pero si no has cruzado la línea de llegada de poco te sirve. Emprender es algo parecido, y la meta se encuentra en fundar una compañía saludable, con un buen producto y que tenga a sus clientes satisfechos. Ésa es la meta, y no “quedarse en el camino”. Ahora bien, como en el maratón, en el camino es muy probable que te encuentres con momentos de sufrimiento y más de un “muro”.
Por otra parte, la incertidumbre tanto en las carreras como en las empresas está siempre presente. Puedes tener tu plan de carrera pensado y planificado con los más increíbles detalles, pero basta que una variable se salga de su línea para tener que improvisar sobre la marcha. Durante el camino, como en una empresa, tienes que tomar decisiones rápido.
Pese a los parecidos, hay una gran diferencia y es, sin duda, el equipo. Cuando corres, normalmente, compites contra ti mismo y necesitas un entrenamiento individual, aunque a veces te apoyes en otros compañeros. En cambio, emprender es desde el principio un trabajo en equipo, tienes que rodearte de gente que comparta tu proyecto y trabajar codo con codo para que tu empresa prospere. Sin un equipo detrás, no se consigue la meta.
Diferencias entre España y Latinoamérica para lanzar proyectos.
En términos generales hay pocas diferencias. Básicamente porque los emprendedores tienen las mismas aptitudes y ganas de cambiar el estado de las cosas sin depender el sitio de donde vienen. Sí hay matices en los ecosistemas y en la madurez de la industria en algunos de ellos.
En Europa por lo general hay una mayor madurez y penetración de tecnologías que en Latinoamérica, lo que beneficia a startups basadas en estos modelos. Por otra parte, Latinoamérica está viviendo un momento privilegiado con un mercado inmenso en plena expansión, dispuesto a adoptar nuevas tecnologías a un ritmo increíble.
No obstante, y a pesar de las matices, en ambos continentes la ambición de los emprendedores es la misma.
Si hoy tuviera que empezar de cero, ¿a qué se dedicaría?
Llevo 15 años trabajando en Telefónica y esta compañía me ha dado muchísimas oportunidades, entre ellas el encabezar un proyecto tan maravilloso como Wayra. Me considero un privilegiado por el trabajo que tengo, y disfruto (y sufro) con cada startup en la que invertimos y ayudamos. Supongo que después de casi dos años en Wayra el “gusanillo” emprendedor está ya en mí, pero el crear un proyecto tan distinto en una compañía tan grande tiene mucho de emprender, y los que trabajamos en Wayra nos consideramos intrapreneurs, pues emprendemos nuevos proyectos disruptivos desde dentro, en empresas ya muy consolidadas.
¿Qué le dice a esa gente que tiene buenas ideas y no se atreve a llevarlas a cabo por miedo a quedarse sin dinero?
Mi consejo es que busque apoyo en la comunidad emprendedora, donde pueda acceder a financiación de calidad y a una red de mentores que le abra más puertas. Hay varias instituciones y agencias públicas, privadas o bussiness angels, que proveen financiamiento para las primeras etapas. Pero lo que realmente valoran los emprendedores cuando empiezan, a parte de la financiación, es el networking y el mentoring.
¿Qué le diría a todos aquellos que se han quedado fuera de Wayra?
Lo mismo que decimos siempre en todas las academias y convocatorias. Que lo sigan intentando, una y otra vez. Que mejoren el producto con el feedback que reciben y busquen en otros referentes una manera de mejorar y escalar su propuesta. La comunidad emprendedora es muy abierta y está siempre dispuesta a dar sugerencias y consejo a los que lo buscan.
En Wayra hemos tenido casos de startups que logran ingresar al tercer intento y más allá de haber demostrado la mejora en sus productos, nos han dado muestra de su perseverancia y trabajo en equipo.
¿Y a los que están dentro?
Que trabajen más duro que nunca y aprovechen al máximo esta oportunidad. Estar en Wayra es un privilegio al que pocos llegan, y debe ser tomado como una gran responsabilidad. Todo el equipo de Wayra -y también el de Telefónica- dan lo mejor de sí para poder brindar el mejor programa de aceleración que puedan encontrar para hacer realidad su negocio.
Fuente: Wayra.org