Esto es normal porque no es fácil levantar un negocio de la noche a la mañana. Se requiere gran esfuerzo y enorme dedicación, el empresario que se inicia tiene que entender que sus primeros años de actividades son una forma de ganar experiencia, y que no existe actividad que no tenga riesgo e incertidumbre.
Algunas razones que llevan a que los nuevos negocios no perduren:
1. Falta de experiencia: Conocer a la perfección la actividad comercial que se pretende desarrollar es indispensable. Antes de invertir en ella deben empaparse de todos los aspectos de la misma.
2. No se tiene una estrategia de marketing: Producir algo o tener un inventario para la venta es una parte del negocio. La más importante es tener una estrategia y tácticas muy bien definida de la forma de llegar al mercado.
3. Optimismo exagerado: Todo nueva empresa debe investigar el mercado al que pretenden ingresar, estudiar los competidores y hacer anticipadamente predicciones y objetivos de sus ventas.
4. Tiempo de preparación: Antes de comenzar a recibir el dinero de los clientes se requiere completar muchas actividades. Este periodo que antecede a la operación de una empresa debe estar muy bien calculado.
5. Capital de trabajo: Los requerimientos de capital de trabajo deben hacerse por medio de un presupuesto. Un pronóstico bien preparado del flujo de efectivo ayuda a decidir cuánto y cuándo se necesitará.
6. Las consecuencias de un crecimiento temprano: Un negocio cambia con mucha rapidez de forma y de tamaño en sus comienzos. A medida que aumentan las ventas, se necesitan sumas de dinero cada vez más grandes para alimentar ese crecimiento.
7. Una ubicación errónea: El punto en donde se ubica el negocio y el alquiler que paga son un aspecto vital.