Se conocieron en su época de universitarios en la San Andrés, se hicieron amigos y socios para crear Officenet. El perfil de emprendedores seriales los volvió a unir en Restorando y ahora los encuentra juntos en un novedoso proyecto.
Andy Freire, Santiago Bilinkis y Pablo Simón Casarino se juntaron para crear la primera «Company Builder» del país (¿y de la región?): Quasar Ventures. ¿Porque ese nombre? Los quasars, vistos desde nuestro planeta parecen estrellas con poco brillo, sin embargo, emiten una energía equivalente a varias galaxias juntas. Haciendo un juego de analogías, QV parece que aportara poco capital pero emite un apoyo poderoso a los emprendedores: serán inversores, co-founders y mentores al mismo tiempo. Sin duda, un nuevo paradigma que rompe el modelo tradicional del emprendedor que vende su compañía y se dedica a invertir como ángel.
Una company builder se diferencia de las incubadoras, aceleradoras y fondos de inversión. Las incubadoras trabajan con emprendimiento en marcha e incuban entre 20 y 30 proyectos en marcha. Los Venture Capital financian proyectos de terceros. Quasar, en cambio, empieza a trabajar con los emprendedores desde la misma búsqueda de la idea y trabajará únicamente con tres proyectos por año.
Santiago Bilinkis lo define así: “Somos un “company builder”. Nos asociamos a emprendedores excelentes para fundar nuevas empresas. Aprendiendo de la experiencia que hicimos con Restorando, el trabajo de ahora en más es, a la vez, simple y tremendamente desafiante: identificar los emprendedores más brillantes de Latinoamérica, darles ideas de negocio sólidas, y aportarles capital inicial, “know how”, network de contactos y “track record” para construir los Mercado Libre, Officenet, Globant, Despegar, etc. de esta década.
La inyección de capital inicial proyectada para cada empresa va de US$ 50.000 a 250.000. Un 55% del paquete accionario quedará en manos de los emprendedores, y el restante 45%, en Quasar.
Participan del fondeo de QV, Emergence Capital Partners (uno de los más fuertes fondos de Silicon Valley) y un grupo de “estrellas” del emprendedorismo vernáculo, como Peter Kellner, cofundador de Endeavor; Martín Migoya y Guibert Englebienne de Globant; Wenceslao Casares de Lemon.com, Roberto Souviron de Despegar.com y Silvia Torres Carbonell, del IAE, entre otros.
Para Freire, Bilinkis y Casarino lo importante no son los proyectos sino la calidad de los emprendedores. Ellos afirman que las ideas no necesitan ser revolucionarias y surgen durante las reuniones con los equipos seleccionados. No se trata de cambiar el mundo sino de hacer buenos negocios