Cuando se habla de emprender, muchas personas me comentan “me encantaría emprender… si encontrara algo que me gustara realmente”.
Y es que, así como algunas personas tienen muy claro qué sector e incluso qué modelo de negocio es “el suyo”, muchos otros no lo tienen tan claro. Con frecuencia me encuentro con dos tipos de personas en este último sentido, las que tienen un montón de ideas y no saben por cual decantarse, y las que no encuentran nada que les guste lo suficiente.
Hoy quiero hablarles de alguien que, desde pequeño, tuvo muy claro a qué se quería dedicar.
Se trata del cocinero (mejor dicho, chef) británico Jamie Oliver. Y creo que su historia puede ser muy inspiradora o, al menos, interesante para todos nosotros.
Jaime fue un niño de los que padecía eso que llaman “fracaso escolar” (lo pongo entre comillas porque habría mucho que decir sobre esa expresión) debido a su dislexia diagnosticada.
Durante su infancia, Jamie pasaba horas en el pub que su familia tenía en Essex (él se llama a si mismo “el chico de Essex” y de hecho, sigue viviendo allí) donde servían comidas además de las típicas cervezas. Aprendió a cocinar muy pequeño y le gustaba tanto, que a los 8 años destacaba como cocinero y ayudaba en el negocio familiar.
Hoy en día es conocido y admirado mundialmente. Si habéis tenido oportunidad de ver alguno de sus programas os habréis dado cuenta de la auténtica pasión que siente por la cocina y por la comida. Se nota que hace algo que le apasiona, y se nota porque cuando alguien hace algo que realmente le gusta, la energía que transmite es muy poderosa, llegando a crear como ha sido su caso, un estilo propio, cercano, divertido y lleno de entusiasmo.
Este entusiasmo hace que continuamente esté desarrollando proyectos muy diversos y de contenido no sólo gastronómico, si no también social, (lo han llegado a llamar “gastro-activista”) como por ejemplo, conseguir que los menús de los comedores escolares británicos sean mas saludables, poner en marcha un proyecto para ayudar a que cada año 15 jóvenes marginales se reintegraran socialmente, enseñándoles a cocinar en su restaurante y convirtiéndolos en profesionales de los fogones, ya han seguido el programa formativo mas de 350 personas.
También se atrevió a llevar su revolución gastronómica a USA, creando una escuela para jóvenes con dificultades en el sistema escolar, por citar alguno de sus proyectos de calado social.
Y mientras, sigue desarrollando su compañía: programas para la televisión, libros, varios restaurantes, algunos de cocina ecológica, y enseñando a todos los que quieran a cocinar de una forma sencilla, con ingredientes de temporada y naturales. No hace falta decir que una dieta sana y natural nos ayuda a vivir mejor.
¿Quién se beneficia del trabajo de Jamie? Por supuesto él (El periódico The Sunday Times lo incluye como uno de los británicos más ricos menores de 30 años, lo que lo convierte en el chef mas rico del mundo), pero también muchas otras personas han mejorado su vida gracias a sus aportaciones sociales y a haber cambiado su alimentación tras seguir las pautas de Jamie.
Él ha encontrado su pasión y a ella ha dedicado todo su esfuerzo. ¿Y tú? ¿Has encontrado la tuya? ¿Cuándo has sentido por última vez que el tiempo se detenía mientras trabajabas en algo?
Isabel Gómez López : Coach Ejecutiva y Personal