Un abogado ofrece a los emprendedores contratos tipo prenupciales contra rupturas multimillonarias; pueden ayudar a empresas sociales a evitar peleas entre fundadores como las de Facebook y Snapchat.
Fundar un emprendimiento puede parecerse mucho al matrimonio: hay amor y emoción en los primeros días, pero muchos terminan en caóticas rupturas y demandas.
Es por eso que en Estados Unidos, un abogado ofrece a los nuevos creadores de startups un servicio que él llama «el acuerdo prenupcial del fundador».
Hace tres años, el abogado Nigel Austin comenzó a redactar disposiciones legales para emprendedores tecnológicos que siguen el modelo de los acuerdos prematrimoniales. Si el emprendimiento explota, todos están protegidos en papel.
A los fundadores de startups que contratan a Austin se les presentan distintos escenarios: ¿qué sucede si los fundadores no se llevan bien, si alguien tiene un accidente, quiere reubicarse, o quiere abandonar el negocio? Los acuerdos son formalizados. La participación y contribución de cada fundador queda por escrito.
Ser propietario de un 5% de un pequeño emprendimiento y ser dueño de un 5% de una compañía multimillonaria luce muy diferente, dice Austin. Muchas veces, las promesas de equidad que no están documentadas terminan rotas cuando los intereses aumentan.
«Las personas se reúnen y hacen una lluvia de ideas en una residencia universitaria o un hackathon y tienen una idea de negocio antes de que se den cuenta de quién es dueño de qué», dice. «Hay una ambigüedad inherente».
Austin actualmente asesora a 30 nuevas empresas. Un tercio de ellas han tenido problemas entre fundadores tras un año o dos.
«Están satisfechos de haber implementado algo», dice.
La mayoría de las nuevas empresas no lo hacen, y la mayoría de los fundadores nunca tendrán que encontrar la manera de repartir millones o miles de millones. Pero algunas de las mayores compañías de redes sociales han tenido grandes enfrentamientos entre fundadores que probablemente se podrían haber resuelto con un acuerdo prenupcial, como el que ofrece Austin.
Varios fundadores de Twitter fueron expulsados de la empresa y muchas veces se enfrentan entre sí. Otro de ellos quedó casi olvidado.
Facebook tuvo una pelea entre fundadores tan acalorada que fue el tema de la película The Social Network. Los hermanos Tyler y Cameron Winklevoss demandaron al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, pues dicen que les robó la idea de la red social cuando se le pidió ayudar a construirla. Eventualmente llegaron a un acuerdo por 65 millones de dólares. Y el cofundador Eduardo Saverin también llegó a un acuerdo en una demanda interpuesta contra Facebook por su reducida participación en la compañía.
Pero las luchas entre los fundadores de la aplicación social Snapchat podrían llevarse las palmas.
Reggie Brown ayudó a crear Snapchat en 2011 junto con los cofundadores Evan Spiegel y Bobby Murphy. Sin embargo, un mes y medio después de que Snapchat llegara a la tienda de aplicaciones, todo cambió para Brown. Según su abogado, Brown fue a Carolina del Sur para visitar a sus padres. Durante su ausencia, fue excluido de las comunicaciones electrónicas, y cambiaron sus contraseñas.
«Reggie no lo vio venir», dice a CNNMoney el abogado Luan Tran, quien ahora representa a Brown en una demanda pendiente en contra de sus ex cofundadores. Según Tran, la ruptura ocurrió durante una conversación por celular en agosto de 2011. Pero sólo unos pocos días antes de la llamada, Tran dice que Brown recibió un texto de Spiegel que decía «no estamos celebrando sin ti, hermano».
Brown pide una tercera parte de la empresa que dice que él ayudó a crear. El martes, Snapchat presentó una orden de restricción en contra de Brown.
¿Por qué Brown no consiguió un acuerdo prenupcial de fundador?
«No hay que olvidar que se trataba de tres hermanos de fraternidad… eran los mejores amigos», dijo Tran. «La última cosa en su mente era acabar sentados litigando»
Laurie Segal
Fuente: CNN Expansión