Si vas a emprender con tu pareja, lo más importante es coincidir con personas que aporten creatividad e innovación
Para muchos emprendedores resultaría muy duro trabajar a diario con su pareja. Serían muchas horas juntos, ya que además de la oficina también coincidiría con la otra persona en casa y el desgaste sería mayúsculo. Sin embargo no debería haber ningún problema para que una pareja iniciase un negocio juntos siempre y cuando cada uno de ellos aportase sus conocimientos y fuesen lo más profesionales posibles.
El fundador y director del Foro Recursos Humanos y Socios Director AZC Global, Fran García Cabello, recomienda que en primer lugar hay que escoger a profesionales, «que tengan pasión por lo haces, que sean creativos e innovadores», siendo capaces de poner su talento al servicio de la empresa. «Si esos profesionales son más cercanos o no, no veo problemas, siempre y cuando se sienten unas bases de profesionalidad», añade este experto en comunicación.
Montar un negocio con la ayuda de tu pareja tiene una serie de aspectos positivos como puede ser «la confianza y la posibilidad de intercambiar experiencias aportando y recibiendo directamente una visión realista y sincera». García Cabello cree que después de recibir esa respuesta la capacidad de reaccionar será mucho más rápida en una u otra dirección. En el lado opuesto de la balanza se encuentra en que «el roce hace el cariño» y conviene diferenciar entre la relación familiar y la profesional, algo que no consiguen todos. A la hora de decir las cosas de una manera directa se «supone que hay un código de comportamiento para que las opiniones no sienten mal», explica. Al final, de lo que se trata es de que haya un respeto por las dos partes.
A la hora de emprender con tu pareja sentimental, este experto considera que no se debe generalizar, ya que es mejor «estudiar cada caso». Hay muchos matrimonios «que colaboran o trabajan juntos y les va muy bien», defiende. En el supuesto de que no nos quede más remedio que montar un negocio con nuestra pareja sería importante delimitar las competencias y horarios de cada uno, concretando las tareas de uno y otro. Incluso se podría trabajar en distintos momentos para no coincidir físicamente en el trabajo.