Hoy empiezo de 0. Después de una dolorosa separación y tres niños que sacar adelante, me levanto un día y tomo la decisión que deseo algo mas para mi vida y la de los míos. Me concedo unos minutos antes de abrir el manual de vida que ahora leo todos los días (Biblia) y hacer una reflexión acerca de mi experiencia y como quiero convertirme en una mujer emprendedora.
Hace ya 10 años (febrero 1998) que inicié una nueva vida, sin un compañero al lado y con tres niños pequeños (Daniel de 5, Jessy y Paola de 10). Han sido años de momentos duros, ilusión, trabajo y por sacar adelante un proyecto de vida y emprender un camino hacia un proyecto de empresaria que completara mi formación personal. También era un reto difícil de afrontar tomando en cuenta que antes de esto mi deseo era la formación una familia y ser madre. Pero ahora tenia frente a mi no solo el reto de ser madre, formando tres pequeños, buena trabajadora para hacer frente a mi condición de jefe de hogar, sino también el desafío de crear un proyecto que me llevara a la creación de una empresa propia. Esto sí que ha sido difícil. He quebrantado un poco mi salud, afortunadamente mi familia y algunos amigos me ayudaron cuando mas apoyo necesite para cumplir mis metas.
Hoy mi tres hijos han crecido tienen 15 y 20 años (las gemelas) y son sostén de mi vida. Hemos logrado juntos muchas cosas, mi hija Paola se acaba de recibir de Chef y pedimos un préstamo y por fin empezamos nuestro sueño, pusimos un restaurante pequeño; aunque yo sigo laborando en la empresa de siempre, uso la hora del almuerzo para ayudarles en el restaurante, mi otra hija estudia economía por las noches y en el día trabaja en el restaurante, mi hijo Daniel esta en secundaria y hace los quehaceres del hogar para colaborar con el proyecto, es duro pues no tengo tiempo de nada en las mañanas me apresuro mas de lo normal, vengo al restaurante a dejar a las chicas y ayudarles a limpiar antes de abrir, luego me voy a mi trabajo, en el cual tengo muchas responsabilidades pues soy administradora, al mediodía voy de nuevo al restaurante por que la hora del almuerzo es la mas fuerte, regreso como a las 2 p.m. a mi trabajo y al final de la tarde vuelvo a ir al restaurante ayudarles a cerrar y dejar recogido.
Yo no quiero galardones, lo que deseo es ver en paz y felices a mi hijos y tener yo una vida tranquila y realizada. Tener a quien me quiera y querer yo. Me siento contenta de poder hacer lo que me gusta, aunque aun tengo sueños por alcanzar, porque mi verdadera meta no es el restaurante sino una cafetería.
Para las mujeres que trabajamos, que tenemos a cargo una familia y estamos solas sin un compañero, las cosas no son fáciles, te ponen trabas cuando necesitas un préstamo y unos intereses enormes, sin embargo con la ayuda de Dios y el deseo de surgir siempre se puede salir adelante.
El hecho de haber tenido que luchar siempre por lo que quiero, el hecho de quedarme sola con tres niños pequeños, de sentirme casi destruida por un divorcio doloroso y otras presiones que la vida me hizo pasar, me enseñaron a tener una actitud de emprendedora a tener mas valor para enfrentar la vida y ganarme un lugar como mujer emprendedora en este mundo que hace una gran diferencia entre hombres y mujeres.
Tengo bien definidas mis prioridades: yo, mi familia, mi carrera, mis amigos y el mundo. Ahora soy un poquito egoísta he aprendido que puedo sonreír y que mi salud es importante para vivir. No puedo cuidar de los otros si no cuido bien de mí. Cuando tu te sientes bien tu alrededor esta bien.
Aunque ahora estamos haciendo un gran esfuerzo para sacar adelante el restaurante (6 meses) sabemos que veremos premiado nuestro esfuerzo, ya en este lapso dos empresarios nos han ofrecido una sociedad, lo cual hay que analizar y saber si es el momento correcto.
Como dije antes no he terminado, que voy a seguir luchando porque mis hijos anden su camino sin olvidar el valor de cada uno, que sean selectivos pero al mismo tiempo compasivos, que cuiden lo que tienen pero que sepan compartir, que sean amables pero firmes y que siempre sean personas justas. Por otro lado continuar con mis proyectos personales además de mi sueño de la cafetería, soy consejera y acabo de terminar de escribir un libro el cual si Dios quiere voy a publicar.