Los primeros pasos que recorre un emprendedor son esenciales para cimentar los pilares que harán posible la transformación de una idea en una empresa sólida y rentable.
El camino del emprendedor no es sencillo; por el contrario: es arduo y requiere por parte de quien lo encare una alta dedicación y, fundamentalmente, amor por lo que hace.
Emprender con éxito no es producto del azar. Los primeros pasos que debe dar el emprendedor, y los más importantes, son los que determinarán la supervivencia o el fracaso del proyecto. Es posible resumir estas medidas esenciales en seis pasos:
1. PASION. El primer paso del emprendedor es hallar aquello que lo apasiona y motiva, para que dicha pasión marque el rumbo de su negocio y contribuya a darle forma al emprendimiento. Si su objetivo es solamente ganar dinero, o verse libre de las estructuras que Ie impone la relación de dependencia, difícilmente llegará a buen puerto.
2. SOCIOS. El siguiente paso es la búsqueda de socios adecuados (o coofundadores). Es importante analizar con detenimiento quién o quiénes serán los compañeros de ruta a lo largo del emprendimiento. Un buen socio es aquel que complementa los conocimientos, ideas y pasiones del emprendedor. Contar con el socio correcto es como tener un buen matrimonio. Cuando no funciona, el resultado puede ser tan malo como un desafortunado divorcio con hijos.
3. TALENTO. Los talentos que el emprendedor atraerá y de los cuales se rodeará serán un componente esencial para aumentar las posibilidades de éxito de su emprendimiento. La idea del proyecto puede ser excelente, pero solo se convertirá en realidad si existe ejecución. Esto solamente es posible teniendo un equipo capaz que destine toda su energía y habilidad a alcanzar dicha meta. Las personas son la clave de la conformación de un equipo que trabaja en pos de un mismo desafío. Y este concepto integra tanto la energía colectiva como los talentos y habilidades individuales. La suma de todas las capacidades y esfuerzos individuales, junto al espíritu y visión de los líderes del proyecto, da como resultado una capacidad innovadora sin límites, donde las personas constituyen el verdadero valor agregado. El emprendedor debe poner su energía cubriendo las deficiencias de un equipo chico, explicando la visión y siendo un ejemplo a seguir. La misión más importante del emprendedor será atraer a las personas y retener los talentos más valiosos, rodeándose de quienes son los mejores en lo que hacen, inspirando la creatividad e innovación en cada uno de los integrantes de su equipo. Dependiendo de quién ascienda en la compañía, y de qué valores y ejemplos imponga el emprendedor, se irá formando la cultura de la firma, una parte clave para los siguientes pasos de una empresa.
4. INVERSORES. El cuarto paso es encontrar los inversores indicados. Es preferible que quienes apuestan al emprendimiento sean personas que no busquen “hacerse ricos” rápidamente, sino que apoyen el proyecto y el equipo por creer en su solidez, y conocer y entender la pasión del emprendedor, quien debe ser capaz de imaginar cuáles serán las reacciones o el comportamiento de sus inversores en los momentos clave y, a veces, “difíciles”, que sin lugar a dudas existirán. A menudo son estos los momentos de inflexión en las compañías, a partir de los cuales las empresas crecen o, por el contrario, terminan muriendo.
5. TENACIDAD. Comprender que la tenacidad del fundador marcará la capacidad de éxito por sobre todas las cosas. Desde ya que la suerte juega un rol, pero es una incógnita que no se puede predecir de antemano. Sólo el trabajo, la dedicación, el amor por lo que hace y la perseverancia lo guiarán, tarde o temprano, hasta el sitio que anhela alcanzar.
6. EQUILIBRIO. Los emprendedores suelen ser apasionados y, por ende, corren el riesgo de nunca dejar de trabajar. Sea que haya alcanzado el éxito esperado o aún no, el emprendedor no puede olvidar los otros aspectos importantes en su vida, que son los pilares que lo mantendrán con una cabeza sana y los pies sobre la tierra. Tiene que reservar tiempo para estar con su familia, compartir espacios con amigos y practicar el deporte que Ie guste o cualquier otro hobby que Ie interese. Todo emprendedor debe recordar que nadie murió pensando que debería haber pasado más tiempo en su oficina.