Dos jóvenes franceses de 25 años están a punto de lanzar en México una bebida energizante que ya tiene éxito en Italia. Coca-Cola los quiso comprar, pero rechazaron la oferta. Su apuesta: conquistar con su producto Brasil, Colombia, Estados Unidos, España y China.
Elsa Pena Ruiz y Amaury Chevallier, dos jóvenes franceses de 25 años, se han dado un lujo del que pocos pueden presumir: decirle que no a Coca-Cola. Con el lanzamiento de una bebida energizante de varios sabores quieren enamorar a los mexicanos para después ir por otros mercados de América Latina, Estados Unidos, Europa e, incluso, China.
La startup de Elsa y Amaury se llama Outox. La idea nació de dos científicos belgas que elaboraron una bebida de fructosa como antídoto para la borrachera. En 2005, esta idea fue comprada por el francés Maurice Pena Ruiz, quien lanzó el concepto en Francia en 2010.
Sin embargo, Maurice sufrió la censura del mercado francés por considerarle un incitador al consumo excesivo de alcohol para los conductores.
El tiempo pasó sin pena ni gloria hasta que, en 2013, su hija Elsa, quien ya trabajaba en el seno de la empresa familiar, tomó por completo las riendas del negocio. Tras reflexionar y estudiar la lluvia de ofertas recibidas del extranjero para introducir su bebida, Elsa inició con la idea de renovar el concepto de la marca y lanzar el néctar de sabor multifruta a nivel mundial.
Además de Elsa y Amaury, la empresa tiene un equipo de cinco agentes comerciales en Italia. Con este poco personal, la startup ha logrado un volumen de negocios de 300,000 euros (333,510 dólares), luego de un año de ejercicio, tras una inversión inicial de 400,000 euros (444,680 dólares).
“Sabemos que alcanzaremos nuestra rentabilidad rápido. Por tanto, estamos tranquilos de nuestro primer resultado anual”, dice Pena Ruiz en entrevista durante el Gran Premio de Francia de MotoGP.
Pero más allá de su retorno de inversión, el principal logro de esta startup es haber atraído a la principal refresquera del mundo y haberla rechazado.
“Coca-Cola nos ha hecho una propuesta de compra, lo que debe decir que algo bueno estamos haciendo, pues se trata de un ‘monstruo’ del mercado internacional”, dice Elsa, quien explica por qué le dijeron “No”:
“No hemos aceptado porque creemos en nuestro proyecto personal. Es fácil recibir un cheque con unos cuantos ceros, pero hemos apostado por luchar por nuestra empresa y crear una red profesional internacional, lo que implica también confiar en otros profesionales en países distintos al de uno. Nada evidente, pero de eso se trata: de creer e innovar.”
La ejecutiva afirma que tienen en sus manos “un producto único y de gama alta”, que cuenta con un ingrediente primordial que es “el Rolls Royce de la fructuosa”. Por eso, dice, su precio es superior al de cualquier otra bebida enlatada.
Aterrizaje en México y… más allá
México seduce a las startups, incluso de otros países. Una encuesta realizada en enero por Santander GBM revela que México es el país latinoamericano que obtendrá el mejor desempeño financiero durante 2015 y será el más atractivo de la región.
Es una de las razones por las cuales Elsa y Amaury vienen con su producto a México. “México es, sin duda, la puerta de entrada al mercado latinoamericano, y muy importante para los que somos jóvenes emprendedores”, afirma Pena Ruiz.
“Nosotros nos hemos basado en el hecho que México es el primer país en el mundo consumidor de bebidas azucaradas”, explica la CEO de Outox.
La bebida, que ya está posicionada en Italia, será lanzada a finales de junio de este 2015 en México, cuando inicia el periodo estival y la temporada alta. Contarán, de inicio, con 800 empleados en el área comercial “para poder estar presentes desde las grandes superficies en las principales ciudades, a los quioscos en los pueblos más recónditos”, dice.
Lejos de lo que podría pensarse, la experiencia de estos emprendedores para iniciar su negocio en México es muy positiva. Pena Ruiz comenta: “Si lanzarnos en Italia nos tomó dos años entre licencias y trámites, para México, que es un mercado muy fuerte y organizado, todo ha sido gestionable en unos cuantos meses, de lo que estamos muy satisfechos”.
La empresa francesa, que cuenta con un distribuidor mexicano ubicado en Chiapas, fabricará su producto 100% en México, con su receta secreta, que ellos denominan la ‘black box’, que se basa en una mezcla de vitamina C y fructosa. Su primer producción estará compuesta de un millón 500,000 latas.
“Es poco para un mercado tan gigante como el mexicano, pero eso es sólo para comenzar. Al contar con un año de experiencia y consolidación en Italia, que es un mercado tan exigente como el de México, ya sabemos cómo vamos a organizarnos para el buen posicionamiento de nuestro producto, que además va tener una identidad propia en cada país que lo lancemos de ahora en adelante, sin por ello cambiar la receta”, dice Pena Ruiz.
Pero los jóvenes emprendedores tienen la mira puesta en muchos más países y regiones. “Luego de México, nos encontramos en el proceso de breve lanzamiento en Brasil y Colombia. A nivel de Europa, en Francia y España. También están en marcha Estados Unidos y China, entre otros países”, asegura.
Pese al entusiasmo, Elsa tiene claro que tendrán que pasar varias dificultades para lograr sus objetivos. “Esto no es una gestión de la noche a la mañana. La firma nació hace ya 10 años, y hemos sufrido incluso un gran golpazo al inicio por un problema de la comunicación e imagen de nuestro producto, sin contar lo engorroso de los permisos y licencias de cada país, pero vamos optimistas y confiados”.