Incertidumbre, soledad, financiamiento, visión corporativa y arduos procesos de toma de decisiones.
Algunos desafíos de los nuevos emprendedores no cambian, independientemente del rubro o la experiencia. ¿Cuáles son?
El emprendedorismo no viene solo. Junto con la autonomía, la libertad creativa y la satisfacción personal llega un paquete enorme de desafíos. Sí, la mayoría gratificantes; pero desafíos al fin y al cabo. Establecer una marca nueva luego de un proyecto exitoso, ajustarse a la competencia y mantener el balance entre innovación y ganancias son algunos de los que enfrentan los emprendedores más avezados. En cambio lo nuevos emprendedores suelen enfrentarse a desafíos enfocados en el balance entre vida personal y trabajo, en aprender a manejar los horarios flexibles del emprendedor o en armar de cero un red de contactos. Los desafíos del nuevo emprendedor o del emprendedor joven son muy diferentes a los del emprendedor serial o el que ya tiene apuntados algunos éxitos comerciales.
Abandonar el trabajo o la carrera
Es cierto que algunos emprendedores se las arreglan para mantener el antiguo trabajo y al mismo tiempo dedicarle el tiempo suficiente al proyecto nuevo. Lo mismo vale para los estudiantes, algunos pueden mantenerse enfocados en los estudios y no descuidar su emprendimiento. Más aún si sus estudios se relacionan con el proyecto de negocios, que no siempre es el caso.
Pero la mayoría de los emprendedores nuevos, que no tuvieron tiempo suficientemente para armar una base económica sólida, posiblemente estén dejando todo para emprender. Algo doloroso pero necesario. Alejarse de un puesto estable, promisorio y de larga proyección no es nada fácil y es posiblemente la primera y más difícil de las decisiones de todo emprendedor sin o con poca experiencia.
La mejor manera de encarar el problema es poner en la balanza las ganas de emprender, la lectura de mercado y el análisis costo-beneficio y ver cuál es el resultado.
Financiamiento
Las buenas ideas sobran, lo que falta es el dinero y el capital humano para llevarlas a cabo. El financiamiento es uno de los desafíos más comunes para el emprendedor novato porque no tiene experiencia ni red de contactos: sólo una idea de negocio. Por lo general, los nuevos emprendedores se vuelcan a sus ahorros o desvían otro flujo de capital personal a la nueva empresa. Otros optan por métodos menos ortodoxos como el crowfunding o el apoyo de iniciativas estatales para emprendedores. Lamentablemente, en ningún caso es sencillo.
Armar equipos y networking
Hay pocas cosas tan difíciles como emprender solo. En particular para el emprendedor que recién llega a la gran familia del emprendedorismo, porque no tiene creada una herramienta esencial: su red de contactos. Lo mismo vale para el armado de equipos. El emprendedor posiblemente sea un ex trabajador en relación de dependencia que no tiene experiencia en el armado y la gestión de equipos. Como tampoco de la gestación de una cultura de oficina.
La solución es comenzar a trabajar el networking antes de emprender, cuando recién estemos evaluando la idea. Asistiendo a conferencias o eventos de emprendedores por ejemplo o usando redes sociales como LinkedIn. El armado de equipos es un arte antes que una ciencia y se necesita de práctica y mano firme para lograr un dream team en la compañía.
Ser el jefe es más difícil de lo que parece
Cuando un emprendedor se escapa de las garras asfixiantes de la relación de dependencia puede verse tentado a creer que ahora es todo creatividad y libertad. Nada más lejos de la realidad. Ser el jefe es un trabajo difícil y estresante. El emprendedor que lidera es el encargado de encontrar soluciones creativas a las amenazas de la competencia, de solucionar los conflictos entre el equipo de trabajo y de supervisar casi todas las facetas del negocio. Para alguien sin experiencia previa en despidos o toma de decisiones unilaterales, como un emprendedor novato, esta puede ser una tarea muy complicada.