Entre sus múltiples conferencias, quedan muchas reflexiones que cabe mantener y recordar. Hoy nos centramos en sus reflexiones sobre su faceta emprendedora. La primera pregunta que debe uno hacerse es “¿Quieres perder el resto de tu vida vendiendo agua edulcorada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?”.
Jobs tenía muy claro como enfocar el éxito “soy la única persona que sabe perder un cuarto de millón de dólares en un año. Es muy constructivo”. Aunque suene a tópico, el dinero era secundario, él quería “ir a la cama por la noche diciendo que hemos hecho algo maravilloso… Eso es lo que me importa”.
Uno de sus momentos claves fue su salida de Apple, Jobs aseguraba que “La pesadez fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé una compañía llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa”.
Sobre cómo abordar las ideas Jobs manifestaba que “a veces cuando innovas, cometes errores. Es mejor admitirlos rápidamente, y seguir adelante apostando por tus otras innovaciones”. Unas ideas que debían mantener la calidad porqué es “más importante que la cantidad. Un ‘home run’ es mucho mejor que dos dobles”. Jobs afirmaba con contundencia “Ten un criterio de calidad. Algunas personas no lo usan para crear el ambiente de excelencia que se espera”. Y sobretodo anticiparse al usuario. “Puedes preguntarle a los clientes qué es lo que quieren y después intentar dárselo. Para cuando lo tengas construido, ellos querrán algo nuevo”.
Al final, todo se resume en una manera de entender el trabajo. “La única forma de hacer bien un trabajo es amando lo que haces. Si todavía no lo has encontrado, sigue buscando. No desesperes. Como en el amor, sabrás cuando lo has encontrado”.
fuente: Finanzas.com