- Nutre tu espíritu. El mundo actual nos ha orillado a dejar a un lado nuestra parte espiritual. Nuestra vida gira en torno a sucesos externos, y te puedo asegurar que nuestros resultados son un reflejo de como estamos internamente. Es sumamente trascendental que nutras tu espíritu, este es el combustible que nos ayuda a lograr nuestros sueños. He descubierto a lo largo de estos años que mis etapas más productivas provienen de los momentos en los que dedico mi tiempo y mi mente a alimentar mi parte espiritual. Esta es la piedra angular del emprendimiento exitoso.
- No dejes de aprender. Abandoné la escuela a los 19 años, pero nunca dejé de aprender. Alimentar tu cerebro es un componente sólido para lograr la felicidad. Yo diría que la clave de mi éxito proviene de mi constante preparación. Así que, mantenerte siempre aprendiendo es la fórmula inevitable de tu crecimiento, es decir tu conocimiento es directamente proporcional a tus resultados. Siempre busca formas de dar más de lo que se espera de ti. Rétate a ti mismo. Nunca dejes de aprender. Abre tu mente y recuerda: No hay nada que no puedas hacer si tienes la firme convicción de lograr el éxito. Cuando los demás vean obstáculos, busca y genera oportunidades. Sueña, piensa y actúa en grande.
- Da sin esperar nada a cambio. Tal como lo dijo John F. Kennedy en su discurso celebre… “No preguntes que puede hacer tu país por ti, tampoco preguntes que puede hacer la gente por ti, más bien pregúntate que puedes hacer tú por tu país y por su gente”. Esta es una de las mejores lecciones que he aprendido en mi vida, tu misión debe ser la de ayudar a otros y dejar este mundo mejor de como lo encontramos. La clave está en dar, siempre y cuando venga del corazón. Cuando das sin esperar nada a cambio nuestra vida se torna llena de bendiciones. Agradece lo que tienes, incluso esas cosas que damos por sentado. Dar, también nos permite contribuir a algo más grande que nosotros mismos. Sea lo que sea y sin importar nuestra creencia (Dios, un poder mayor, el universo, ley de la atracción o karma), esto va a impulsar notablemente tu éxito.
- Las relaciones son todo en la vida. Cuida a las personas que han estado contigo en las buenas y en las malas. Mejora tu conexión con tus seres queridos. Ellos nos enseñan cómo ser mejores personas, y cómo convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Tal como lo expresó Dale Carnegie en su obra maestra “Como ganar amigos e influir en las personas”; la vida se trata de construir amistades y transformar la vida de esas personas a través de tu ejemplo. Tu misión en esta vida debe ser el influir positivamente en la vida de millones de seres humanos y la mejor forma de hacerlo es construyendo grandes relaciones.
- Ponte en paz con tu pasado. “El ayer es historia, el mañana es un misterio, sin embargo el ahora es un obsequio, por eso se llama presente”. No dejes que tu pasado afecte tu presente. Acepta tus errores y aprovecha sus lecciones. Moverte hacia adelante es la clave. El pasado únicamente fue un cumulo de lecciones que necesitabas aprender. Lo importante es que te vuelvas a poner de pie. Ése es el principal secreto de la vida: Todos los seres humanos tenemos derecho a caer, pero tenemos la obligación de levantarnos.
- Deja de preocuparte por lo que los demás piensan de ti. Vive de tal manera que si alguien habla mal de ti, nadie pueda creerlo. No sucumbas a un mundo en el que constantemente te consumes preguntándote qué piensan las demás personas de ti. La gente nunca está conforme. Lo importante es lo que tú piensas de ti y si estás proyectando una vida de la que puedas sentirte orgulloso. Recuerda que a nadie debes entregarle cuentas. Tu vida te pertenece y las decisiones que tomas también. Al escribir la historia de tu vida no dejes que nadie más sostenga el lápiz.
- Sigue tus pasiones, sigue tu sueño. Llegamos al último punto y esta es la razón por la cual nos atrevemos a emprender: Conseguir nuestro sueño. Esta fue la razón por la cual me atreví a emprender, hoy te puedo decir que mi sueño es mi “porqué”. Muchos olvidan cual es su “porqué” en la vida, creyendo que el dinero y la riqueza son nuestro sueño. No hagas del dinero tu meta. Mejor, persigue las cosas que amas hacer y hazlas tan bien que las personas no puedan quitarle los ojos de encima a tu trabajo. Esto traerá consigo al éxito. Persigue tu pasión, ve tras eso que te hace feliz. El dinero y la fortuna, son solo una parte de la recompensa que trae la vida a aquellas personas que se decidieron seguir sus pasiones y cumplir su sueño.
autor: Arturo Quijano
fuente: Negocios y Emprendimiento