Israel es un país que, a pesar de su escasa población y tamaño, se ha convertido en un referente de innovación y emprendimiento de éxito. Las empresas del país hebreo han conseguido situarse a la vanguardia del desarrollo tecnológico gracias a su mentalidad de no tirar nunca la toalla.
El experto Joseph Steinberg ha escrito en Inc.Magazine un artículo en el que se hace referencia a las seis grandes lecciones que brinda Israel a cualquier emprendedor y que concluyó a raíz de un debate con el CEO de Zula, Hillel Fuld, según ha destacado el portal MBA.
1- Productos que resuelven de verdad los problemas de los consumidores:
Las compañías israelíes se centran desde el primer momento en dar una solución efectiva a los clientes. Como ejemplo, se podría mencionar a Taboola u Outbrain, dos firmas que están muy presentes en la vida en Internet en cualquier parte del globo.
2- Llegan al cliente adecuado:
Estos emprendedores saben cómo dar en el clavo. Crean productos que saben perfectamente a quién van a ir dirigidos. Fuld pone como ejemplo a la app Fitness22, que sin hacer una gran inversión ha logrado tener millones de descargas.
3- Los factores externos no afectan a los proyectos:
Israel se encuentra en una región en la que la inestabilidad ha ido ganando terreno en los últimos años. Además, desde su creación, ha estado expuesto a una situación de conflicto con la que sus ciudadanos han aprendido a convivir. Así las cosas, los emprendedores israelíes han aprendido a lidiar con estos problemas y a que los factores externos no afecten al desarrollo de un nuevo proyecto.
4- Nunca dejan de construir:
Estos emprendedores no buscan un proyecto exitoso con el que retirarse, sino que una vez consolidan una compañía, se lanzan a seguir avanzando con el desarrollo de nuevas ideas.
5- Se renuevan con regularidad:
La sociedad israelí respeta el descanso del sábado, el Sabbat. Este parón les ayuda a regenerarse, a desconectar y a comenzar la nueva semana llenos de energía.
6- Todo el mundo tiene voz:
Los israelíes tienen una mentalidad muy participativa. Nada les amedrenta y dan su opinión cuando consideran que es necesario, aunque tenga que ser ante una figura situada en lo más alto de la jerarquía empresarial.