Las incubadoras de empresas son uno de los proyectos más innovadores que han respondido a la demanda del siglo XXI, ofreciendo insertar inversiones en empresas que, normalmente en instituciones financieras, tienden a rechazarse por que el riesgo que toman es demasiado alto. Estas incubadoras no tienen miedo, insertan dinero en la carretera de la innovación queriendo desarrollar productos que puedan respondan a la demanda social pero algo está pasando.
Damos dinero sin riesgos
Estoy percibiendo un ambiente de querer agarrar el codo cuando las incubadoras dan la mano..y estas se dejan. Pero puestos en términos mucho más simple: estamos relajando la capacidad de tomar riesgos por parte de las empresas, le estamos malcriando dándole solo dinero antes que desarrollen completamente una idea.
Esta idea no es mía, la tomé prestada de Nassim Taleb cuando no sabía explicar el gran número de empresas que desaparecen por que no desarrollaron su idea por falta de financiamiento. El ambiente en el cual he crecido indica que antes de solicitar inversiones debías desarrollar completamente la idea (no la plataforma, ¡ojo!) y luego dejar ingresar al inversor; o pregunto, ¿alguien sabe si Facebook ingresó en un concurso de ideas para ganar financiamiento? ¿Acaso sabemos que Twitter durante su crecimiento dio prioridad al plan de negocios?
O uno clásico: antes de tener una idea y un producto desarrollado, ¿Microsoft fue a solicitar una ronda de inversiones para sostener su proyecto, dando más prioridad a su plan de negocios?
Emprendedores flojos
Este relajamiento de tranquilo, si fracasas no pasa nada es una falacia que no ayuda a nadie. Cuando un agricultor vende por adelantado sus cosechas y ocurre un inconveniente que no le permite cumplir con sus obligaciones, debe dar la cara y asumir sus responsabilidades. Esta es una realidad. ¿Por que las startups deben ser distintas?
Algo que siempre veo
Las startups (Pymes en idioma local) deben ser definidas por una idea y no por un producto o por que debemos solicitar ronda de inversiones antes de tener listo algo; últimamente llegamos al grado de la relajación en la cual llamamos a una conferencia de prensa para presentar una batería de ideas que ni siquiera está definida.
Y en dicha conferencia llamamos a una ronda de inversores que deseen suministrar recursos para continuar con la misma. Hasta tenemos los cargos completamente definidos (CEO, CTO, COO, etc) para que luego de 6 meses, lamenten informar sobre el cierre de la empresa por falta de fondos. ¿Y la idea? ¿Tomaste los riesgos para desarrollar tus ideas?
La idea, luego el dinero..
El problema de iniciar con el financiamiento también pasa con que empezamos a darle una importancia más grande al plan de negocios antes que a nuestra idea. Es decir, nos convertimos en prostitutas jurídicas; eso es, también una preocupación por parte del inversor, que hoy día ha relajado su monitoreo y empieza a invertir solamente por que el amigo le invita a hacerlo, sin siquiera conocer o analizar la idea que se desarrolla. Las startups se están haciendo flojas.
Cuando los concursos omiten verdades
Los concursos que promueven a las startups son necesarios por que entregan una imagen positiva de un país preocupado por una realidad: las empresas son el engranaje de la economía nacional.
Pero, nuevamente hay un relajamiento por parte de inversores que no toman el riesgo, sólo invierten en la idea ganadora; en un concurso se presentan ideas geniales e ideas horribles; cuando solamente gana una, que usualmente es aquella idea adaptada a la realidad social actual, damos un mensaje equivocado que el resto está descartado.
Entonces..
¿Qué pasa con aquellas ideas futuristas que no responderán a la actualidad pero si al futuro? Estas son cosas que se debe corregir del lado inversor para que las incubadoras realmente alcancen una sostenibilidad financiera a largo plazo: invirtiendo en ideas, no en productos.
¿Y Uber, Spotify, Airbnb?
De nuevo refuerzo el tema central: desarrollar la idea antes, arriesgar y luego pedir inversión. Por que, si bien una persona ha puesto dinero en tu rueda financiera, hay que considerar que estás usando dinero ajeno. Eso entienden bien las empresas que actualmente se encuentran en auge y antes de pedir demasiada inversión, ven la manera más creativa de solucionar sin endeudarse.
¿Y en donde se debe reforzar?
Hacerlos valorar el riesgo: Tomar el riesgo implica exponerle a riesgos más grandes a inversores y emprendedores. Cuando usamos la frase en el riesgo, están las ganancias, nos referimos a ello.
Sofisticar la idea: Un plan de negocios solo es necesario cuando la idea (de nuevo, no el producto) está completamente desarrollada. Hay que enseñarle al emprendedor que el riesgo de fracasar es algo bueno, no estigmatizarlo y ponerlo como una opción no válida, solo para hacerlo figurar en nuestro perfecto plan de negocios.
Determinación: menos charla motivacionales y más entrenamiento que afiance la determinación para finalizar una idea.