Si existiera un libro con el manual de la idea innovadora de negocio y de mayor éxito, tardaría muy poco en tener sus hojas en blanco.
La velocidad a la que internet expande la información sobre el planeta, haría que en 15 segundos alguien la copiara. O más rápido aún: bastaría entrar en Google con la frase “Ideas de negocio innovadoras” para encontrar cientos de ideas que no necesariamente están probadas.
Si lo que buscamos es nuestra propia creatividad, algo nuestro, diferenciado e innovador, podemos reflexionar no tanto sobre encontrar esa idea “genial” sino ir a las fuentes donde podremos imaginar esas soluciones que buscamos.
Generalmente las ideas son las precursoras del negocio. La idea se convierte en negocio. Surgen por diferentes vías y aunque algunas de ellas se pierden en el camino, las demás se pueden convertir en el embrión del negocio o derivar hacia algo realmente innovador.
En este post te presentamos tres fuentes de ideas: Las tendencias socio-económicas, la observación del entorno y el análisis de lo cotidiano.
Podrías añadir la inspiración, tu propio “eureka”, pero sinceramente, confío más en los datos y hechos, que no en las musas, que haberlas, haylas.
A.- Algunas tendencias socio-económicas
Un mayor deseo en las personas por sentirse y verse bien y, como consecuencia de una mayor esperanza de vida, por ir al gimnasio y al spa, por seguir diversos tratamientos de belleza o relajación, y por buscar nuevas formas de combatir el estrés.
Un mayor deseo de mantenerse saludable y consecuentemente, por consumir alimentos saludables, ´light´, y hacer ejercicio.
Un crecimiento exponencial en el comercio electrónico (debido entre otras cosas al aumento del número de usuarios de Internet, al mayor acceso a las tarjeta de crédito, y a la popularización de las tarjetas prepago que permiten comprar por Internet simulando una tarjeta de crédito).
Una mayor preocupación en las personas por el cuidado del medio ambiente y, como consecuencia de ello, un aumento en el consumo de productos y servicios ecológicos.
Un mayor consumo de productos tecnológicos (debido entre otras cosas a la gran cantidad de aplicaciones de tecnología novedosa que salen al mercado cada vez con mayor frecuencia). Sin olvidar que el término comprar está cediendo paso al pago por uso.
Un aumento de la población de adultos mayores (y un menor tiempo en las personas para darles el cuidado y la atención necesaria).
Un mayor deseo en las personas por consentir a sus mascotas, por comprarles toda clase de productos y por procurarles toda clase de servicios que mejoren su existencia.
Tendencia a simplificar todo, eliminando retrasos en búsquedas, lecturas. Vivimos un mundo audiovisual cada vez más dominado por la IA.
B.- La observación del entorno
Observar la ciudad, los edificios, el mobiliario, los vehículos, las comunicaciones, la naturaleza, las personas de nuestro entorno. Conociendo bien el terreno nos será más fácil encontrar el camino.
Una variante de la observación es la copia. Copiar es lícito, ´fotocopiar´ no (y además puede ser ilegal). Copiar es asumir una idea, mejorarla añadiendo valor, o sencillamente modificando la aplicación práctica de esa idea, tecnología o producto.
De nuestra observación, saldrán ideas organizativas como crear o mejorar un servicio. asesoramiento, ayuda, consultoría acompañamiento, en definitiva, nuevos servicios. Es muy probable que en esa búsqueda encontremos negocios que podríamos realizar desde casa, al menos inicialmente.
Y también aparecerán ideas tangibles como bienes y productos o utensilios que no existen o se pueden mejorar sensiblemente.
Para no perdernos en un ámbito amplio y complejo, podemos elegir previamente algún SECTOR o sectores que ya conocemos o en el que tenemos alguna experiencia previa.
C.- Análisis de lo cotidiano
Los seres humanos modernos vivimos en un entorno acelerado, donde cada uno nos vamos creando rutinas que -sin ser las mejores- nos hacen sobrevivir o ahorrar tiempos.
Cuando analizamos en profundidad esos comportamientos rutinarios de la sociedad actual, empezamos a descubrir que muchos de los procesos son muy mejorables. Y ahí es donde podremos encontrar soluciones que parten de un concepto de necesidad aún no descubierta por las personas. Esa necesidad aún no percibida se convierte en nuestra oportunidad de aportar algo interesante, “comprable”, que conforme nuestra idea de negocio.
Cuántas veces han surgido ideas geniales simplemente imaginando lo imposible! Hoy disponemos de tecnología suficiente para acercar esa ciencia-ficción –ese imposible– a una realidad en el tiempo y que no nos pase lo que a Julio Verne o Leonardo da Vinci.
Para iniciar la localización de una buena idea de negocio, yo empezaría con una batería de preguntas individuales:
¿Es eso lo mejor que se puede hacer?
¿Puedo añadir o eliminar algo para que sea más atractivo?
Y no nos asustemos de las barbaridades imposibles que se nos ocurran: ¡Ahí puede estar la semilla de mi gran idea de negocio!