La inversión en Venture Capital en España ha aumentado cerca de un 300% en los últimos dos años, pero todavía queda de consolidar el emprendimiento para contar con una startup de escala que supere la valoración de 1.000 millones de dólares.
Los unicornios eran animales fabulosos que fingieron los antiguos poetas, de forma de caballo y con un cuerno recto en mitad de la frente. En noviembre de 2013 Aileen Lee de Cowboy Ventures defino bajo este término a las startups que superan la valoración de 1.000 millones de dólares en alguna de las etapas de su proceso de levantamiento de capital debido a las altas expectativas que los inversores tienen sobre ellas. Según Aileen, estos “unicornios” solían ser un mito o una fantasía, pero ahora son realidad.
Uber, AirBnB o DropBox son sólo algunas de las compañías que así lo reflejan. Nacidas al amparo de una nueva generación de tecnología disruptiva, los unicornios arrancaron en Europa a partir del año 2010 y en sólo cinco años se han creado un total de 34 con una inversión en Venture Capital (VC) de 25,2 billones de dólares. Pese a esas cifras, todavía el continente europeo está lejos de alcanzar a la auténtica cuna de los unicornios, Estados Unidos, donde en el mismo periodo de tiempo han nacido 128 con una inversión de 222 billones.
Por lo tanto, en número de unicornios total e inversión en VC la economía estadounidense sí que aparece adelantada respecto a la europea. Sin embargo, el capital invertido desde 2010 es cerca del doble de eficiente en Europa, donde se ha producido un unicornio por cada 741 millones de dólares invertidos, mientras que en EEUU han sido necesarios 1,7 billones de inversión en VC para la creación de uno. Una diferencia aún más significativa si se tiene en cuenta que Europa y EEUU tienen un PIB similar, aunque la población europea es un 60% superior a la estadounidense.
Ésta es una de las principales conclusiones del estudio que ha presentado hoy Liz Fleming, VP International de Spain Startup, y única persona perteneciente a la red de Kauffman Fellows en España que analiza, por primera vez, la inversión en Venture Capital en Europa y mide su influencia real en la creación de empresas tecnológicas de escala, los unicornios.
Para la elaboración de este estudio se ha analizado el agregado de los datos de las startups que han conseguido una valoración mayor de 1.000 millones de dólares desde 2010 en EEUU y Europa tirando de las fuentes más relavantes; Aileen Lee, “The Unicorn Club,” CB Insights: The Unicorn List, Techcrunch Unicorn Leaderboard, y GP Bullhound “European Unicorns: Do They Have Legs?”. El informe también profundiza en la inversión en VC en España y en los Limited Partners (LPs), quienes apuestan por el sector, para lo que se ha realizado entrevistas con el Fondo Europeo de Inversión (FEI), el FONDICO – Global, Altamar, Qualitas y Wealth Solutions.
Según Liz Fleming, VP International de Spain Startup, “frente a lo que se pueda pensar, en España la cultura del emprendimiento con startups ya está bastante extendida con proyectos interesantes que han recibido buenas rondas de financiación de fondos internacionales. Ahora toca consolidarlo y atraer la confianza de los Limited Partners (LPs) para dar a luz el primer unicornio, un parto que yo estimo que se producirá como máximo en un plazo de dos o tres años. Para conseguirlo es fundamental que España materialice estos retornos positivos en el capital que ha entrado en el mercado en los últimos 3 años. El éxito de estas empresas será clave para seguir y ver nuevas empresas de tecnología competitivas a nivel mundial de origen español. El interrogante es qué VC lo respaldará y si la calidad de los proyectos españoles podrá seguir mejorando”.
¿Cómo es el inversor en VC?
Y, ¿quién invierte en VC? Sobre todo se trata de fondos de inversión gubernamentales, que en concreto en Europa representan un 35% del total. Además en muchos países europeos cuentan con agencias gubernamentales locales, que tiene un importante papel en este tipo de inversión. Entre los fondos europeos más reconocidos está el Fondo Europeo de Inversión (FEI), un fondo público europeo que desde 1997 ha invertido más de 4 billones de euros en 300 fondos.
En España la inversión en VC ha registrado un aumento muy significativo durante los últimos años. En concreto, durante los últimos 9 ejercicios se ha multiplicado por dos, disparándose notablemente en 2015. Los proyectos finalistas de las anteriores ediciones de South Summit han levantado durante los últimos tres años cerca de 500 millones de euros en rondas de financiación y, entre ellos, destacan startups punteras como CartoDB, Job & Talent, Cabify, y Typeform.
Al contrario que en Europa, donde la inversión ha crecido de una manera muy moderada en este mismo periodo. Sin embargo, el VC español es una parte muy residual del total europeo, de hecho en 2015 la inversión en VC europeo se situaba en 3,8 billones de euros frente a los 534 millones en España, donde el registro había sido mejor que nunca.
¿De dónde procede la inversión española? Los fondos públicos representan el 27% de toda la inversión en España en VC y también juegan un papel muy importante los Family Office y los inversores privados contribuyendo con un 25% del total. La situación, según Javier Ulecia, presidente de ASCRI 2015-2016 deriva de tres razones fundamentales: “Dado que la industria VC en España es relativamente joven hay menos inversores institucionales invirtiendo en VC en España, habrá que consolidar un track record interesante y tener fondos más grandes para atraer los institucionales, además sería muy necesario introducir incentivos fiscales para invertir en fondos de VC, tal y como ocurre en otros países de nuestro entorno, con objeto de atraer a los inversores privados al sector”. La inversión privada en España en VC no crecerá mucho más de lo que lo ha hecho en los últimos años porque el país no cuenta ahora mismo con un historial consolidado de VC y, por tanto, los inversores son recelosos. Sin embargo, sí que esta situación puede cambiar en cualquier momento puesto que existen numerosos ejemplos de empresas que han recibido una inversión significativa en los últimos dos años, lo que acrecienta el interés de los inversores extranjeros.