Emprender no es una decisión que se tome a la ligera. Desde la concepción de una idea es probable que el sueño deje de llegar a la cabeza de quien inicia un proyecto por vivir entre la emoción y las ganas de “tirar la toalla”.
Y es que no se puede negar el hecho de que emprender es como subirse a la montaña rusa; de ahí que dentro del ecosistema surgieran reuniones en las que los emprendedores no sólo se conectaran y hablaran de sus triunfos, sino también de sus fracasos…
¿Qué más le faltaba, entonces, a los emprendedores, más allá de compartir sus tropiezos y al mismo tiempo poder decir que lograron sortear cualquier obstáculo, tal como lo hacen en una FuckUp Night?
Faltaba aceptar que emprender también es como un vicio: emprender significa pelearse, pero unirse aún más con familiares y amigos; a veces puede convertirse en algo “serial”: algo que se inicia de poco en poco hasta terminar lleno de proyectos, muchas veces exitosos y otras veces no tanto y también significa llorar y patear; amar y odiar.
A partir de la analogía del vicio y del enojo surgió Emprendedores Anónimos. Una pequeña iniciativa de Maricela Ayala, cofundadora de Cate de Mi Corazón, precisamente para que los emprendedores compartan sus experiencias emocionales, dificultades y altas y bajas.
El objetivo de estas reuniones es que no te sientas solo y aprendas lo más que puedas después de convivir con otros emprendedores que han pasado por miedos y frustraciones.
En un espacio pequeño, todos reunidos alrededor de una mesa y en compañía de algunas bebidas, la charla se da con un tinte familiar y acogedor, en el que, aunque no todos se conozcan, todos se entienden y quieren entenderse. El proyecto se vislumbra más íntimo y el networking se da dentro de la misma charla que surge de la nada.
Iniciativas como estas ponen bajo la luz el hecho de que en el ecosistema no todo es color de rosa. A veces los fracasos suelen ser más que los éxitos o los éxitos suelen llegar con retraso; a veces las deudas superan a la imaginación y sólo queda aprender de uno mismo y de los otros para volver a comenzar.
Yo fui a la segunda reunión de Emprendedores Anónimos y estos son algunos de los puntos en los que la mayoría de los emprendedores sufren –si no es que todos–.
Falta de partnership. Un punto débil entre los emprendedores es no tener a un partner que les ayude en el camino, tanto en temas operativos como en temas emocionales. La parte de la implementación es de las más difíciles y tener un acountability partner parece ser crucial para que compartan la responsabilidad.
Falta de dinero. Cuando el dinero se acaba ¿cómo puedes mantenerte sin derrumbarte? Quizá sea uno de los puntos más explorados dentro del ecosistema y formas de solucionarlo hay muchas, pero los “huecos” que deja en la parte emocional son incalculables.
Falta de apoyo de parte de familiares y amigos. En distintas ocasiones los familiares y amigos dicen cosas como “estás mal, te estas arriesgando mucho”, o “ya consigue un trabajo de verdad”. ¿A qué emprendedor no le suenan estas frases?
Control de emisiones con socios e inversionistas. Distintas frustraciones por malentendidos con socios o inversionistas, cosas que perecen injustas y que se tienen que resolver de una manera política flaquean el espíritu emprendedor de vez en cuando.
La percepción de “valer menos”. Cuando se está abajo o cuando se fracasa la pregunta es ¿cómo ponerse de pie? Antes de responderla, el ego comienza a hacer de las suyas y opta por apuñalar la confianza del emprendedor.
Maricela Ayala proporcionó a los emprendedores algunos consejos para luchar contra la marea de emociones y obstáculos.
Tienes que ser más grande tú que el problema. Debes salirte del problema y ver que tú eres mejor que la situación que enfrentas, sea cual sea su dimensión.
Asegúrate de hablar acerca de tus frustraciones, ya sea tu pareja, amigo, coach o psicólogo.
Cuídate a ti mismo. Si tú te rompes, tu emprendimiento se rompe. Cuidar de tu aspecto físico y mental, hacer un contrato contigo mismo sobre lo que debes hacer para mantenerte sano y fuerte y realmente cumplirlo a través del ejercicio, meditación, coaching o cualquier otro método, es crucial
Laura Vela
Dinero en Imagen