Voy a emprender mi tomate. Bueno, una pequeña mata de tomate que he conseguido. No suena muy innovador (todavía) pero cubre una necesidad de la alimentación, la cual me da oportunidades de negocio.
Como no tengo grandes recursos, me voy enfocar en lo que tengo y NO en lo que no tengo
O sea, que me voy a centrar en plantar mi pequeña plantita tomatera. He pedido ayuda a los expertos y ya he aprendido cómo lo tengo que hacer. Sé que mi tomatera me dará muchos más tomates de los que yo pueda consumir, así que tendré que preparar la recolección, el almacenaje, el transporte, y quien sabe, quizás procesar el resto de la producción y venderlo envasado, frito, o picado… Pero hoy solo tengo un tallo y cuatro hojas.
Por eso sólo me voy a enfocar en lo que tengo: plantarlo, regarlo, abonarlo, cuidarlo…y ver cómo poco a poco germina mi idea de emprendimiento.
Y como esto no va a ocurrir de la noche a la mañana, tengo tiempo de irme informando de cómo funcionan todas las cosas que hoy no tengo, ni necesito.
Cuando llegue el momento, estaré tranquilo para poder actuar rápido y con seguridad
Cuando me hablan de emprendimiento, siempre mencionan la búsqueda de ideas geniales, innovadoras, creativas… y es cierto que aún existen, pero son bastante escasas. ¿Tratar de inventar el tomate cuadrado? Ya existe. ¿El tomate negro? Ya existe. ¿El tomate deshidratado? Ya existe. Tratar de innovar desde la nada requiere una ingente cantidad de recursos económicos y humanos. Y yo hoy, no los tengo.
Por eso yo me voy a concentrar en lo que tengo: Un tomate. Y mañana, dos. Y probablemente muchos más en el futuro. Y cuando eso ocurra, podré ver si hay demanda de algo genial, que innove y que sea tomate creativo. Cuando tenga tomates podré pensar en tomates aliñados, tomates picantes, tomates sólidos, tomate en spray… quizás, pero cuando tenga tomates, en lugares donde vender mis tomates y clientes que compren mis tomates. Entonces será el momento de crear, innovar y sorprender.
Cuando tenga tomates. Y si no tienes un tomate, vuelve a leer el texto cambiando la palabra “tomate” por tu idea o tu negocio.