Una de las decisiones más difíciles para todo aquel que quiere emprender un negocio es decidir el rubro con el que trabajará, al depender del potencial de dicho sector y las oportunidades que se les ofrecen a aquellos que han incursionado.
Ante la búsqueda de nuevas ideas, es fundamental elegir un modelo de negocio vigente, en el que se puedan realizar perspectivas a corto, mediano y largo plazo, además de que la inversión vea sus primeros frutos sin tardarse, posibilidades que no son posibles en todas las industrias.
Algo muy distinto ocurre con la construcción, la cual se consolida como una gran ventana de retos y oportunidades para los emprendedores, al ser uno de los más esenciales negocios dentro de la sociedad y el cual tiene mucho potencial para pequeñas y medianas empresas.
Pero ¿por qué este sector se mantiene como uno de los más importantes, pese al surgimiento de otros negocios?
Es esencial
A pesar de que en los últimos años han surgido carreras nuevas en las universidades, lo cierto es que todas aquellas relacionadas con la construcción se mantienen como esenciales para la sociedad, además de encontrarse entre las carreras mejores pagadas.
Esto se debe a que siempre existirá alguien que necesite de una obra, que va desde una casa o un conjunto habitacional, hasta edificios, puentes, autopistas, carreteras y cualquier infraestructura que requiera del trabajo en conjunto de ingenieros, arquitectos y mano de obra.
Al tratarse de un trabajo esencial, las oportunidades de generar un negocio siempre como constructora o proveedor de materiales.
Trasciende fronteras
Este punto está muy relacionado con en anterior, pues en todos los países se requiere de una construcción para satisfacer la demanda social.
A pesar de las diferencias culturales, los negocios de construcción son muy similares, incluso las constructoras trasnacionales más importantes trabajan de forma simultánea en diversas naciones a través de relaciones estratégicas con socios locales.
Esto permite que emprender en el negocio de la construcción siempre tenga una alta posibilidad de rentabilidad, pues la necesidad de construir no es exclusiva de un solo país.
Cuenta con amplias posibilidades de negocio
La construcción no implica que solamente se levanten obras desde cero. Este sector es tan amplio que también se dedica a remodelar edificaciones, ampliaciones y mejoramientos de proyectos y construcciones.
Esto también funciona para obras marítimas, de infraestructura hidráulica, caminos y vías terrestres, además del aspecto administrativo y legal, el cual trabaja a la hora de regular permisos de obras nuevas.
Rentabilidad y apego tecnológico
Si bien no hay nada cien por ciento seguro en la vida, en el sector de la construcción sí existen muchos beneficios, pues los negocios invierten con maquinaria, local de venta y contratación de personal.
Una vez realizada esta inversión, muchas materias primas son económicas y fáciles de adquirir incluso en la propia ciudad donde se encuentren, lo cual permite economizar costos como los gastos de envío.
El desarrollo de la tecnología también ha permitido que la venta y distribución de materias primas y herramientas como cimbras, andamios y puntales metálicos se puedan comprar en línea, lo cual ha facilitado los tratos entre constructoras y proveedores.
A esto se le suma que las máquinas de trabajo han ido mejorando con el caso de los años, así como los métodos de pago digitales, los protocolos para cuidar a trabajadores y maximizar el trabajo, lo cual permite que los tiempos y costos se reduzcan de forma considerable.
¿Qué se debe evitar?
Pese a que el sector de la construcción es uno de los más fructíferos, esto no significa que los beneficios llegan de forma automática, pues existen errores puntuales que pueden provocar pérdidas.
Las causas varían, desde un conocimiento superficial de este negocio, falta de actualización del medio, mala realización de presupuestos en una obra (o la carencia de un presupuesto), una capacitación inadecuada, un deficiente control de costos, pecar de una cobranza lenta y un control insuficiente de calidad.
Pero hay otros factores fuera de la obra que también pueden repercutir, como una mala administración de recursos humanos, pues una mala gestión de personal puede ser perjudicial para cualquier empresa, al tratarse del principal motor de trabajo.
El no contar con una campaña de marketing adecuada y un desapego a los avances tecnológicos y las tendencias del mercado también puede ser perjudicial para cualquier negocio que busque incursionar en el mundo de la construcción.
Además, se debe conocer que el mundo está en constante evolución y es indispensable conocer estos cambios, tanto de consumidores como del mismo medio.
Si bien los emprendedores pueden encontrarse con grandes oportunidades de crecimiento en la industria de la construcción, nunca debe dejarse de lado la preparación previa y una planificación adecuada para conocer más a fondo este negocio, así como el contacto con clientes y las relaciones públicas con proveedores o constructoras, sea el caso.