Para su fundador, Tayyib Smith, el hip hop es un género musical encarna el espíritu del emprendimiento. Smith acaba de abrir el Institute of Hip Hop Entrepreneurship en Filadelfia
Para el mundo, Dr. Dre, Jay Z, Sean Combs, Kanye West y NAS son artistas de hip-hop. Pero Tayyib Smith también los ve como una lección de negocios para los aspirantes a empresarios.
«El hip hop, más que cualquier otro género, encarna el espíritu del emprendimiento», dijo Smith, que ha lanzado un programa llamado Institute of Hip Hop Entrepreneurship en Filadelfia. «Nuestra intención es descifrar cómo el hip hop ha influido en las prácticas empresariales tradicionales».
El programa de nueve meses está dirigido a jóvenes de comunidades marginadas que quieren iniciar un negocio, pero carecen de fondos o de formación para hacerlo. “Demasiado a menudo los jóvenes con verdaderas ambiciones son ignorados por los programas educativos y empresariales. Esto es para ellos”, señaló Smith, originario de Filadelfia y de 45 años.
Smith pretende crear un plan de estudios para microempresas inspirado grandemente en las trayectorias empresariales de personas como Dr. Dre, refirió Smith, quien trabajó en la industria musical durante una década.
Sean Combs, agregó, transformó la moda urbana masculina con su marca Sean John y ahora «está haciéndolo en la industria del alcohol con su sociedad con Diageo».
El programa, que tendrá lugar los fines de semana, será gratuito para todos los estudiantes aceptados. Smith quiere evitar el modelo tradicional de enseñanza estructurada y reemplazarlo con un esquema más experimental. Así que, en lugar de conferencias y examenes, el instituto se asociará con empresarios, músicos y tecnólogos, que impartirán cursos inspirados en sus propias experiencias.
«Al mismo tiempo, también vamos a centrarnos en la creación de una empresa, desde las propuestas de negocio y los planes de marketing hasta la contratación de personal y la búsqueda de financiación», explicó. El objetivo final es que los estudiantes-emprendedores estén listos para vender su idea a inversionistas.
Espera que la primera generación de 36 estudiantes esté lista en el otoño, aunque todavía está en las primeras etapas de arrancar el programa. Para cristalizarlo, la Fundación Knight, que financia conceptos innovadores para mejorar las comunidades, le otorgó recientemente 308,000 dólares.
Smith señaló que su propia historia poco convencional lo convenció de la necesidad de programas alternativos. Él estudió en casa durante muchos años. En su último año de bachillerato, dejó los estudios para unirse a la Marina y obtuvo su GED. Luego fue a la universidad, pero desistió en el segundo semestre.
«Era rebelde, pero también tenía dislexia«, señaló. «En retrospectiva, he aprendido que muchas personas disléxicas tienen una tendencia a gravitar hacia el espíritu empresarial».
Smith siempre fue un apasionado de la música, y en sus comienzos trabajó en la productora Axis Music Group. «Fueron las mejores prácticas de aprendizaje sobre el negocio de la música», recordó. Después, lanzó una revista dedicada a la música, el arte y la cultura llamada 215 Magazine antes de cofundar la agencia de branding o creación de marca Little Giant Creative.
«No soy alguien que hubieran aceptado en Wharton. Sin embargo, hace 10 años, tampoco me hubiera imaginado haciendo todo lo que he logrado», reconoció.
Parija Kavilanz
Expansión – fuente de la imagen