Si piensas que sólo alcanzarás la felicidad una vez que logres tus metas, perderás la motivación y te sentirás desdichado en tu trabajo diario.
La mayoría de nosotros, en un punto u otro, pensamos que seremos felices una vez que alcancemos una meta en particular. Pensamos: “Seré feliz una vez que:
Me gradúe de la universidad
Gane un millón de dólares
Me case
Pierda 10 kilos
Obtenga un trabajo….”
Lo sé, yo también he sido culpable de hacerlo. Muchas veces he asumido que la satisfacción y el éxito vendrán después de que gane un campeonato o cree un negocio exitoso.
La sociedad nos dice que esto es algo bueno. Escuchamos acerca de atletas que nunca están completamente satisfechos hasta que consiguen ser los mejores. Escuchamos sobre emprendedores que trabajaron como locos para construir un negocio que cambió el mundo. La idea básica detrás de esta mentalidad es que para estar motivado, necesitas estar insatisfecho. Insatisfecho con ganar el segundo lugar. Insatisfecho con ser del promedio.
También está el otro lado de la ecuación: las personas que son felices con la vida tal y como es en la actualidad. Comúnmente, dicen que debes desarrollar la habilidad de “no querer más”. Puedes ser feliz exactamente como estás ahora. Que ya eres perfecto tal y como eres.
El problema
He aquí el problema: Quiero las dos cosas, estar motivado y ser feliz. Y quizás tú quieras lo mismo.
Me gusta estar feliz. Es divertido. Y no quiero retrasar mi felicidad hasta alcanzar mi meta; pero al mismo tiempo, me gusta mejorar continuamente. No quiero conformarme por menos de lo que puedo hacer en esta vida. Me gustaría ser feliz en el camino y también alcanzar mis metas.
Por mucho tiempo, me molestaba el hecho de que ser feliz (sentirme satisfecho) y estar motivado (sentirme insatisfecho) no pudieran complementarse. Aún no lo he figurado por completo, pero conforme más estudio a las personas que tienen éxito, más pienso que es posible estar feliz y motivado a la vez. Te digo cómo…
Motivado y feliz
Empecemos con la motivación. Si quieres maximizar tu potencial, necesitarás continuar trabajando en ser mejor antes y después de alcanzar tu meta.
¿Y por qué alguien haría eso? Por ejemplo, si tu meta es ganar un millón de dólares y lo lograste, ¿por qué seguirías trabajando duro después de ello? La respuesta es más complicada de lo que crees.
La Regla de los rendimientos decrecientes
En Economía, existe un principio fundamental conocido como la Regla de los rendimientos decrecientes. La definición corta: conforme obtienes más de algo, se hace menos valioso. Y esto no sólo es una teoría económica, es una tendencia en la vida real.
Si tienes cero pesos y ganas $100,000, entonces será algo importante. Pero si ya ganaste un millón, ganar otros $100,000 no será tan significativo. Ganar cada peso significa mucho al principio, pero pierde su valor con el tiempo.
Si nunca has ganado un campeonato, el primero que ganes será increíble. Pero si ya tienes cinco anillos de campeonato, añadir un sexto no será tan dulce como cuando recibiste el primero. Mantenerse en la cima significa mucho al comienzo, pero menos conforme pasa el tiempo.
Si estás iniciando una empresa, conseguir a tu primer cliente es una increíble dosis de adrenalina. Pero si ya tienes 100 clientes que te pagan, agregar uno más no proveerá la misma emoción. Conseguir un cliente nuevo significa mucho en el inicio, pero menos con el tiempo.
En otras palabras, las metas y resultados que parecen tan valiosos en el principio, realmente pierden su valor conforme alcanzas más de ellos.
Cómo mantenerte motivado
Entonces, si los resultados significan menos conforme alcanzas más, ¿cómo puedes mantener la motivación? Amando la práctica de lo que haces. Sólo las personas que adoptan su trabajo como un arte y se enamoran de su ejecución diaria son las que se mantienen motivadas en el tiempo.
Aquí unos ejemplos:
Richard Branson ya es multimillonario. Ha construido cientos de empresas. Pero no sigue haciéndolo por el dinero; éste dejó de significar mucho para él hace tiempo. Lo sigue haciendo porque ama la práctica de ejecutarlo.
El coach de futbol americano Nick Saban ya ha obtenido cuatro campeonatos nacionales. Gana US$5 millones al año. Ya no es entrenador por el dinero ni por ganar partidos. Sigue de coach porque ama el proceso.
El experto en fitness y nutrición Jack LaLanne ha establecido récords en fitness por más de 40 años. No sigue ejercitándose para perder peso; hace ejercicio todos los días porque lo ama.
Conclusión: La única manera de mantenerte motivado antes y después de alcanzar metas es amar la práctica de lo que haces.
Cómo ser feliz
¿Adivina qué? La respuesta ahora es sencilla. Si amas la práctica de lo que haces, si amas tu trabajo diario, entonces podrás ser feliz antes y después de alcanzar metas.
Cuando aprendes a amar el proceso de lo que haces y no te enfocas en la meta, automáticamente encuentras la felicidad y te mantienes motivado.
Si aprendes a amar la práctica de hacer ejercicio, serás feliz hoy y verás resultados mañana. Si amas la práctica de dirigir tu negocio, serás feliz hoy y verás resultados mañanas. Si aprendes a amar la práctica de apoyar a tu familia y amigos, serás feliz hoy y verás resultados mañana.
Feliz y motivado. Una razón más de por qué el sistema es mejor que el resultado.
Por James Clear
Fuente: Soy Entrepreneur
Excelentes consejos, muy aplicables al negocio y la vida daría.
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Cuento de dos cafés descafeinados es la conversación de dos chicas en una tarde de café.
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