La aceleradora de Teléfonica pasó de tener un modelo de incubadora de startups hacia una estructura más similar al de los corporate venture capital
Claudio Barahona conoce a Wayra desde su nacimiento. Llegó a trabajar al entonces proyecto de Telefónica para apoyar startups en 2012, cuando la aceleradora estaba aún en pañales. Por esos años, el ingeniero civil era el gerente de Negocios del equipo que lideraba Juan Carlos Martínez.
Hoy, luego de la partida de este último, Barahona encabeza la iniciativa que, tras cinco años de funcionamiento, ha apoyado a 38 compañías, de las cuales 24 se mantienen todavía operando, entre ellas SmartboxTV, FirstJob y U-Planner.
En el año que lleva como country manager de Wayra Chile, el proyecto ha enfrentado quizás su modificación más trascendental. Pasó de tener un modelo de incubadora de startups hacia una estructura más similar al de los corporate venture capital (CVC), instrumentos de inversión populares en los mercados desarrollados en los que grandes compañías apuestan por negocios emergentes. «En un principio comenzamos como una aceleradora común y corriente. A todos nuestros seleccionados les hacíamos el mismo proceso: les pasábamos una oficina y les entregábamos US$ 50 mil en financiamiento. Pero nos dimos cuenta de que el segmento en el que estábamos era muy inmaduro, muy verde, y que había empresas que estaban recién haciendo algunas validaciones para ver si es que su idea de negocios podía tener cabida en el mercado. Ahí notamos que el trabajo funcionaba mejor con empresas más maduras, que se pudieran relacionar mejor con Telefónica», explica Barahona.
Bajo esa lógica, la idea es que las compañías seleccionadas por el programa puedan venderle servicios a la misma Telefónica, así como a otros actores de la industria o también abrir nuevos negocios.
De ese modo, la estructura del programa de aceleración mutó y dejó de seleccionar 10 proyectos al año para entregarles 12 meses de incubación. Ahora, se enfocan en cerca de seis compañías anuales, a las que se les entrega una asesoría mucho más personalizada. Por eso mismo, en el caso de algunas startups el proceso puede durar incluso solo cuatro meses, mientras que el monto de inversión se elevó hasta cerca de US$ 150 mil para cada una. «Ahora somos más un brazo inversor de Telefónica. Nuestro giro ha sido que hoy día nos comportamos mucho más como un fondo de inversión para invertir en startups o emprendimientos tecnológicos», apunta.
Lo que sí se mantiene del formato original es que Wayra se queda con un porcentaje de entre 5% y 10% de las empresas que incluye en su portafolio.
Exitosa operación local
Actualmente, Wayra está operando en 12 países, entre los que se cuentan Alemania, Reino Unido, Brasil y México, además de España, donde está su sede. De todas ellas, la operación chilena es una de las más exitosas, ya que se ubica en el segundo lugar-después de la española- entre las que más recursos le reportan a Telefónica. En total, el año pasado fueron US$ 3,7 millones.
Aunque alentadores, esos datos están lejos de dejar conforme al equipo. Ahora buscan aumentar mucho más el impacto de los proyectos para la compañía y este año planean invertir US$ 500 mil en nuevas startups . «Tenemos un desafío de apalancar el negocio de los exits , porque es importante mostrar que no solamente hacemos negocios con startups para Telefónica, sino que mostrar también que hacemos buenos negocios financieros. Hay algunas acciones en empresas que valen 10 o 20 veces más de lo que pusimos al principio, pero tenemos que hacerlas rentar. Al final, todo para mí es demostrar que trabajar con startups es un buen negocio», confiesa Barahona.
Por lo pronto, para 2017 el plan es seguir trabajando con las seis empresas que forman su portafolio -las últimas seleccionadas fueron Ipsum, RocketPin, Hitmap y ComunidadFeliz- y continuar buscando proyectos, tanto vía convocatorias abiertas, como a través scouting . «Nos hemos dado cuenta de que hay que salir más a la calle a buscarlos antes que tú esperar a que postulen, y por eso inventamos una figura que se llama el scout , que es un cazatalentos. Estamos en las universidades, yendo a ferias, a Demo Days de otras aceleradoras y mirando el ecosistema completo, mirando lo mejor«, explica Barahona.
Pablo Tirado – Economia y Negocios