Multifacética. De esta forma, se podría definir a Caminito Capital, un emprendimiento que nace a finales de 2013 ante la necesidad de brindar nuevos canales de inversión para personas y empresas que necesitan administrar sus fondos.Engloba tres grandes unidades diferentes pero complementarias: administración de capital, consultoría y una startup factory.
En la primera línea se ofrece oportunidades de inversión para cada perfil y se captan proyectos. El segundo refiere a brindar asesoramiento, con visión integral del negocio y a medida de cada cliente. Da un servicio “boutique”, ya que la idea es sumergirse en el interior de la empresa antes de aconsejar. Se trabaja en planes de expansión, management y búsqueda de capital.
Hasta aquí se asemeja a una consultora tradicional, pero es la tercera unidad la que marca la diferencia. Es la startup factory, que refiere a la creación de sus propias empresas emergentes, al tiempo que se ofrece management, incubación y búsqueda de capital a terceros en un modelo de co-venture (participación a cambio de acciones). Este concepto se desarrolla hace un tiempo en otros países, pero hasta ahora no existía en Uruguay.
El equipo de socios de Caminito se compone por Camilo Cuba, director comercial; Raúl Elizalde, director financiero; Matías Marmisolle, director de inversiones; Pablo Hernández, director de Asset Management; y Juan Pineda, quien se instaló en Colombia para potenciar el emprendimiento. Se suman, además, dos empleados y la representante en Ecuador, Fernando Carrera.
A su vez, cuentan con un advisory board formado por Maximiliano de Muro, emprendedor a cargo del desarrollo de negocios de la aceleradora Mola.com en América Latina; y Aline Polak, socia del Estudio Polak & Asociados.
Este mix permite potenciar emprendimientos de cualquier rubro, más allá de los que se enfocan en las Tecnologías de le Información y Comunicación (TIC). Aspiran a agilizar el proceso de inversión y aportar a los proyectos emergentes que tienen que lidiar con el desafío de obtener capital para no morir en el proceso.
Experiencia propia
En 2010, Marmissolle inició su historia emprendedora. Cofundó Sap Vars Juice Bar, una startup que se enfocaba en el sector fast-food saludable en Buenos Aires, y luego Funupp!, un sitio web para informarse y comprar entradas de eventos montevideanos. Ninguno tuvo el éxito esperado, pero estas experiencias le permitieron visualizar la necesidad de contar con más opciones de acceso al capital.Tiempo después, junto con Elizalde, idearon un proyecto que se podría definir como el precursor de Caminito Capital. Estos amigos de infancia imaginaron un sitio web para unir emprendedores con inversores, con una modalidad similar al crowdfunding –financiación online colectiva–.
Marmissolle explicó a C&N Emprendedores que a diferencia de los club, que funcionan como puente entre inversores y emprendedores, su primer propuesta era online, pero la desecharon.
“Estábamos muy seguros de que existía esa necesidad”, contó Marmissolle. Consideraron que podían aportar y crearon Caminito Capital de la mano, junto a Camilo Cuba. Marmissolle había conocido a Cuba en una empresa de servicios financieros en la que ambos trabajaban.
Compartían la visión de que en Uruguay había pocos canales para obtener financiamiento y que la cultura inversora local era casi nula. Notaban que los emprendedores querían buscar inversión, y al no obtenerlo morían. Por otro lado, la prosperidad del país generó que los inversores tuvieran capital para depositar en algún proyecto, pero optaban por mecanismos más tradicionales como ‘ladrillos’.
Poco después de fundada Caminito, se unieron Hernández y Pineda, colombiano radicado en Uruguay que luego regresó a su país de origen para potenciar el proyecto en el exterior. Hace unos meses se sumó Carrera para abarcar otro mercado.
A Hernández le apasionó la idea de trabajar en varios proyectos, aunque disímiles entre sí, pero relacionados con la economía. “Todas las áreas de trabajo de la empresa conducen a la administración de patrimonio y/o la toma estratégica de decisiones de inversión”, consignó.
A Elizalde le motivó satisfacer una necesidad al brindar oportunidades de inversión para aquellas personas que no se consideran inversores profesionales, pero tienen ahorros y muchas veces no saben qué hacer con ellos por falta de opciones, asesoramiento y educación financiera.
Errores que enseñan
Al comenzar con el negocio se agendaron una fecha máxima para dedicarse full time. Luego, buscaron una oficina. Como sabían que no tenían expertise en todas las áreas buscaron con quien asociarse.Todo esto, que se cumplió a rajatabla con Caminito, no se hizo con funupp! A pesar de ser un servicio netamente tecnológico, Marmisolle y sus socios de ese momento desconocían esa área.
No consiguieron un socio con ese enfoque y optaron por contratar a un programador para que realizar el producto. El sitio final no se acercó a sus expectativas, condenándolo al fracaso. Muchos sostienen que el fracaso es el mejor aprendizaje. Con la startup funupp!, Matías Marmissolle cometió muchos errores que le sirvieron de enseñanza para Caminito Capital.
Nueva línea de negocio
La empresa comenzó con las unidades de administración de capital y consultoría. Luego, de forma natural, se añadió la startup factory. Al equipo se le ocurrían ideas de negocios y las canalizaron en la creación de esa área. Hoy aceptan también emprendimientos de afuera para colaborar en su expansión, búsqueda de capital, incubación y gerenciamiento. Reciben como contrapartida participación accionaria. Enfatizan su interés por todas las áreas, más allá del área tecnológica.Firmaron un acuerdo con Empretec- programa para Intrapreneur para fortalecer instituciones y organizaciones-. Van a colaborar mutuamente y se hará un llamado para emprendedores que deseen mentorías y consultorías.
Desde su nacimiento han lanzado varias startups, como Rockerhair, una aplicación móvil que facilita las reservas en Peluquerías y Salones de Belleza, tanto de hombres como de mujeres. De uso sencillo, abocada a proporcionar horarios disponibles, lista de precios, comentarios, recomendaciones, etc. Haciendo que ese tiempo que destinabas en la sala de espera, ya no lo tengas que perder. Actualmente más de 2000 peluquerías reciben sus reservas a través de RockerHair, brindando a sus clientes una mayor comodidad. Muy pronto estarán presentes en Buenos Aires, Medellín, Asunción, Quito y Santiago de Chile, continuando su expansión por Latam.
Elisa Tuyaré