Curiosidad
La mayoría de los MBA no enseñan al futuro emprendedor a ser curioso. Y sin embargo, ser curioso por naturaleza, preguntarse cómo funcionan las cosas, por qué las personas compran un producto o dejan de hacerlo, o cómo un pequeño cambio conduce a grandes resultados, es uno de los rasgos característicos de los emprendedores de éxito, capaces de ver algo más alla de lo obvio y de lo que se da por supuesto.
Calibrar los riesgos
En muchas ocasiones se dice (y en MuyPymes también lo hemos comentado en alguna ocasión) que los emprendedores de éxito son aquéllos capaces de asumir riesgos. Sin embargo hay que entender esta supuesta «pasión por el riesgo» en su justa medida. Hay riesgos que son, a todas luces inasumibles y que pueden conducir directamente al fracaso empresarial. ¿Cómo se distingue entonces un emprendedor que sabe jugar con el riesgo de otro que no lo hace?
En opinión de John Jantsch, editor de la publicación Duct Tape Marketing, «no se trata tanto de arriesgarse por el hecho de hacerlo, sino que el emprendedor posee la capacidad de descubrir oportunidades de negocio en donde otros no ven nada especial, y además tiene la suficiente confianza en sí mismo y en sus capacidades como para apostar por esas oportunidades».
Planificación
Todo emprendedor que se precie de tal suele contar con un plan previo de actuación. Es capaz de contemplar un escenario general en que planificar el conjunto de su actuación para un proyecto concreto, derminar causas y consecuencias de sus decisiones, y observar el conjunto con perspectiva. Es esto lo que le permite asumir riesgos que pueden conducirle al desastre.
Además tiene en cuenta que su plan de negocio ha de encajar de alguna forma con su plan vital. Como emprendedores, son conscientes de que su negocio les va a «robar» muchas más horas diarias de lo que lo haría un trabajo «normal». Se esmeran pues en conjugar los valores inherentes de lo que quieren para su vida, con lo que representa su proyecto empresarial, de modo que en muchas ocasiones el segundo, está al servicio del primero.
Confianza
Un emprendedor de éxito es alguien en quien se puede confiar. Mantiene siempre sus promesas, y tiene la capacidad de extender esa confianza a todos los ámbitos de su actividad empresarial.
Aprenden de sus errores
Una de las habilidades más destacadas de los emprendedores que han sido capaces de «mantenerse en la cresta de la ola» durante muchos años, es que no sólo son sus primeros y más duros críticos, sino que son capaces de aprender de sus errores para mejorar.
No caen en la auto complacencia, y tampoco se hunden cuando encuentran obstáculos en su camino. Es más, cada obstáculo les da una oportunidad para volver a evaluar su proyecto, limar sus asperezas, pulir sus fallos. No suelen creerse «los mejores» de su sector, valoran la competencia, y tienen capacidad de aprender y valorar lo que hacen los demás.
Pragmáticos
Frente a la idea general de que los emprendedores son grandes idealistas dispuestos a sacrificar su vida por un concepto, en Duct Marketing defienden el hecho de que en realidad, son también muy prácticos y pragmáticos.
Esto no quiere decir que no sean soñadores e idealistas, sino que son muy conscientes de lo que pueden hacer y de lo que no pueden hacer. En este sentido tienen que tener un fuerte sentido del orden y de la proporción.
Visión espacial
Por alguna razón, las personas que han triunfado en el campo empresarial, suelen tener una visión sobre muchos aspectos de la vida, diferente del resto de la población. No nos referimos desde un punto de vista ideológico, sino que de alguna manera, desarrollan una capacidad de visión espacial superior a la media.
Son capaces de determinar fácilmente cómo existe un hilo conductor en un conjunto de ideas que para muchos parece disperso. Entienden la relación existente entre conceptos abstractos con rapidez, y aunque no existen estudios científicos al respecto, se les da muy bien todo lo relacionado con los puzzles, la geomtería, y como las piezas se ordenan en el espacio.
fuente: Muy Pymes