por Geoffrey James – INC
A veces hace falta una catástrofe para poner las cosas en perspectiva. La pandemia sacó a la luz muchas lecciones para los negocios
Mi antiguo terapeuta solía llamar a los obstáculos que se interponen en nuestra vida (incluido mi infarto masivo en 2017) como «otra jodida experiencia de aprendizaje.» No hay duda de que la pandemia ha sido un desastre horrible que ha dañado familias, vidas, negocios y economías. Es un reto tomar algo tan horrible y extraer algo útil de ello, pero aquí hay cinco lecciones que resultaron de la pandemia y que afectarán positivamente el desempeño de los negocios:
1. La pandemia demostró que trabajar desde casa es productivo
Antes de la pandemia, la mayoría de las empresas insistían en que sus empleados se desplazaran a una oficina central o lugar de trabajo. La pandemia obligó a esas empresas a ver lo que era obvio para todos los oficinas: que la mayoría de los trabajos de oficina se pueden hacer de forma más eficiente a distancia.
2. La pandemia demostró que las oficinas abiertas son realmente estúpidas
Las oficinas abiertas son la moda de gestión más tonta de todos los tiempos, porque disminuyen, en lugar de aumentar, la colaboración, la innovación y la productividad. Lamentablemente, fue necesaria la propagación de una pandemia de enfermedades en el aire para que se entendiera.
3. La pandemia demostró que las largas horas de trabajo son contraproducentes
La cultura corporativa anterior a la pandemia fetichizaba las largas horas de trabajo, a pesar de que los estudios demuestran que casi nadie en una oficina hace realmente más de unas pocas horas de trabajo a la semana. La pandemia tiró a a basura el calentamiento del asiento performativo.
4. La pandemia demostró que nuestras cadenas de suministro son demasiado frágiles
Antes de la pandemia, muchas empresas dependían de complejas cadenas de suministro globales para alimentar inventarios «justo a tiempo». La pandemia, al interrumpir las cadenas de suministro, demostró a las empresas que si quieren ser resistentes, necesitarán un cierto almacenamiento estratégico.
5. La pandemia demostró que una mala gestión es una gestión estúpida
La pandemia dio lugar a la Gran Dimisión y, de repente, los directivos descubrieron que no pueden tratar a los trabajadores como si fueran una mierda. Los directivos inteligentes saben desde hace tiempo que sus trabajadores SON su negocio; fue necesaria una pandemia para obligar a los directivos tontos a seguir el programa.